Partido del Trabajo Democrático.- Han llevado ya más de un año de lucha, encierros, manifestaciones y huelgas. Se han reunido con diversos dirigentes políticos a nivel local, regional y estatal de todos los partidos políticos de las más diversas inclinaciones ideológicas, han recibido el apoyo más firme de los sindicatos mayoritarios y minoritarios, de diversos movimientos sociales y del conjunto de la población de Puertollano.
Parece que de nada ha servido, a principios de Agosto, el Ministerio de Industria anunciaba su autorización para cerrar la Central Térmica de ciclo combinado Elcogás para el mes de Septiembre.
Esta declaración del ministro Soria ha tenido diferentes reacciones, por una parte el Presidente regional, Emiliano García Page, y el PSOE de Castilla-La Mancha ha acusado al Ministro Soria de “deslealtad” por anunciar esta decisión por sorpresa. Más cínica ha sido la respuesta del Partido Popular que ha culpado a Page de la situación acusándolo de inactividad para representar los intereses de los trabajadores de Elcogás y la población de Puertollano y recuerdan que “a la mediación de la anterior presidenta María Dolores de Cospedal” se paralizó el cierre de Elcogás a principios de año. En fin, una vez más vemos como los principales partidos de la oligarquía que dominan en nuestro país, y en nuestra región, se centran en montar un circo acusándose de los problemas unos a otros, cuidándose bien de señalar a los verdaderos culpables, las corporaciones energéticas y las instituciones de la Unión Europea.
Elcogás viene existiendo desde hace más de 20 años, fue creada con dinero público como una de las primeras y más rentables centrales térmicas de ciclo combinado, un sistema que depura los gases nocivos que suelen emitir las centrales eléctricas de este tipo haciéndolas ecológicamente sostenibles.
Posteriormente y a raíz de la sucesiva privatización del sector energético de nuestro país, Elcogás fue adquirida por diversas multinacionales energéticas: Endesa, Iberdrola y la francesa Électricité de France. Hace más de un año, estas empresas decidieron que la planta “ya no era rentable” y por lo tanto esta debía de cerrar. Esta decisión supone varias cosas, en primer lugar supone un paso más en la pérdida de soberanía energética por parte de nuestro país, cada vez más dependiente de importar la energía de centrales francesas principalmente, además de cerrar una de las pocas centrales térmicas de ciclo combinado, lo cual deja al descubierto lo poco que le importa a nuestro gobierno el desarrollo sostenible.
Por otra parte el cierre de Elcogás supondría un duro golpe para la comarca industrial de Puertollano, comarca que lleva ya tiempo pasando por una serie crisis debido al acelerado proceso de desindustrialización que se está llevando a cabo en nuestro país. Sólo el cierre de Elcogás provocará la destrucción inmediata de 300 puestos de trabajo. Varios centenares más dependen de la central eléctrica, (concretamente la empresa carbonífera de Encasur y los transportes) En definitiva, la destrucción de la Central supondrá un duro golpe para una ciudad industrial como Puertollano de 50.000 habitantes, destruyendo varios centenares de puestos de trabajos fijos lo cual tendrá como consecuencia una caída brutal del consumo y duras consecuencias para el sector servicios local.
En las semanas siguientes al anuncio del Ministerio de Industria, decenas de trabajadores de las contratas asociadas a Elcogás han sido despedidos, lo cual ha llevado a estos trabajadores a movilizarse desesperadamente encerrándose 130 de ellos en el Ayuntamiento de Puertollano. Por su parte el Comité de Empresa de Elcogás y las centrales sindicales mayoritarias, (CCOO y UGT) han anunciado una huelga indefinida a partir de 3 de Septiembre. Entre las declaraciones políticas resulta interesante la realizada hace unos días por parte del Secretario General de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina proponiendo “regionalizar” Elcogás. Su propuesta era que dado que el gobierno central no parecía preocuparse por Elcogás, el gobierno regional debía arrebatar el control de la planta a las empresas eléctricas para evitar su cierre y así parar el proceso de destrucción de la industria en Castilla-La Mancha y asegurar nuestra soberanía energética. Según las palabras de García Molina “Nosotros creemos que hay que rescatar Elcogás. Creemos que la Junta de Castilla La Mancha debe asumir el control de Elcogás, regionalizarla, para que siga siendo un centro puntero de investigación, de innovación y de distribución de energía. Y ello, porque la energía es un sector estratégico y el Gobierno debe garantizar su desarrollo con criterios sociales y de sostenibilidad medioambiental”.
Otros dirigentes de Podemos en Castilla-La Mancha han reafirmado la propuesta de su Secretario General, como es el caso de la responsable de Movimientos Sociales y miembro del Consejo Ciudadano regional María Romero que declaraba: “no hay impedimento legal alguno en nuestra regulación regional, nacional o comunitaria que impida que una administración como la Junta de Comunidades adquiera propiedades, y haciendo uso de su capacidad para impulsar empresas públicas, persiga el objetivo de gestionar de forma directa, recursos que eran de todos y que habían sido privatizados”.
Nosotros desde el Partido del Trabajo Democrático apoyamos toda la lucha continuada de los trabajadores de Elcogás,contra el cierre de la central térmica. Es un deber para todos los progresistas de Castilla-La Mancha defender el empleo y la industria de nuestra zona frente a las intenciones depredadoras de la oligarquía financiera y energética. También vemos de manera positiva la posición de Podemos C-LM acerca de la “regionalización” de Elcogás y el paso de la empresa a manos públicas. Somos conscientes como comunistas que la nacionalización de una o varias empresas no supone por si solo la instauración del socialismo en nuestra región, pero es una buena medida política en diferentes sentidos. Por una parte permite poner al PSOE y al gobierno regional entre “la espada y la pared” pidiéndole que si tan preocupado esta por el futuro de los trabajadores de Elcogás y de Puertollano, que la Junta intervenga de manera directa la empresa para evitar su cierre. Pone además en el tablero de debate una cuestión importante, ¿Se debe respetar el derecho de propiedad, cuando una empresa que se ha formado gracias al dinero público, pretenda echar a sus trabajadores o someterles a condiciones de trabajado indignas? Por último supone un claro desafío al monopolio de las eléctricas y a la Unión Europea, y puede poner en cuestión hasta qué punto se puede intervenir dentro de la alianza europea con el fin de implementar políticas que protejan la industria y la soberanía energética estatal. Nosotros reclamamos a su vez que en proceso de “regionalización” intervengan los trabajadores y se establezcan cauces para el control de la nueva empresa pública. La expropiación de Elcogás, y del conjunto del sector eléctrico en España debe ser la consigna central que aúne un frente amplio que agrupe a sindicatos, organizaciones políticas y sociales que den un sentido político y social más amplio al conflicto local de Elcogás. Este puede ser un paso que lleve a elevar la conciencia política y social de los trabajadores para un futuro de transformación social.