Padecí la impotencia ante el abuso. Tardé dos años en recuperar unos 500 euros cobrados indebidamente por la compañía eléctrica en una serie de facturas. Pero tras reclamaciones a la empresa, para la que todo estaba bien, a Consumo, que reconocía el error, y a la Consejería de Industria de la Junta de Comunidades, que logró el “milagro”. Recibí las facturas modificadas y diversos ingresos en mi cuenta corriente. Ni una carta de disculpa, ni una explicación, nada. Todo prepotencia. Pero lo tremendo es que las facturas siguientes llegaron con el mismo error, beneficioso para ellos, claro.
Cambié de empresa. Todo parecía ir bien hasta que detecté un error, perjudicial para mí, claro. Realicé la correspondiente reclamación por escrito y todavía espero respuesta. Volví a cambiar de compañía, de la mano de la OCU y su compra colectiva de energía, a una pequeña empresa que ofrece energía verde cien por cien, certificada y sin pagar más. De momento no ha habido problemas.
No hace falta dar nombres de las empresas, ni verdaderos ni los imaginativos puestos por los usuarios, pues son muy pocas y con similares planteamientos. Forman un verdadero oligopolio, hacen lo que les viene en gana, controlan con mano de hierro el sistema eléctrico y explotan una necesidad básica de los consumidores, de todos los ciudadanos, para obtener cuantiosos beneficios de cualquier forma.
Los privilegios del oligopolio derivan de la estrecha relación con el poder político y la imposición de consignas neoliberales. Obtienen regulaciones favorables, sin que cuenten los intereses de los consumidores en muchas ocasiones; sus consejos de administración están trufados de políticos que ostentaron cargos importantes en un pasado reciente; se benefician de cierta laxitud en los tribunales; compran muchas veces el silencio de los grandes medios de comunicación, gracias a su control o a sustanciosas cantidades invertidas en publicidad; y contravienen directivas europeas del sector energético y objetivos de sostenibilidad ambiental.
Ahora el gobierno del PP quiere aprobar un decreto de autoconsumo eléctrico para imponer más tasas a la autoproducción energética. El borrador contempla el llamado “impuesto al sol” y pretende gravar las instalaciones renovables, tanto nuevas como existentes. Por el influjo de grandes empresas, que ven amenazado su negocio, el gobierno está tratando de evitar lo inevitable, el autoconsumo y el consumo colaborativo, despreciando de manera alevosa la energía solar. Y es que el partido neofranquista, una vez olvidada la característica de servicio público para la electricidad por parte del bipartidismo, no puede entender el derecho ciudadano a elegir el tipo de energía a producir y a consumir.
Eso, si, el ministro Soria es capaz de declarar, con desparpajo, que es “totalmente partidario del autoconsumo energético”. Y lo dice quien lleva cuatro años dificultando el autoconsumo en España, quien ha condenado las energías renovables al ostracismo. No obstante, la buena noticia es que una serie de organizaciones –políticas, sindicales, empresariales, ecologistas, sociales y de consumidores– han firmado un manifiesto en defensa del derecho reconocido por la Comisión Europea a la democratización de la energía. Además, un buen número de partidos han rubricado su compromiso con el desarrollo del autoconsumo y han acordado, si llega a aprobarse, la derogación del Decreto de Autoconsumo.
Así estamos en España por culpa de un gobierno que defiende intereses de grupos económicos y no de los ciudadanos. Mientras tanto, a mediados de agosto, Google presentó su proyecto Techo Solar (Project Sunroof), una nueva forma para ayudar a las personas amantes de la energía renovable, con imágenes de Google Earth, a colocar paneles solares sobre el techo de su vivienda de forma adecuada para aprovechar mejor la energía solar.
La fotografía que acompaña a este artículo, tomada por mí desde la sierra de Herencia, muestra la Plataforma Solar Castilla-La Mancha. Construida por Abengoa desde 2011, compuesta por dos plantas con 100 MW de potencia y un campo solar de 230 hectáreas, está situada en los términos municipales de Arenas de San Juan, Villarta de San Juan y Puerto Lápice. Es un ejemplo de las posibilidades de la energía solar.
Contra las políticas energéticas del PP está la Fundación Energías Renovables. Ha divulgado un documento que define al citado Decreto contrario a las mejores prácticas de la UE y solicita a la Comisión Europea un marco comunitario para evitar iniciativas como la del Gobierno español que, según se indica, contradice la democratización de la energía y la cobertura como bien básico.
También organizaciones como Ecooo, cuyos miembros se muestran partidarios de la revolución solar. Mantienen la idea de que el futuro de nuestro planeta depende de lo que hagamos hoy y que es necesario un cambio en materia económica, energética y social. Promueven campañas de sensibilización sobre la transición hacia un modelo energético basado en el ahorro, la eficiencia y las energías renovables.
Isidro Sánchez Sánchez
Desde el revés de la inopia
Excelentísimo artículo: el dedo en la llaga.
Vergonzoso lo que está ocurriendo en este país con la factura de la luz.
Estupendo artículo. El binomio eléctricas-gobierno, para quienes lo único a proteger es el beneficio empresarial, obviando las necesidades de la sociedad a la que publicitan defender. Este es el caso de Elcogas, capaz de convertir 80000 toneladas año de residuos peligrosos por su toxicidad en energía eléctrica sin emisiones de dioxinas o furanos a la atmósfera, evitando su enterramiento en vertederos. La normativa europea da como plazo límite para la desaparición de este tipo de enterramiento el 2020. Es por lo tanto, una necesidad que la administración este a la altura que la sociedad demanda, y no como ha sido habitual sea el representante de los oligopolios.
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Estupenda reflexión. Algunos sectores como el agua, transportes y por supuesto la electricidad, son estratégicos y en nuestro entorno europeo son sectores en manos del estado. Es absurdo pensar que centrales como Elcogas pueda interesar al sector privado, este tipo de tecnología demuestra que se puede aplicar y conseguir una energía eléctrica limpia utilizando combustibles sólidos entre otros el carbón y esto a la oligarquía eléctrica les sitúa en un punto en el que la sociedad les puede demandar la instalación de esta tecnología en el resto de centrales de carbón, incrementando el coste y disminuyendo beneficios. Las empresas privadas se deben al beneficio y son los gobiernos los que deben de invertir en mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos. Eso solo pasa por recuperar sectores estratégicos, en beneficio de los ciudadanos. Francia, Italia y Alemania mantienen el control del sector eléctrico y esto les permite tener una energía más barata, que redunda en una mejor competitividad de sus empresas y por ende en un beneficio nacional. Este es un país, donde sentirse español no es luchar por el conjunto de la sociedad llamada España, si no el rodearse de símbolos trasnochados y así nos va.
Todo esto deriva de elegir gobiernos con partidos antipúblicos y que con los criterios de la Constitución misma habría que llamar ilegales y antidemocráticos no solo en su misma estructura interna.
Todo esto deriva de elegir gobiernos con partidos antipúblicos y que con los criterios de la Constitución misma habría que llamar ilegales y antidemocráticos no solo en su misma estructura interna.
Totalmente de acuerdo Ángel, y ademas es curioso observar cuando se habla de está empresa, aparecen multitud de mensajes de supuestos defensores de los impuestos de los ciudadanos con una preocupación por lo público tan sospechosa, que huele a toque de arrebato en defensa de esta simbiosis Eléctricas-Estado. Sorprende como se intenta identificar a una plantilla la de Elcogas como enemiga del Partido Popular, llegando incluso a negar durante los cuatro años del gobierno regional, el político acto de recibir a sus representantes, o el ataque desmesurado contra estos del propio Secretario de Energia Sr. Alberto Nadal y otros representantes del PP, responsabilizando a estos de la situación de quiebra de la empresa. Cuando un partido como Podemos, que no es políticamente correcto, identifica el problema del sector y abre el debate sobre la necesidad de intervenir los sectores públicos en un sector abusivo y con nula competencia entre los actores, como un acto necesario para su saneamiento y recuperación de precios y competitividad, señalan estas propuestas, en su letanía cotidiana y sin querer entrar en un debate constructivo, como Venezolanas. Propuestas estas que Francia, Italia, Portugal, Alemania, parece ser adoptaron mucho antes.
Efectivamente. Hay dos formas de adjudicar servicios públicos a empresas privadas cuando el Estado no puede asumirlos:
1- Licitación pública con luz y taquígrafos.
2- Púnica o Eres.
En este caso, tanto PSOE como PP optan por la número 2 en el caso de las eléctricas, que sólo por cánones de uso de presas públicas nos deben cantidades astronómicas. Sin embargo, somos nosotros los que debemos lo que no está escrito a las eléctricas.
Un servicio esencial que las empresas productoras venden a intermediarios (bancos) que juegan con los precios como les da la gana. Trucando como quieren el precio del recibo.
Eso sí, Felipe González y Aznar, han sido o son miembros activos de sus consejos de administración. Y su buena pasta se han llevado por los favores recibidos.
Tiene huevos la cosa.
Por otro lado, nadie consultó en su día si queríamos energía nuclear en el país con mås sol y aire de Europa, y ahora en Castilla La Mancha nos tenemos que comer un vertedero radioactivo en terrenos inestables. Y luego quieren que no les llamemos fascistas (en el sentido de totalitarios). Es la leche…
Yo, por lo pronto, OS recomiendo a todos que bajéis al máximo la potencia de vuestras casas, porque el sablazo es tremendo, y que no OS preocupéis cuando salte, porque con los nuevos contadores se recupera enseguida. Estamos hablando de casi 15 euros por recibo.
A ver si en noviembre los ponemos de patitas en la calle y el mercado eléctrico se regula de verdad como un servicio esencial. Porque supongo que nadie quiere esto tan fundamental en manos de trileros, no?