La Feria vivió anoche su espectáculo más concurrido. El público infantil siempre responde y los chicos de las camisetas rojas y los petos vaqueros son una baza segura. Durante alrededor de hora y media, el grupo Golosinas puso en escena el Festival Atlanta Cantajuegos, interpretando grandes éxitos de para deleite de los más pequeños, siempre dispuestos a bailar, subirse al escenario, hacer la batidora o responder ¡verde! cuando escuchan un rojo, amarillo y…
Cabe reseñar que el concierto comenzó a las 21:30 horas, tal como indicaban las entradas, y no a las 21 horas, como se había anunciado y constaba en el programa de ferias. Desde las ocho de la tarde, horario previsto para la apertura, ya había colas para acceder al recinto.
Sobre las tablas del Auditorio Municipal La Granja, todo un empacho de azúcar: Golosina, Fresita, Nube, Pirulete, y alguno menos afortunado con el nombre, como Palote. Golosinas que recuperaron éxitos de otras épocas, como La Yenka, o más recientes, como Levantando las manos, que se intercalaban entre popurrís de canciones infantiles de toda la vida. Las más coreadas, El auto de papá, la ortopédica Chuchua y Soy una taza, plato fuerte que reservaron para el final.
Qué decir!!? Chapuza monumental. Que los más pequeños lo disfrutaron? Pues claro, pero la última vez que vuelven a nada organizado por ineptos.
OS cuento!!?
Para empezar, los vigilantes de la entrada se dedican a colocar unas vallas para encarrilar como borregos a padres e hijos, pero lo hacen justo a la hora de abrir y cuando había ya una cola larguísima en dirección opuesta a las taquillas del auditorio (donde la acera es mucho más larga que hacia la zona de taquillas), y de paso, «obligan» a embarazadas, abuelos… Y NIÑOS a invadir la calzada, que aún no estaba cortada, para pasar al otro lado de la acera, donde no cabía la fila que ya estaba ordenada..sin contar la delicadeza al colocar el vallado, más en verano, con calzado ligero.
Cuando por fin nos dejan pasar, en modo mili, empiezan a decir que no se puede entrar ni comida ni bebida al recinto, cosa lógica, lo que no es tanto es el prohibir a niños de hasta 3 años pasar tomándose su sándwich y con su mini botellita de agua en la mano mientras falta hora y media para el comienzo debido a un «error en la publicidad de entradas…» .
De paso, a ver si a los vigilantes se les da un curso de entradas, porque a los dueños de anticipadas por internet les decían que no valían, que era la primera vez que veían algo así…jajajj
Entramos, y tras acomodarnos, como es lógico, nos dirigimos a las barras a por unos refrescos y comprar algo para saciar el hambre de los pequeños de la casa, cuando de repente: sorpresa! Solo venden palomitas, alimento ideal y sin peligro para medio bebés que es el público al que el concierto va dirigido, nada de ni siquiera gusanitos… Ya no digo sandwiches, perritos calientes…
Total, los más pequeños medio llorando mientras sus herman@s algo más mayores pueden comer. Hablo sobre la bebida?? 2.50 por botes de cartón sin tapa ni pajita, ni siquiera pueden beber de la misma lata, más práctico y sin tanto riesgo de volcar y liar una zurra, todo debido a que por seguridad, el riesgo de niños con latas de atacar a los artistas era elevado pese a contar con al menos 10 guardas de seguridad, personal del grupo atlanta ese, protección civil….
Ya no haré mención de a mi juicio la «falsa publicidad» de la marca canta juegos por parte de hasta el mismo ayuntamiento, pero lo que no voy a dejar pasar por alto es la brillante idea de terminar y poner en la «puerta» de acceso y salida un stand de merchandising y a los protagonistas del concierto y alguna mascota como es el cocodrilo, para que los niños pudiesen fotografiarse y pedir autógrafos…. Con una media de 3 añitos y a unos personajes que ni conocen los organizadores. Por que veo esto mal? Pues porque para salir, había que meterse entre empujones por un espacio de menos de medio metro que quedaba libre entre tanta parafernalia.
A quien debemos agradecer la tarde de alegría y la seguridad de nuestra futura generación?
La verdad, que para tanta vigilancia privada y tanta protección civil, bien podían haber abierto las puertas de emergencia al ver el embotellamiento a la hora de salir, espectacular el espectáculo organizativo tercermundista.
Lo más increible es que personas como esas usen el nombre de CANTAJUEGO, cuando no son los originales, que forma de engañar al público, no entiendo como utilizan un espacio municipal engañando a la gente diciendo que van los CANTAJUEGO y es una burla lo que se vió en el escenario.
Anuncian un artista que no es, engañan al público, como es posible que el Ayuntamiento anuncie un espectáculo que no es.