www.jornada.unam.mx / Daimiel Noticias.– El trompetista daimieleño ofrecía, el fin de semana pasado, un concierto en ciudad de México junto a la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM). Tras él la crítica lo abala como un músico de alto nivel tanto en la ejecución de las obras como en cuestiones estilísticas. Algo que demostró con un repertorio basado en tres estilos muy distintos con piezas de Bach, Haydn y Ástor Piazzolla.
El trompetista daimieleño, Manuel Blanco, ofrecía el fin de semana pasado un concierto en ciudad de México junto a la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM). Precedido por unas credenciales notables, entre las que destaca su triunfo, en 2011, en el exigente Concurso ARD en Munich, Blanco ofreció dos obras «importantes, básicas en el repertorio de su instrumento, y un pilón tanguero, con ejecuciones de gran nivel técnico y de notables cualidades expresivas», según publica el crítico musical Juan Antonio Brennan.
En primer lugar, el daimieleño interpretaba el «Segundo concierto de Brandenburgo» de Johann Sebastian Bach. Continuó con el «Concierto para trompeta» de Joseph Haydn. En su versión de esta obra imprescindible del repertorio de ese instrumento, Manuel Blanco realizó «una ejecución más fluida de lo normal y de las versiones estándar que se suelen ofrecer de esta obra». Y es que, según publica Brennan, «la propuesta del trompetista estuvo basada en su revisión y minucioso estudio del manuscrito original de Haydn, al que Blanco tuvo acceso durante su preparación de la obra».
En último lugar, la tercera de las obras del concierto fue «Oblivion» de Ástor Piazzolla. «Ejecución cálida, lánguida y crepuscular, conservando y potenciando todo lo que de sentimental tiene el tango en general y esta pieza en particular, sin caer nunca en excesos».
El alto nivel en las ejecuciones de estas tres obras tuvo como uno de sus cimientos principales la elección que hizo Blanco de la trompeta adecuada para cada una: trompeta piccolo de cuatro pistones en do para Bach, trompeta en mi bemol para Haydn, flugelhorn (o fliscorno) en si bemol para Piazzolla.
Otro mérito notable, para ser un trompetista tan joven (30 años), Manuel Blanco «pone ya en evidencia un conocimiento muy maduro de cuestiones estilísticas de alto nivel, demostrado en la aplicación de tres estilos cabalmente distintos en la ejecución de esas tres piezas».
Actualmente, Blanco está dedicado al proceso de posproducción de su primer disco compacto como solista, grabado junto a la Orquesta Nacional de España para el prestigioso sello Deutsche Grammophon.