La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, ha ofrecido esta mañana el apoyo del consistorio a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui “Madraza” en la recepción oficial que ha realizado con los 25 niños y niñas que están pasando el verano en la capital dentro del programa “Vacaciones en Paz”.
El responsable de la asociación, Silvestre del Rio, pedía en su intervención a la alcaldesa que el ayuntamiento también colabore de forma activa en este proyecto que permite la acogida temporal de estos chicos y chicas durante dos meses durante el verano para evitar los hasta 50 grados a la sombra que se registran en el desierto del Sahara.
La alcaldesa, Pilar Zamora, agradecía a la asociación el trabajo encomiable que están realizando y la tan buena labor que están realizando en la que afirmaba, “se aprecia la solidaridad que tenéis con el pueblo saharaui”. Y comprometía públicamente el apoyo del Ayuntamiento a esta iniciativa y colaboración con la asociación en sus actividades.
Aseguraba Zamora que recibir a estos pequeños “es un honor y una de las cosas más bonitas” que le han pasado en estos días que lleva siendo alcaldesa de la capital. Y les animaba a que disfruten del verano y que lo pasen muy bien con sus padres de acogida.
Precisamente a estas familias que durante estos meses abren sus casas a estos niños, la alcaldesa mostraba su reconocimiento. “No tiene que ser fácil –les decía- luego separarse de ellos, pero seguro que el tiempo que están aquí disfrutáis y seguro que os enseñan muchísimas cosas”.
En la provincia de Ciudad Real hay 174 niños y niñas saharauis acogidos a este programa, de los 400 que han venido a Castilla-La Mancha, 25 de ellos en la capital. Volverán a territorio africano a finales de agosto.
Experiencia para las familias
Algunas familias han comentado su experiencia a lo largo de este primer mes y el período de adaptación a las costumbres de nuestro país. «Son unos niños que te regalan todo. Aunque no dominan el idioma enseguida, a través de gestos y unas pocas palabras aprenden a comunicarse».
Como a los niños de Ciudad Real, les encantan la televisión y los dispositivos electrónicos, pero si hay algo que les entusiasma son las piscinas. «Es algo que no tienen allí y lo disfrutan a tope».
A la comida se adaptan bien. «Sí, poquito a poco. El arroz, las patatas fritas y las pasta, como a todos los niños, les gusta mucho. Los primeros días comen poco porque están acostumbrados a comer menos cantidad, pero día a día van comiendo más y acaban teniendo una dieta más equilibrada de la que pueden tomar en los campamentos saharauis».
El Partido Populista no ha sido capaz de conceder la nacionalidad española a los saharauis, tal y como hizo recientemente con los sefardíes. De acuerdo con su línea demagógica e inútil, ahora el PP quiere quedar bien con los judíos a los que expulsaron los católicos reyes hace 500 años, pero a los saharauis, a los que su añorado caudillo dejó tirados en 1975 cuando eran tan españoles como los manchegos, que les den, no vaya a ser que se moleste el amigo marroquí y afecte a los intereses económicos (de los que tienen intereses económicos, a la gente de a pie el buen rollo con Marruecos sólo nos sirve para que las empresas textiles, de calzado, etc. se deslocalicen y la gente se quede en el paro en este país, del que al PP sólo le importan los símbolos y la demagogia barata para mantenerse en el poder y seguir expoliándolo).
España tiene una deuda evidente con el pueblo saharaui.