La huelga indefinida que han comenzado hoy los Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) está teniendo un seguimiento masivo, de prácticamente el 100%. Estos trabajadores retoman así las movilizaciones que vienen realizando en defensa de sus reivindicaciones y por unas mejores condiciones laborales.
Los trabajadores se han concentrado hoy en Madrid durante tres horas, desde las 11 hasta las 14 horas, frente al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. (Os adjunto una fotografía)
Asimismo, explica Carlos Martín, delegado sindical de CCOO en la Base BRIF de Prado de los Esquiladores (Cuenca), esta mañana se ha celebrado una reunión con la empresa pública Tragsa, de la que “nos hemos levantado porque consideramos que los planteamientos de la empresa son inadmisibles y no son serios, no hay posibilidad de diálogo en esos términos”.
La Federación de Construcción y Servicios de CCOO CLM respalda e impulsa la lucha que llevan a cabo los trabajadores de las BRIF, un colectivo que nunca ha visto reconocida su labor ni social ni laboralmente desde su creación en 1992.
Contratados por Tragsa, se les aplica el convenio colectivo de esta empresa pública, pero bajo un anexo claramente discriminatorio que les excluye de 28 artículos, de aplicación para todo el personal de Tragsa excepto para ellos, y referidos mayormente a cuestiones retributivas o de compensación de días, pluses por peligrosidad e incluso el artículo sobre condiciones más beneficiosas previas a la firma del citado anexo para el personal BRIF.
El colectivo BRIF reivindica que se les llame por su nombre, Bomberos Forestales, cosa que a Tragsa no debería costarle ni dinero ni esfuerzo; también piden una formación de cara a acreditar esta categoría profesional, otra petición que no supone ningún aumento presupuestario y que se podría englobar dentro del programa formativo que ya tiene la empresa.
Otra reivindicación es la elaboración de una segunda actividad real y efectiva que permita a los trabajadores que ya no puedan superar las pruebas físicas que se obligan a pasar cada año y que son excluyentes, ser reubicados en otras tareas de modo que no sean expulsados de la empresa y del servicio, como ya está sucediendo, señala Martín.
Reclaman también unas condiciones dignas y acordes al trabajo que se realiza. Cobran el salario más bajo de la tabla salarial del convenio Tragsa, y muchos meses no llegan ni a los 900 euros en plena campaña de extinción. A eso se debe añadir que en periodo de Labores Preventivas ganan 112 euros menos, que es la compensación que se percibe por peligrosidad, turnicidad y disponibilidad, complemento que, desglosado en días, se queda en 3,70 euros.
En la región hay unos 112 trabajadores BRIF, repartidos en las bases de Prado de los Esquiladores (Cuenca) y La Iglesuela (Toledo).