El Hospital General Universitario de Ciudad Real, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, desarrolla un proyecto de integración asistencial entre los servicios de Farmacia y Oncología Ginecológica que mejora la respuesta y resultados de los fármacos prescritos a las pacientes oncológicas.
Así se desprende del proyecto ‘Atención farmacéutica en la consulta ginecológica’ en el que se ha analizado durante un mes los problemas relacionados con la medicación en un grupo de 80 pacientes en las que la toxicidad y complejidad de los tratamientos, así como las comorbilidades que padecen hacen imprescindible un análisis exhaustivo del tratamiento.
Tras el estudio se detectaron problemas relacionados con la medicación en un 42 por ciento de las pacientes. Entre los más comunes se encuentran las interacciones farmacológicas (53 por ciento), el incumplimiento terapéutico (19 por ciento) o los efectos adversos (10 por ciento).
La intervención para subsanar estos problemas derivados de la medicación consistieron en mejorar la educación sanitaria al paciente, plantear alternativas más seguras en el tratamiento habitual o suspenderlo en caso de que sea posible.
Estas actuaciones han permitido mejorar el resultado de la farmacoterapia en estas pacientes que han tenido un grado de aceptación del 93%, lo que demuestra el alto grado de satisfacción del proyecto.
Un proyecto de éxito premiado
Este proyecto diseñado por la especialista en Farmacia Oncológica, Marta Rodríguez y Mª José García, oncóloga médico del Hospital de Ciudad Real, es una apuesta por la integración asistencial. Para ello, se ha creado una “alianza estratégica entre los profesionales que permite sistematizar las actividades a desempeñar con la farmacoterapia de las pacientes para mejorar aspectos como la adherencia, la conciliación y la posible presencia de interacciones farmacológicas”, explica Marta Rodríguez.
La experiencia ha sido premiada en las X Jornadas de la Sociedad Castellano-Manchega de Farmacia Hospitalaria ya que aporta como novedad la integración del farmacéutico directamente en la consulta del oncólogo para facilitar las decisiones conjuntas en este. Asimismo garantiza una mayor comodidad de las pacientes que no tienen que acudir a dos consultas diferentes.
