Hace casi tres años me jubilé y la docencia que impartía fue asignada a dos compañeros. Una de las razones de mi pronta jubilación –los profesores funcionarios en la universidad pueden aguardar hasta los setenta años para jubilarse– fue la de dar paso a la juventud. Pero la política de recortes del PP no lo permitió. Ahora, tras tres décadas de dedicación, sólo mantengo una leve relación con el mundo universitario gracias a mi condición de profesor colaborador honorífico.
En cuarenta años he conocido la evolución de la universidad, como alumno en el Colegio Universitario de Toledo y luego en la Universidad Complutense de Madrid –época de los PNN (Profesores no Numerarios)–, hasta mi actividad como profesor, primero en el Colegio Universitario de Ciudad Real y después en la Universidad de Castilla-La Mancha.
En ese tiempo ha tenido un cambio significativo en variados aspectos. Con la Democracia que sustituyó a la Dictadura, con las carencias que se quieran, se instauró una política que puede llamarse universitaria y poco a poco se desarrolló un sistema aceptable, ligado a la autonomía, la ciencia y la consideración de servicio público. En el caso de Castilla-La Mancha la autonomía política permitió la creación de la Universidad. Puesta en marcha en 1985, posibilitó la restauración de una tradición universitaria suprimida en el siglo XIX, al cerrarse las de Almagro, Sigüenza y Toledo.
En general, con problemas diferentes, las universidades en España y, desde luego, la de Castilla-La Mancha, han tenido buenos resultados, aunque es preciso revisar su funcionamiento pues se han cometido errores. Pero hoy no están a la altura de lo que la sociedad necesita y es preciso establecer un debate nacional para conocer el tipo de universidad que queremos.
Mientras tanto, se toman medidas que conducen al modelo anhelado por las elites económicas, las que mandan, y por las fuerzas conservadoras o ultraconservadoras. Con la excusa de la crisis económica –otra vez el “esto no es una crisis es una estafa”, del 15M– se han reducido de forma más o menos drástica todas las partidas, como en el caso de la Universidad de Castilla-La Mancha, y se está produciendo una reestructuración importante de las universidades. Se adoptan decisiones, a la vez que se pasa por alto la autonomía, que llevan a una selección de estudios y del profesorado con criterios de mercantilización y de centralización, a una clara burocratización y a una postergación de la docencia. Es cierto que la investigación es muy importante en la universidad pero sin la docencia no tiene sentido.
Y docencia e investigación sólo serán adecuadas a un sociedad desarrollada si los profesores disfrutan de buena consideración social, están bien remunerados y tienen perspectivas de promoción. Sin embargo, en los últimos años se ha paralizado prácticamente la vía funcionarial, a pesar del gran número de profesores acreditados –en la UCLM no llegan a la decena los nuevos profesores funcionarios en los últimos cuatro años– y no existe una vía de contratación laboral eficiente.
Por el contrario, se ha creado un numeroso colectivo de profesorado precario, inestable, con “contratos basura” y muy mal pagado –en torno a los 400 euros al mes–, que cubre la docencia de los jubilados y otras necesidades muy variadas. En algunos casos no llegan a cobrar el mes de agosto. O sea, se vuelve de alguna manera a la época de los PNN, a una mano de obra barata, poco valorada y que se puede quitar de en medio cuando sea preciso. A ello hay que unir la tremenda subida de las tasas, que impide estudiar a un número indeterminado de alumnos y la pérdida de un buen número de brillantes alumnos que al conseguir sus títulos y terminar sus becas no pueden seguir su vida universitaria y tienen que marchar al extranjero.
Así está la situación. Altísimos niveles de paro juvenil y una política universitaria que lleva a una especie de suicidio colectivo en la docencia y la investigación. Con esa realidad, ¿Qué futuro tiene nuestro país?
Isidro Sánchez Sánchez
Desde el revés de la inopia
Lo siento sr. Isidro, me parece un artículo autocomplaciente por parte de quien formó parte de esa Universidad que, según usted, reproducía «el modelo anhelado por las elites económicas y las fuerzas conservadoras y ultraconservadoras».
¿Y qué hizo usted y los gobiernos de los qué formó parte ese otro profesor, el sr. Barreda, para evitarlo?
¿A cuántos estudiantes animó a movilizarse contra esa perversa evolución de la universidad? ¿No se adocenaron en la UCLM como en el resto de las universidades los antaño PNN´s (hoy catedráticos) dedicándose a la contemplación del ombligo propio?
En los altísimos niveles de paro juvenil hay numerosísimos licenciados salidos de las aulas de la UCLM. ¿No entiende que los máximos responsables del gobierno regional (socialistas durante 26 años de vida de la Universidad), los órganos de gobierno de la propia universidad y los antaño PNN´s (hoy catedráticos) han tenido más responsabilidad que nadie de lo que ocurre en la situación actual?
Este señor tiene un alto concepto de sí mismo…Pobre…hombre.
Uno no puede salir de su asombro. Si hubiera sido alguien sin responsabilidades, sin buenas relaciones con el gobierno autonómico, incluso nacional. Habla de las élites como si los que dirigen la Universidad fueran elementos extraños a ella.
Puestos maximalistas podríamos decir que la Universidad ha sido incapaz de crear buenos profesionales que crearán una sociedad diferente, más dinámica, que hiciera progresar la región, sobre todo para los que tienen una visión estatalista de la misma. Ha sido un centro de empleomanía y redes clientelares al principio organizados desde Madrid y luego desde dentro. Y tampoco ha sido eso en absoluto sino más bien lo contrario.
Los tonos grises y un poco de autocrítica.
Isidro, llevas toda la razón, pero en el caso del PDI o se toman decisiones trascendentes que te dejen elegir una opción u otra, o es imposible que haya PDI de calidad; porque ser investigador bueno y buen profesor es algo a lo que muy pocos pueden llegar o, de hecho, llegan.
Si te dedicas a publicar artículos y a los proyectos europeos, nacionales o regionales, poco tiempo te quedará para preparar las clases, y si te dedicas de pleno a preparar unas buenas clases al estilo de Bolonia ¿Cuándo te sientas en una mesa a reflexionar? Todo eso contando con que no tengas hijos…ahí ya te puedes cortar las venas.
Al final lo que pasa es que hay muy buenos investigadores dando clases infames y muy buenos profesores que no saben ni ponerse la bata ¿Cuál es la solución? Yo no la tengo, pero creo que darle a una mayoría la posibilidad de dedicarse a una de las dos cosas y que solamente los que puedan hagan las dos, no es el peor de los caminos. Pero ya te digo que yo la solución no la tengo, porque hay muchísimas variables que no vamos a poner ahora en este foro, donde a la inmensa mayoría les da lo mismo al ser algo muy específico.
Por otro lado, el PP ha dejado claro el respeto que le tiene a la educación superior, al dejar a la universidad regional en bragas. Con un presupuesto que daba para cubrir las nóminas y poco más ¿Con ese apoyo, dónde queda la I+D+i?
Y, con las políticas inexistentes de apoyo a la investigación y nuestros mejores cerebros fuera de España ¿Que hacemos? Amén de los consabidos problemas de «consanguineidad» de la Universidad Española, donde hay muchísimos departamentos que aún preparan las plazas de sus candidatos, quienes no suelen haber estado en otras universidades haciendo estancias, en otros trabajos, en otros países, en otros idiomas…
Es más, qué le pasa a la UCLM que no es capaz de llenar los campus de empresas innovadoras? Qué le pasa que no son capaces de conjugar empresa e investigación? Supongo que esa pregunta hay que hacérsela también a los ayuntamientos que tienen campus, a las diputaciones y a la Junta de comunidades. Porque la atracción de empresas para que trabajen dentro de los campus es una tarea transversal de todas las instituciones pero claro, para nuestros ex mandatarios del PP en la región la UCLM era una especie de nido de socialistas a extinguir…y así le fue a la UCLM con RoRo y Cospedal…
Espero que el líder regional de Podemos se acuerde de dónde viene y ponga a la UCLM en su lugar, ya que es uno de los principales motores de desarrollo de esta región. O, al menos, lo fue en épocas no muy lejanas. Porque no sé si Page tiene clara la dimensión económica, social y laboral de la Universidad…no lo veo claro…
Con respecto a los dos comentarios anteriores, decirle a los dos foreros que sus comentarios les delatan. No tienen la menor idea de quién ha sido el Dr Sánchez en la UCLM y el trabajo que desarrolló como cargo institucional, como profesor y como director del CECLM. Es más, somos los que le conocemos los que tenemos un altísimo concepto de él, de lo cual me siento muy orgulloso. Ojalá y se pudieran clonar personas así.
Espero que en noviembre podamos parar esta vorágine liberalizadora del PP y la Universidad vuelva a ser lo que debe ser, y no un centro mercantilizado donde solo se ofrecen carreras que dan dinero para las élites que puedan pagarlas. Ese modelo ya está en Madrid y asusta.
Caballero, ¿es verdad, o no, que desde 1985 la universidad regional coexistió durante 26 años con gobiernos socialistas?
Si usted dice que el profesor Sánchez es bueno, le creo, pero le reitero que su responsabilidad es mayor que la mía y que la de la mayoría de los ciudadanos que no hemos apreciado de qué forma han revertido tantas bondades en la sociedad, porque para mí ser miembro de una institución te exige en todo, no sólo en parte. Se puede ser un gran profesor y mirar para otro lado cuando se trata de indicar errores o desmanes.
Lo que dice de implicar al mundo de la empresa con la innovación que debería surgir de una universidad, siendo cierto, se compadece poco o nada con la realidad de Castilla la Mancha. O al menos yo no lo conozco, pero quizá usted me lo indique mejor. ¿Los cuatro últimos años de desidia en el gobierno regional suponen una quiebra en la senda inane que ya seguía la universidad? Lo digo, porque aunque se supone la autonomía de la universidad, en realidad no es así. Ha habido permanentes vasos comunicantes entre gobierno de CLM y UCLM. 26 años del Psoe y 4 del Pp
Los socialistas tuvieron la oportunidad de crear una universidad ejemplar y no como la franquista salida de la Guerra Civil en que, tras exiliarse la mayor parte de los catedráticos republicanos, se dieron la mayoría de las plazas por méritos políticos. Quien quiera ver ese dislate en el ámbito de la neurología, lea por ejemplo las memorias de Carlos Castilla del Pino, en especial el primer volumen, Pretérito imperfecto.
Solo añadiré que, si lo intentaron, hablando con demasiada generosidad, las cosas le salieron solo a medias. Son precisamente personas como Isidro las que salvaron la dignidad del proyecto, que, en su falta de democracia interna, pecó de lo que siempre pecan las cosas en España: de injusticia. Es esa injusticia (en todos los aspectos, desde el primero hasta el último) la que hizo de España una nación mediocre en enseñanza, en investigación y en todo. Podríamos hablar de otros aspectos (que todas las cátedras estén ocupadas solo por «españoles» es muy curioso, por ejemplo: las universidades españolas son las mejores de España)
Por eso cabe decir que lo único bueno de un proyecto tan pueblerino fue que, por lo menos, Castilla-La Mancha ya tiene una universidad. Mediocre, pueblerina, aldeana, desde luego, pero la tiene.