La Organización Mundial de la Salud advierte de que el ruido ambiental daña la salud humana, particularmente por la noche, cuando puede interrumpir el sueño. Evidencias científicas puesta de manifiesto por este organismo constatan que el ruido nocturno causa incrementos en la tasa cardíaca, despertares, cambios en las etapas del sueño y uso de medicación. Muchos vecinos padecen, en especial durante el período estival cuando el calor obliga a dormir con las ventanas abiertas, molestias relacionadas con el ruido del tráfico, locales de ocio o maquinaria.
Una familia de Ciudad Real ha medido la intensidad del ruido que provocan unos ventiladores de refrigeración de un supermercado próximo a su vivienda, superando los 50 decibelios de máximo que estipula la ordenanza que regula la emisión de ruidos y vibraciones. Además, destacan que la medición se efectuó desde un piso a unos 15 metros de altura, cuando éstas deben realizarse próximas al foco emisor, por lo que consideran que la intensidad real será mayor. En cualquier caso, comentan que la situación se repite cada verano, provocando grandes molestias durante las horas de descanso.