Ricardo Chamorro.- Antonio Gramsci nació en Cerdeña en 1891 y murió en Roma el 27 de abril de 1937. Fue un político, pedagogo, filósofo y teórico marxista italiano. Llegado a Turín en 1911, se hace miembro del Partido Socialista, y más tarde del comunista, del que llegaría a ser uno de los principales representantes durante los años veinte.
La gran aportación política filosófica de Gramsci se puede resumir en la siguiente frase: «Donde reina una atmósfera cultural específica, no es posible la toma del poder político sin ocupar antes el poder cultural».
Por ello el planteamiento de este político era, a diferencia de los comunistas rusos, que el poder cultural es superior al poder del Estado para hacer la revolución.
Para Gramsci la subversión política no crea una situación, sólo la consagra. «Un grupo social puede e incluso debe ser ya dirigente antes de haber conquistado el poder gubernamental: es una de las condiciones esenciales para la conquista de ese poder».
España en el imaginario
El trabajo de la izquierda para asentar esa superioridad moral y cultural ha sido constante desde hace tres décadas en España. Alfonso Guerra ya dijo que «a España no la iba a conocer ni la madre que la parió».
Las políticas en educación, sociedad y cultura han ido orientadas, los 23 años de socialismo, por esa voluntad gramsciana de cambiar la sociedad a largo plazo a través de la hegemonía del poder cultural. En frente se han encontrado muy poco y muy acomplejado.
La izquierda, de manera coherente, ha luchado por el mantenimiento del monopolio cultural, con uñas y dientes, acabando con cualquier resistencia en el camino.
Frente a ese empuje de la izquierda, la derecha tuvo un momento de reacción en la segunda legislatura de Aznar y, sobre todo, en las dos legislaturas de Zapatero, donde hubo una reactivación de respuesta social, mediática y cultural de la derecha social frente a las políticas de ingeniería social de ZP.
Esa derecha social en la calle fue el salvavidas del Partido Popular después de la derrota política posterior al 11 de marzo, sin ella el Partido Popular hubiera desaparecido bajo la bota de Zapatero.
A partir de la victoria descomunal de 2011 de Rajoy, el propio PP comienza a dilapidar todos los resquicios culturales de resistencia política y social de esa derecha en la que se había apoyado. El PP asume todo el plantel ideológico de Zapatero, no derogando absolutamente nada. El PP desprecia a todos los Movimientos Cívicos netamente de centro-derecha y asume el ambiente cultural progresista, así como sus valores.
Políticos tecnócratas y grises, consideraron que la lucha cultural, la batalla de las ideas es una batalla absurda, en un mundo donde lo importante es únicamente la economía, consideran que defender valores es incomodo y además perjudica los negocios pues lo importante es que esto siga sin conflictos.
Y con el anterior pensamiento de una derechita centrista, absurda, apolillada, acomplejada y cobarde, hemos desembocado en la España de 2015 donde el PP es un pollo sin cabeza, bloqueado ante su derrumbe. En frente tenemos una izquierda, que es postmoderna y radical, que controla culturalmente España, que ha recuperado brutalmente poder político municipal y autonómico, y que tiene una estrategia clara de frente común para conquistar el Estado en las generales.
Gramsci tenía razón y sus correligionarios le hicieron caso. Otros sólo leen el Marca.
GUAU!
Así es que la izquierda tiene siempre una superioridad moral…jejeje.
Pues yo lo veo de otra manera. La gran lucha en España ahora mismo está en los medios (todos se creen que La Sexta Noche es el Parlamento español -error-), con una ventaja tremenda de los medios de izquierdas, frente a los de derechas ¿Por qué? Muy fácil, mientras que en los medios de izquierda se analiza, se discute, se racionaliza…en los de derechas se sueltan a los Rottweyler a llamar «puta» a una consejera porque no se está de acuerdo con su trabajo.
Esa es la diferencia fundamental. Los medios de derechas no saben discutir, solo saben insultar y menospreciar: Marhuenda, Tertch, Losantos, Herrera, Durán, García Serrano etc etc. Son unos auténticos mamporreros del PP, que hablan desde unos altares que NO se han ganado (nunca son líderes de audiencia) y piensan que el menosprecio continuo al contrario es la manera. Y, así, a lo único que llegan es a cabrear e irritar hasta a los suyos.
Cuando acusas de superioridad moral a la izquierda, con tanta facilidad, no te das cuenta de cómo tratan vuestros voceros a quien no piensa como ellos y, sobre todo, no tienes en cuenta el mensaje tan odioso, irritante y guerracivilista que se saca a diario en los medios y que algún día va a tener consecuencias disparatadas…¿Acaso Losantos o Herrera no son unos pagados de sí mismos? ¿Qué autoridad moral tienen para hablar con ese desprecio del contrario?
Mira, esto va como va. Vuestro propio adjetivo (Conservadores) os delata. Queréis que todo siga igual, que los principios rectores sean los vuestros y que todos vayan a un pensamiento único (de hecho, es ahora cuando han salido, después de 35 años, dos partidos alternativos al PP a la derecha y a la izquierda), mientras que la izquierda se replantea todo, se divide en diferentes opciones y prefiere avanzar, aunque haya que modificar principios ¿Qué coño es eso de principios inamovibles? ¿Seguimos arrastrando a las mujeres del pelo como en las viñetas de la prehistoria? Y eso os mata, y os mata de envidia. Os revienta que haya gente que avanza, que vive más libre, que elije su sexualidad, su dependencia o no, su modelo de familia etc etc. Eso es lo que os tenéis que revisar, que haya gente libre y que os joda tanto.
Hablas de «reactivación de respuesta social, mediática y cultural de la derecha social frente a las políticas de ingeniería social de ZP». Un huevo reactivación. Contra ZP mandásteis a la acorazada Brunete. Es más, si a Rajoy los medios de izquierdas lo hubieran tratado como trató la caverna a ZP, estábamos ahora mismo repitiendo la Batalla del Ebro. Porque no tenéis medida cuando la tomáis contra alguien. Y la ingeniería social de ZP es algo reconocido en toda Europa. Otra cosa es la economía, donde la cagó del todo.
Por último, solo decirte que realmente me asusta lo que dices de «derechita centrista, absurda, apolillada, acomplejada y cobarde» ¿Cuál es la alternativa, volver a recuperar España como en el 36 y que seamos de nuevo una grande y libre? De verdad que me asusta leerte. Acláramelo, por favor.
No te asustes campeon, y sigue a lo tuyo. Si te doy miedo no me leas ¿Por cierto, porque no escribes una columna con tu nombre real en vez de estar enredadando en las opiniones de los demas de manera anonima? ¿No soportas que hayan opiniones diferentes? Pues nada chico, mucho animo, yo seguire opinando lo que me de la real gana, asi que no voy a darte mas explicaciones. Adelante con tu rollo. Un saludo
Te lo agradezco (lo de que no me preocupe). Me quedo más tranquilo. En cuanto a lo de escribir más allá de una humilde opinión, no creo que tenga calidad suficiente para ello (es curioso que los de derechas me digáis siempre eso…porque ya van varias, pero sigo pensando igual….eso de escribir columnas o artículos, mejor para los que sabéis).
Y, lo de que no puedo no soportar opiniones diferentes…discrepo (me dejarás ¿No?) y, por supuesto, opina lo que te dé la gana, pero acepta también que yo te responda como la gana me dé. La suerte de MCR es que mientras no haya injurias o calumnias, se puede opinar en libertad. Sobre todo, si lo que dices choca contra los principios fundamentales de la Constitución (de nuevo, en mi humilde opinión), cuando has hablado de temas como la familia o el aborto (a lo que no me respondiste en su día); o como haces ahora hablando de la izquierda como si fuera el bicho que le picó al tren (y cuya respuesta te agradezco).
Lo mismo no te has dado cuenta, pero el mismo efecto en las tripas que te provoca a ti la izquierda, nos provoca a otros la derecha, o la derecha a la derecha de la derecha, mejor dicho (bueno a mi, que no quiero resultar arrogante). Así es que, tendremos que aprender a convivir con ello.
Salud y respeto.
Hola Ricardo:
Dar por hecho que «el PP asume todo el plantel ideológico de Zapatero», me parece enfermizo y con una evidente prelación traumática (J. Derrida). Pero, estoy contigo en que no deja de ser cierto que el ciudadano de a pie está tan quemado Rajoy como con ZP hace ahora 4 años.
No me queda claro la relación que sugieres con Gramsci, si lo que, en realidad, quieres es atacar a Rajoy por ser un pelele. Pudiera ser, por decirlo en manchego, que mezclas churras con merinas. Si de Ortega y Gasset (un filósofo que intuyo que te podría gustar: si no lo conoces, te lo recomiendo) se menciona siempre el «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo» (del libro «Meditaciones del Quijote»); del italiano Antonio Gransci, la frase embrionaria de su pensamiento es «Pessimismo della ragione, ottimismo della volontà» (del libro «La formazione dell’uomo»), que en español sería algo como «El pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad». Un poco de conocimiento al respecto antes de ponerte a escribir evita que te metas tú solo en un campo de espinas. Pero entiendo que es pedir demasiado que se manejen los referentes con hondura.
El tópico que manejas está trillado en España a consecuencia del Golpe de estado franquista y el consecuente exilio republicano (1939-1975: la fecha es simbólica, porque hay muchos que no regresaron). León Felipe decía aquéllo de nos llevamos la canción, aunque rectificó años después en la presentación de un poemario de Victoria Atienza. En cualquier caso, sobre el tópico de la hegemonía cultural te recomiendo leer a Sebastiaan Faber «Exile and Cultural Hegemony» (2002). Faber es un hispanista que escribe en español, aunque este libro está en inglés.
Una última cosa, un consejo. Cuidar el contenido te enriquecerá, así como la forma. Son cosas que van siempre juntas. En rigor, yo le pediría a alguien que te corrigiera la ortografía antes de publicar algo, que da un poco vergüenza los errores de primaria que cometes: porque, hayan, animo, seguire, mas…
Saludos, ciudarrealeños.