Manuel Hipólito Romero ha sido este año el galardonado con el Trofeo de Folklore ‘Hidalguía’ que anualmente concede la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid para reconocer a quienes trabajan y se esfuerzan en pro de la conservación, el estudio y la difusión de estas tradiciones de coros y danzas en el conjunto de la comunidad autónoma.
En el currículum con que la entidad avala “la larga trayectoria de in-vestigación y conservación del folclore castellano-manchego” que desde Almodóvar del Campo y su entorno viene desarrollando el alma máter de la Asociación ‘Balálita’, se le define como “un amante del Folklore”.
También es acertada la consideración de que todo el legado que está aportando Hipólito lo hace “desde la humildad, siempre con la colaboración de las entidades con las ha contribuido y, sobre todo, con la ayuda de su familia y de la gente de su grupo”.
Humildad de la que sigue haciendo gala cuando expresa que este reconocimiento, entregado en vísperas del día de Castilla-La Mancha en un acto celebrado en la capital de España, “no lo esperaba, la verdad sea dicha”.
Como persona apasionada por lo más tradicional de su pueblo, re-conoce no obstante que el galardón “me ha causado mucha sensación, mucha alegría y no solamente yo sino que toda mi familia también ha disfrutado”. Un premio que le es otorgado, como apunta, “quizás ya en mis últimos años en estas tareas”.
La trayectoria de este almodovareño entusiasta de 62 años, casado, con dos hijos, abuelo ya y funcionario en el Ayuntamiento de su pueblo, es ingente si se tiene en cuenta que está ligado al folclore manchego desde que apenas había cumplido los 12 años de vida.
Manuel Hipólito siempre ha pertenecido al grupo de coros y danzas de Almodóvar del Campo que ha ido tomando el relevo en el mantenimiento de estas costumbres en la población, bailando y tocando la bandurria y, sobretodo, dedicado a la investigación de las tradiciones populares como los mayos, las canciones, los bailes, los trajes, la gastronomía, etcétera. Y para ello no ha dudado en recorrer pue-blos, aldeas o cortijos, “guiado siempre por la idea y el afán de que su pueblo siga conservando las raíces y tradiciones más típicas y populares”, destaca el documento que acreditó la concesión de este Trofeo ‘Hidalguía 2014’ enmarcados en los premios ‘Castellano-Manchegos 2014’ que otorga la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid y que preside Olga Alberca Pedroche.
“Almodóvar tiene muchas cosas, algunas ya algo abandonadas y de por sí hemos logrado recuperar casi todo”, refiere un Hipólito Romero que sigue empeñado en rescatar “algunas cosillas que no me gustaría dejar a medias para ya terminarlo todo”. En este sentido se refiere a grabar los mayos de todas las aldeas y de hecho en breve se acercará a Veredas que es el único que tiene pendiente, de manera que jugo a algunas otras cosas que no pudieron recogerse en anteriores trabajos discográficos, ya sí se incorporarán en el que ya está en mente.
Hasta el momento, fruto de las investigaciones realizadas, Manuel ya expuso y llevó a cabo la grabación de dos CD’s. El primero de ma-yos, jotas, fandangos, seguidillas, gañanás, etc. Y el segundo con canciones que se interpretaban en torno a la Navidad y especial-mente en las tradicionales matanzas del cerdo, canciones enraizadas en el entorno así como cánticos pastoriles y romances populares.
“He trabajado muchísimo en este sentido, he disfrutado y que ahora mi pueblo tenga todo esto…”, comenta con la sensación de haber realizado la misión que él mismo se auto encomendó un día. En su afán de dejar para memoria de todos y valoración de generaciones venideras, Hipólito quiere completar este “legado” con algo también pendiente, un libro que documente tan rico acervo almodovareño y del Valle de Alcudia. Lo desea hacer con tranquilidad, con el necesario tiempo que le proporcionará su próxima jubilación y permita dedicarle a esta nueva empresa el cariño que le quiere impregnar.
Echando la vista atrás reconoce haber experimentado no pocos “sinsabores”, entre ellos esos que le han obligado a tratar de mante-ner vivo el compromiso de los componentes del grupo folclórico. Pero también rememora satisfacciones “como hacer una buena actuación o el poder irme a una aldea un Viernes Santo por ejemplo y a la vuelta regresar a casa contento de alegría diciendo que ya tengo los mayos de Valdeazogues”.
En Almodóvar del Campo Manuel es una persona respetada y querida, que lleva casi 40 años en la dirección de la Asociación Cultural de Música y Danza ‘Grupo Balálita’, en la que recaen todas las tra-diciones populares de la localidad. Otros de sus muchos hitos han si-do la instauración del Festival de Folklore de ‘La Mancha Baja’ que este 2015 cumple 37 años; la recuperación de las Cruces de Mayo en el marco de una rica programación que exalta estos bellos cantos; o fue miembro fundador de la Federación Castellano-Manchega de Asociaciones de Folklore a la que sigue ligado. Ha escrito en publicaciones especializadas en la materia y con anterioridad a este trofeo había recibido hasta la fecha otras tres distinciones.
Todo ello se ponía en valor el 30 de mayo en la entrega del galardón en Madrid. “Un día con mucha alegría y emoción grande” y que, como añade, compartió, feliz, con su familia y también con amigos.
