Javier Fisac Seco.- La derecha no puede gobernar porque no ha ganado las elecciones por mayoría absoluta. Sencillamente porque la mayoría de los ciudadanos no los han votado sino que han votado a otras fuerzas políticas que son mayoría electoral absoluta frente al PP, pero la derecha quiere gobernar. Si por medio de la dictadura no puede, se ha propuesto conseguirlo con estafas electorales.
Están tomando como modelo el proceso electoral británico para, consensuando con la socialdemocracia, aprobar un sistema electoral parecido, según el cual las minorías puedan gobernar sobre las mayorías. A eso le llaman en Inglaterra democracia. Y eso es lo que pretende imponer la derecha en España. Por qué esta derecha tan poco amiga de las libertades y la democracia reivindica, ahora, como la solución más democrática, que gobierne la lista más votada. Pues precisamente por eso, porque es la forma menos democrática de gobernar. Sería instaurar dictadura legal que minorías gobernasen sobre mayorías.
Por qué les han entrado las prisas por imponer esta dictadura legal, sencillamente porque, aunque no lo admitan, saben que no volverán a tener mayoría absolutas, que cuando gobiernan es porque tienen más votos que los que no gobiernan. Y resulta que según el argumento de que gobierne la lista más votada puede ocurrir que un partido con el 20% de votos pueda gobernar sobre los demás partidos que juntos representarían sobradamente la mayoría social, el 80% de los votos.
Mientras no ocurra un desastre, el P.P. no tiene ni una sola posibilidad de volver a ganar por mayoría absoluta. Porque ignoran que cuando ganaron lo hicieron con el voto cabreado, infiel, no por simpatía y por fidelidad. Es más, Rajoy, empecinado en proseguir con sus políticas neoliberales, las que benefician a los ricos, empobrecen a los pobres y proletarizan a las clases medias, seguirá desolando el país y arrojando a su centroizquierda a los restos de sus propias bases sociales.
No tienen otra solución que dar un golpe de Estado en las urnas imponiendo la lista más votada que es la que menos apoyo social tiene. Si contaran con el POSE, como los conservadores con los laboristas, podrían instaurar el bipartidismo a perpetuidad y con él la dictadura legal. Pero si el PSOE no se decidiera a apoyarlos, según sus cuentas, aun manteniendo un 25 % como máximo de apoyo social, como todas las demás fuerzas políticas, muy diversificadas, siempre sacarían por debajo de ese 25% nunca nadie podría ser la lista más votada por encima de la de los populares. Con la lista más votada, sin alcanzar nunca mayoría, el PP se garantizaría mantenerse en el Poder.
Sin embargo, contra la voluntad del PP, el resultado de las elecciones ha puesto en evidencia una nueva realidad geopolítica, cuya característica fundamental es la pluralidad de poderes. La correlación de fuerzas se establece entre pluralidad de fuerzas. Parece obvio, pero muchos aún no lo han entendido. No han entendido que tiene que jugar todos, los más votados y los menos, en el mismo espacio y con las mismas reglas. El Poder ya no está concentrado ni bipolarizado. El Poder no está representado por la lista más votada sino por las fuerzas políticas que pueden alcanzar mayorías. Esta es la nueva realidad del nuevo espacio geopolítico del Estado.
En función de esta pluralidad de fuerzas y según la correlación de estas fuerzas en cada espacio, municipio o autonomía, se está produciendo un movimiento, corrimiento y agrupamiento de fuerzas políticas que es muy natural porque se guía por agrupamientos afines dentro de lo posible, no de lo mejor. Nada más previsible, pero se está construyendo una nueva realidad geopolítica que objetivamente favorece la posición de Podemos y aquéllas agrupaciones asociadas con Podemos.
Por una parte, los acuerdos entre el PSOE y Ciudadanos es la mejor solución que se podría dar para Podemos y emergentes, como son las candidaturas municipales en Madrid, Barcelona y Valencia, porque los socialistas podrán gobernar sin tener que recurrir a su retórica izquierdista como un partido de centro derecha, dejando su izquierda abandonada a Podemos y demás emergentes. Para el PP será mala esa asociación porque Ciudadanos podrá demostrar que son mejor solución de centro derecha que el propio PP. Y aumentará su poder electoral, el de Ciudadanos.
Por otra parte, los acuerdos y pactos entre PSOE e Izquierda Unida, como surgen de la necesidad, de ambos, por mantenerse en las instituciones, tratando de impedir que nada se mueva, dejan toda su izquierda en manos de Podemos y emergentes. Mejor no se lo podían poner a éstos. Finalmente, allí donde las candidaturas municipales emergentes, asociadas a Podemos, son mayoría, Madrid y Barcelona, resulta que el PSOE e I.U., han retrocedido a posiciones irrelevantes. Si éstos apoyan a esas candidaturas emergentes, admiten su liquidación política. Y si obstruyen su gobernabilidad, quedan fuera del mapa político. Son lo que son, residuales. Madrid y Barcelona han quedado en poder de la izquierda social, que no son ni los socialistas ni I.U.
Si la cantinela de RoRo emulando a Esperrancia Aguirre sobre que gobierne la lista mas votada, es simplememte hipocresía para agarrarse desesperadamente a la poltrona. A cualquier persona le daría vergüenza hacer semejante afirmacion, porque su partido gobierna en 170 municipios sin ser la lista mas votada:
El PP gobierna en 170 municipios sin ser la lista más votada
Esperanza Aguirre lo vio venir: se avecinaba un pacto de izquierdas que evitará su investidura como alcaldesa de Madrid. Aguirre, defensora de que gobiernen las listas más votadas, lo llamó la “alianza de perdedores”. No sabemos si estaba pensando también en los 170 municipios en los que el PP gobierna sin ser la lista más votada.
http://www.lasexta.com/noticias/nacional/gobierna-170-municipios-espana-ser-lista-mas-votada_2015061200090.html
Una pregunta, amigo Javier, ¿con que resultado crees que le hubiera gustado a Manuela Carmena ganar en Madrid? ¿O a Colau en Barcelona? ¿Y si en las generales, Podemos gana por mayoría absoluta, ¿lo celebrarás o considerarás una estafa esa victoria¿ Yo no. Gracias.
Una pregunta, amigo Javier, si en próximas elecciones y por mor de la coyuntura política que haya entonces, Podemos, es la lista mas votada de largo de manera global en ayuntamientos y capitales pero es desbancado del poder por las alianzas resultantes sean las que sean. ¿tendrás el mismo concepto de la lista más votada? Y otra cosa, la democracia es la democracia, tal cual, y por ello ahora hay que desear suerte a Pilar Muñoz en Ciudad Real y a García-Page en Castilla-La Mancha. Sus aciertos serán beneficiosos para todos, pero utilizar de nuevo el término «golpe de Estado» para desprestigiar a un partido democratico, como hizo Pedro Almodóvar delante de la prensa mundial poco después de la infame fecha del 11-M sin darse cuenta que a quien mancillaba era a un pais entero, España, siempre pensando en espadones, es de una intolerancia crónica y manifiesta y un tic muy reflejo y manido. En este país tan dado al revanchismo y a la trinchera visceral y emocional, los libre pensantes como el que suscribe estamos tan mal vistos y erróneamente etiquetados y eso a que demócrata no me gana nadie, por lo que también deseo suerte a los alcaldes del partido golpista, que se han hecho con la vara de mando por acción u omisión de la izquierda, que casos, haberlos haylos. Salud y saludos
El primer correo dirigido al compañero de grupo de correo Javier Fisac ha sido un error, pero aun asi, también puede ser válido para la reflexión. Algunos aplauden el final del bipartidismo, pero Todos en su fuero interno desean con erótica vehemencia el Partido Unico… o la mayoría absolutisima que es el remedo en democracia.
Magníficas palabras. A veces uno piensa que solo hay sectarios que demonizan al contrario per se como hace el articulista todas las veces. Les sirve para seguir sientiéndose mejor moralmente. Yo lo entiendo porque eso que se ahorran en psicológos. Y es gente que nunca duda, todo lo tiene siempre muy claro.
Sectarismo de brocha gorda o de pincel que es la distancia que media entre Fisac y Valero pero sectarismo en los dos lados aunque uno golpee y el otro amague con puyas pringás en veneno, sectarios casi casi todos que leches.
Qué es exactamente lo que quieres decir, Manzanaro?
Si que gobierne la lista mas votada es una dictadura, que lo haga la menos votada, ¿qué es? democracia pura? Grecia, cuyo sistema electoral le da un plus de cincuenta escaños al partido que GANA las elecciones, implica que Syriza es un partido dictatorial? La última reforma del Senado italiano (cámara predominante) que igualmente otorga al ganador un plus de escaños, convierte a Italia en una dictadura?
Hay dos ideas básicas: Quien gana tiene que gobernar; no sé si en solitario o en coalición, pero la minoría mayoritaria no puede quedar excluida. Igualmente, la minoría minoritaria, podrá -o no- tocar poder, pero jamás ha de tener más peso decisorio que una mayoría minoritaria.
Hay que partir de otra base, falaz: y es que el PP no tiene, per se, que ser siempre la primera fuerza electoral. Habrá veces que sí, y veces que no. Pero si tal o cual cosa ocurre, no será por designio divino; será porque los ciudadanos, los mismos que han quitado la mayoría absoluta al PP, serán los que en el futuro -o no- si así lo quieren, volverán a dársela. Es la democracia, que no es menos «demócrata» cuando ganan los tuyos, que cuando pierden, cosa habitual en la facción sectaria a la que parece pertenecer este señor que firma estos artículos.
La solución es bien fácil. Si no gusta el sistema mayoritario anglosajón, apostar por uno representativo a segunda vuelta; así, en el ayuntamiento, podría haberse visto si la señora Romero podría ser la primera fuerza, o bien, así, la señora Zamora, ganando una segunda vuelta, se quitaría ese halo de alcaldesa minoritaria (apenas un 30% con 5,5 puntos menos que el PP) y perdedora de elecciones, aparte de quitarse de encima la rémora de los comunistas. Ganar una segunda vuelta siempre legitima.
Puestos a buscar coaliciones, lo más coherente hubiera sido buscar una a la «alemana»; es decir: pp+psoe, moderación al poder y un total del 67,94% de los votos. Pero claro, esa gran coalición, rompería con la diatriba del PSOE: la realidad del presupuesto con la ficción demagógica que le invade cuando está en la oposición y que hace que se vaya con Podemos (o ganemos, que ya sabemos que en Creal no era podemos, que es IU recauchutada)