Lamentamos comunicarles que todo esto no ha sido más que un desafortunado fallo en el Matrix culipardo. Muchas elecciones, negociaciones, asambleas, más asambleas y pactos; mucho acto de investidura, promesas y juramentos, discurso, camisetas y foto coja, pero no es más que una ensoñación cibernética radical de izquierdas. Cuanto más confiados crean caminar hacia el «cambio y el progreso», más fuerte se darán de bruces con la realidad:
Toda la vida chupando de los presupuestos, vamos. Malo seas y bien te vendas.