Unos dos millones de miembros de la Muface, incluidos los más de diez mil existentes en la provincia de Ciudad Real, han vuelto a disponer de la oferta sanitaria que venían prestando hospitales madrileños privados para tratamientos de enfermedades graves, como el cáncer, que fuera recortada el 31 de diciembre de 2014, como consecuencia de sus problemas de financiación, según comunicó hace unos días la propia dirección de Muface a CSI·F, sindicato que llevaba meses reclamando la recuperación de este derecho.
Los funcionarios, policías y militares del ISFAS, alrededor de 2 millones de personas, recuperan así una decena de centros sanitarios madrileños, pertenecientes a los grupos Quirón, HM y Ruber Internacional, que eran referencia también para los pacientes de provincias limítrofes de esta comunidad autónoma, como Ciudad Real.
CSIF, como sindicato más representativo en las administraciones públicas, se alegra de esta rectificación, que se produce después de la campaña reivindicativa iniciada a principios de año –en colaboración con la Confederación Española de Policía (CEP) y la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC)—y que se concretó en recogida de más de 135.000 firmas a través de Change.org, reuniones con todos los grupos parlamentarios, Defensora del Pueblo o la comisaría de Salud de la Unión Europea, a quienes CSI·F agradece sus gestiones realizadas con el Gobierno de España.
Esta decisión de Muface afecta a todo el colectivo de afiliados, pero especialmente a un amplio grupo de pacientes con enfermedades graves (oncológicos y cardiacos) que de la noche a la mañana se enteraron, en su propio centro sanitario, que ya no tenían derecho a recibir la asistencia sanitaria.
CSI·F reconoce las gestiones realizadas por el director general de Muface y su equipo para recuperar esta oferta sanitaria, con la dificultad que conlleva la coyuntura política y las directrices del Gobierno para los recortes y su escasa sensibilidad hacia sus funcionarios.
Viabilidad de Muface
Tras haber recuperado este derecho, CSI·F reclama al Gobierno que revise su política, pase página a la política de recortes y garantice la viabilidad a medio y largo plazo de Muface, aumentando su financiación. Esta medida debe de ir acompañada de una nueva política para el conjunto de los empleados públicos de este país, con el fin de que recuperen su poder adquisitivo (un 30 por ciento desde el inicio de la crisis), sus condiciones laborales y la calidad de los servicios que reciben nuestros ciudadanos.
En las recientes elecciones municipales y autonómicas, los empleados públicos se han pronunciando exigiendo una política alternativa a través de las urnas, por lo que CSI·F espera que esta rectificación en Muface sea el inicio de otras muchas.
