Barra libre (6): olvidos electorales

José RiveroLlama la atención en la reciente campaña electoral, ya en el proceso final, el silencio denso en torno a las cuestiones relacionadas con el Urbanismo y con la Vivienda. Silencio denso y espeso, por parte de todas las formaciones en liza,  sobre el Urbanismo y sobre la Vivienda; aquejados como están ambos, últimamente, de una mala prensa y de una peor imagen. Y quizás ello motive el sorprendente mutismo global de los partidos concurrentes.

rv_urbanismo-02Cuando bien cierto es y ha sido, que ambas cuestiones de la Vivienda y de la Ciudad son, ya no sé si siguen siendo, los ejes de la vida política municipal. Baste mirar atrás, a la genealogía de las Elecciones Municipales, desde 1979, para advertir la centralidad de ambas cuestiones en los debates municipales y en la vida política local misma. Por eso puede leerse, en un texto reciente sobre el proceso electoral en curso que «Los programas electorales no parecen aspirar a crear un nuevo tipo de ciudad, como se deseaba en 1979» y como muestra del marcusiano ‘Final de la utopía‘.

Por ello resulta creíble que en ese año originario de 1979, el eslogan del PCE, fuera del tenor de «Evita que la vivienda te cueste la vida«. Porque habría, finalmente, gente a la que la vivienda le acabaría costando la vida misma; rv_urbanismo-03como tal vez le venía costando ya de antemano a otros lumpen proletarios. Por ello y por las presiones políticas y vecinales sostenidas, en 1981 se firmaba el AMVU (Acuerdo Marco sobre Vivienda y Urbanismo) y se establecía que, para el desarrollo de las políticas públicas de vivienda y su consiguiente cuantificación, se procedería a realizar la estimación de la ‘Demanda no solvente‘. rv_urbanismo-01Que los más cautos y precavidos, fijaban ya en la cercanía del millón de unidades para ese horizonte de 1981. Por ello, el eslogan  «Evita que la vivienda te cueste la vida«, resulta tan claro y evidente como han acabado demostrando los 360.125  casos de lanzamientos de hogares con desalojo, verificados entre enero de 2008 y septiembre de 2014.

Incluso, se formulaba entonces el ámbito local como el enclave preciso y exacto de la Democracia Urbana, como el lugar desde el que satisfacer los derechos constitucionales consagrados en el artículo 47. Aquel artículo meramente decorativo y siempre papel mojado como hemos comprobado después, que fijaba ‘El derecho universal a la Vivienda’ como uno de los principios rectores de la ‘Política social y Económica’ de nuestro ordenamiento constitucional.

Pero también hablaba, el mencionado artículo 47 de la Constitución de la justa recuperación comunitaria de las Plusvalías urbanísticas, derivadas de la acción urbanizadora. Cuando el proceso ulterior y bien conocido como hemos visto y conocido, ha sido el de una privatización creciente, encadenada y enorme, de las plusvalías derivadas de la acción urbanizadora. Fruto todo ello, además, de la  fuerte opacidad tanto en la propiedad del suelo, como en los procesos de transformación del mismo, como en las recámaras sombreadas del poder económico y financiero. rv_urbanismo-04Circunstancias éstas, que unidas a la venerada boyantía de la producción edilicia, han determinado un sinfín de casos de corrupción urbanística. Llegándose a contabilizar, desde 2006, año de la ‘Operación Malaya’ en Marbella, hasta 650 tramas de corrupción urbanística, desplegadas por 700 municipios de España entera.

Y es que todo eso de los derechos constitucionales a la vivienda y a la rentabilización social de las plusvalías del suelo, dicho desde el abismo al que nos ha llevado el cacareado ‘Boom inmobiliario‘, parece un ejercicio de humor negro. O una reducción al absurdo. Con un mercado inmobiliario alterado e irreconocible, tras la ‘Década Prodigiosa’, aquella que, extendida entre 1997 a 2007, vio levantar 6,5 millones de viviendas. Al tiempo que los endeudamientos medios familiares pasaban del 55% al 130% de la renta familiar media, y los precios del metro edificado se multiplicaban por tres; y al tiempo que la ‘Demanda no solvente’ pasaba ya de los dos millones de unidades.

Es decir cumpliendo ‘el silogismo de la abundancia imposible’: a más construcción de viviendas, más aumenta el número de viviendas vacantes y más crece el número de demandantes sin posibilidades de acceso al bien-vivienda. rv_urbanismo-05Justamente, coincidiendo ‘el silogismo de la abundancia imposible’ con el hundimiento de las políticas públicas de viviendas y con el hundimiento último de los precios («más del 10% de las personas con hipotecas vivas, están atrapadas en viviendas que valen menos  que el préstamo pendiente«, dice Sofía Pérez Mendoza). En una demostración de las incapacidades sociales y funcionales del mercado inmobiliario. Vendido, ese sacrosanto Mercado Inmobiliario, como panacea de la redistribución equitativa de los recursos disponibles, pero solo capaz de apropiación de rentas especulativas y rentas parasitarias y urdidor de una bochornosa corrupción político-institucional.

Hablar en los presentes Programas Electorales en liza, de Vivienda y Urbanismo, cuando se clausuran o jibarizan las Empresas Municipales del Suelo y las Empras Municipales de Vivienda, como ocurre en Ciudad Real con la Empresa Municipal EMUSVI clausurada y extinta, o cuando los POM, o cualquier otra programación urbanística, duerme el sueño, no de los justos, sino de los impotentes; es pura impostura o simple amnesia.rv_urbanismo-06 Por ello, los Planes Urbanísticos ni están ni se los esperan próximamente; quizás ni se los necesite. De igual forma que las viviendas de promoción pública, son un mero anacronismo. ¿Cómo promover nuevas viviendas, cuando permanecen 800.000 unidades en manos del sector financiero, y  cerca de 2.000.000 de unidades vacantes?

Con vacios como los citados, en los hechos y en las palabras, en los programas y en las reflexiones de los candidatos, no sólo se da la espalda a la lógica política del pasado inmediato, sino que desaparecen de la centralidad municipal ambas cuestiones en la vida local. Y además desaparece la defensa constitucional de derechos básicos de los ciudadanos. Hablar en los presentes Programas Electorales en liza, de Vivienda y Urbanismo, es como nombrar la cuerda en casa del ahorcado.

Periferia sentimental
José Rivero

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4 COMENTARIOS

  1. El nuevo paradigma reconstructivo y fuente de especulación futura de los grandes grupos financieros es, o será, la llamada eficiencia energética a la q se nos obligará en breve. Y siendo justa en su objetivo, al tratar de reducir las pérdidas y consecuente gasto, no lo será igual en su aplicación y redistribucion, en la medida en q seguirá favoreciendo al capital frente al ciudadano. Toda ley por justa q parezca lleva su trampa. Respecto al silogismo q planteas no se estará llevando al absurdo de hacer una ciudad sin su básico componente? No tengo la respuesta pero estoy contigo en q a dichos programas les faltan ideas claras no sólo de contenido, sino así de continente…

    • Contenido versus continente. Aunque ya San Isidoro en sus ‘Etimologías’ advirtiera que «la ciudad es la gente que la habita». No sólo los Palacios y Foros, Estadios y Termas, son y definen la ciudad. El Neoparadigma energético, que comentas bien merece un análisis detallado y deconstructivo. Tanto desde la Producción Normativa del concepto vivienda y su silencio glacial; como de la nueva obsesión productivista en lo enérgetico, que ataca la vivienda, pero pone en marcha subvenciones públicas a la automoción privada, altamente ineficiente en el consumo de energía.

  2. No hay que darle muchas vueltas. El POM de Ciudad Real es lo que le ha salido de las narices a algunos constructores que se han pasado por el forro durante años la ley. Y lo que no me queda claro es el papel de ciertos asesores de confianza que han desfilado por el mercado.

    Desde luego, esta Ciudad es un claro ejemplo de lo que NO es urbanismo. Y que esta mujer hable de ello es para pasar vergüenza ajena.

    Unidades de ejecución abandonadas, chapuzas como las de la Poblachuela, tráfico infame, líneas de autobuses sin sentido, barrios sin servicios, destrucción del poco patrimonio que tenemos, abandono de Puerta del Torreón, arbolados inadecuados, malas canalizaciones de agua potable y alcantarillado. En resumen: inexistencia de programación urbanística.

    Si alguien. Del PP pronuncia la palabra Urbanismo ya está mintiendo.

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