Sabemos de la existencia de la llamada ‘Gramática Parda’, que es esa suerte de saber popular indocumentado y con pretensiones científicas. O con ínfulas, muchas ínfulas y algunas ‘ínsulas‘. Ocurre que en tiempos electorales, como los que vivimos, la demostración visible de los candidatos en liza, es puro ejercicio de ‘Gramática Parda’. Y no por los colores desplegados, que son variados y brillantes; sino por las inconveniencias vertidas, tanto por boca de orador sobrevenido como de orador muy curtido. Como ejemplo, Fernández Aránguez de Ciudadanos, olvidando su programa. Amnesia electoral.