El vino hoy es fundamentalmente fuente de placer, pero desde los orígenes de los tiempos el vino ha sido, ante todo, un alimento básico y también una medicina, constituyendo un elemento imprescindible en la vida de los pueblos, de lo que ha quedado constancia en multitud de textos literarios y humanistas, según ha expuesto el catedrático de Literatura Española de la Universidad Autónoma de Madrid Antonio Rey Hazas, gran conocedor del mundo del vino en el Siglo de Oro, quien ha participado en la segunda de las mesas redondas en torno a literatura y vino.
Una mesa coordinada por el filólogo y escritor Rafael Morales Barba en el marco de Fenavin-2015, dentro de las actividades que en esta edición patrocina Bankia, y que además ha contado con la participación del director de la 23 edición del Diccionario de la RAE, Pedro Álvarez de Miranda, quien ha tratado la rica presencia del vino en nuestra lengua, junto a los poetas Idoia Arbillaga y Ricardo Pérez, responsables de recitar una cuidada selección de textos poéticos propios en relación al mundo del vino.
Y es que, como ha manifestado Rafael Morales, el vino es todo un mundo y centro neurálgico de nuestra cultura mediterránea, hecho en el que han coincidido todos los ponentes, destacando su vinculación con las fiestas, pero también con lo sagrado, alzándose como «elemento esencial de nuestra cultura y, por ende, con un claro reflejo en todo nuestro léxico», según ha señalado Álvarez de Miranda.
FENAVIN, la importancia de conceder a la cultura del vino el lugar que se merece
Todos ellos han coincidido en señalar la relevancia e importancia de la organización de este tipo de actos culturales. En este sentido, Pedro Álvarez de Miranda ha subrayado cómo el hecho de que una feria como FENAVIN tenga en cuenta y se preocupe por los aspectos culturales del vino es algo estupendo, al tiempo que ha apuntado que «la presencia del vino es una constante en todas las civilizaciones, al menos del mediterráneo, y la lengua española hereda todo un patrimonio lingüístico que nos viene del latín, y que ha ido creciendo y enriqueciéndose».
En términos similares se ha expresado Arbillaga, poeta y doctora en Crítica y Teoría Literaria para quien «hablar del vino en la literatura es hablar de la cultura del vino, es crear cultura del vino», definiéndolo como un elemento vivo, un emblema de vida, además de reconocer que estaba encantada de participar en este tipo de actos dentro de FENAVIN «una de las mejores ferias de Europa y de mayor relevancia del mundo».
Reflexión que también ha compartido Ricardo Pérez, doctor en Filología, poeta, ensayista, crítico literario y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, para quien vincular el negocio del sector del vino con la cultura es «fantástico, tanto para FENAVIN como para los propios invitados», ha apuntado.