En la Edad Media los goliardos se reunían en las tabernas para hablar entre amigos de poesía con un vaso de vino en la mano. La alegría de vivir, la sabiduría y la experiencia envolvían esos encuentros. Ese ambiente festivo se ha revivido hoy en Fenavin en la mesa redonda «El vino de los poetas», donde el periodista Javier Rioyo ha tomado el timón de una conversación entre amigos y amantes del vino. Rioyo, acompañado por los escritores Almudena Grandes y Benjamín Prado y el editor de poesía Chus Visor, han compartido sus recuerdos y las experiencias que relacionan la poesía y el vino.
Javier Rioyo ha abierto la ponencia nombrando a algunos de los poetas que más se relacionan con el vino como son Verlaine, Rimbaud, Poe… pero ha señalado que lo que más une a los poetas es el vino. «Todos los poetas son de buen beber, algunos incluso de beber mucho» ha bromeado. El periodista ha usado como referente el caso del cineasta Luis Buñuel, gran bebedor, quien se convenció para comenzar a trabajar con Jean Claude Carriére, su guionista de confianza, al saber que su familia era de tradición vinatera.
La escritora Almudena Grandes va más allá y ha hablado también de las relaciones con otros poetas contemporáneos con el vino. «Para mí el vino siempre tiene que ver con la conversación, con la sobremesa, con los amigos», relataba la escritora, «Ángel González siempre decía, en broma, que Neruda podría haber titulado sus memorias Confieso que he bebido, pero el primer nombre que me viene a la mente cuando pienso en vino y poesía es el de Rubén Darío, que era un gran bebedor y su melancolía se relaciona mucho con el vino». Uno de los primeros recuerdos expuestos por la reconocida novelista en la mesa redonda ha versado sobre La Odisea, libro que recibió como regalo en su comunión.
La perspectiva de Chus Visor, como editor, se opone a la del resto y se complementa: «Mientras ejerzo mi trabajo es mejor que no me acerque al vino»- bromea-, «pero reconozco el importante peso que el vino ha tenido al otro lado de la literatura, el de la creación durante toda la historia». No obstante, pese a su abstemia profesional, Rioyo ha tildado a Visor de vivir «en un estado de borrachera permanente», por ser capaz de publicar libros de poesía en este país durante 45 años.
Por su parte, Benjamín Prado, en su doble faceta de escritor y pensador, opinaba que no es casual que tantos y tan importantes poetas hayan escrito sobre el vino: Neruda, Nicanor Parra, Baudelaire, Borges… El escritor recurre a dos autores clásicos para explicar su opinión; por una parte se acoge a Huxley: «El vino se puede entender como una manera de abrir las puertas de la percepción, el problema es que si las abres demasiado, te caes», explica. Y por otra, para trascender del mundo literario se apoya en Oscar Wilde, quien reconocía que bebía para hacer más interesantes a los demás.
Todos los ponentes de esta mesa son reincidentes en Fenavin, donde en varias ediciones anteriores han disfrutado de la poesía en comunión con el vino. «A mí me produce cierta envidia la cantidad de gente y la organización que hay en esta feria», confesaba Visor, «ojalá la feria del libro fuera como ésta».