España tiene grandes nombres en enología, que están posicionando el vino a nivel internacional. Esta tarde Lorenzo Díaz, Manuel Villanueva y José Ribagorda han sido los coordinadores de la mesa redonda sobre algunas de nuestras Leyendas de la Enología: Mariano García, Alvaro Palacios y Raúl Pérez, nombres que abanderan internacionalmente con sus vinos la calidad que atraviesa la enología y viticultura nacional.
El doble Premio Nacional de Gastronomía y castellano-manchego, Lorenzo Díaz, justificó la elección de estos bodegueros por ser los más representativos. Cada uno reúne la formación y las cualidades para ser un gran viticultor, y a la vez poseen diferentes formas de concebir su profesión. Estuvo auxiliado por Manuel Villanueva, director de contenidos de Mediaset España; y por José Ribagorda, reconocido por su labor como editor y presentador de Informativos Tele5 y por su blog: «De las cosas del comer».
Partiendo de la premisa de Díaz de que «la imagen de marca de España la conforman sobre todo nuestra gastronomía, vino y deportes» cada uno de los coordinadores fue presentando, y dando voz, a los tres enólogos.
En opinión de Lorenzo Díaz, Mariano García es «la legitimación perfecta. Es el Decano con mayor prestigio de nuestra enología, que sentó las bases para que el vino sea el reflejo de la tierra de la que procede, e intachable trayectoria desde Vega Sicilia a sus bodegas Mauro, Maurodos y Aalto, referencias mundiales del Duero español.»
Cuando tienes un gran producto, tienes que dejar que se exprese
Por su parte Mariano García comentaba como «cuando tienes un gran producto, has de dejar que se exprese», indicando que «los italianos nos llevan ventaja a la hora de vender vino, porque nosotros apenas tenemos restaurantes fuera de España que lleven nuestros vinos, aún nos falta no sólo cultura del vino sino afán por exportar nuestra gastronomía por el mundo; otros han salido antes a vender, y ahora nos toca a nosotros, que ya tenemos productos, enólogos y vinos, y estamos preparados para comercializar».
Manuel Villanueva presentó a Alvaro Palacios, nuestro enólogo más universal, reconocido con importantes premios, que avalan su trayectoria y la calidad de sus vinos (Priorat, Rioja y Bierzo), algunos convertidos ya en míticos: L’Ermita, Dofí, Moncerbal o La Faraona. Grandes vinos de finca que reflejan las singularidades de los pagos de los que proceden. Destacando de él su incesante aspiración por aprender de los suelos, las uvas y la tradición vitivinícola de cada zona.
Para Palacios, «la cumbre del vino es un gran vino clásico, fruto puro de un viñedo privilegiado».
Y José Ribagorda presentó a Raúl Perez, «un druida, gurú del vino, el enólogo de lo autóctono, que eleva el vino a la gloria». Sus vinos son muy buscados y difíciles de encontrar, al ser etiquetados en cantidades limitadas. Díaz se refirió a él como «un investigador, un viajero del vino, insólito en creatividad», que demuestra con su incansable trabajo en la viña en diferentes regiones – Bierzo, Ribeira Sacra, Monterrei, Rías Baixas, Asturias y Valdevimbre – .
Y la modestia parece también una de sus virtudes, al reconocer «que ni en mis mejores sueños, pensé en compartir una mesa con este quinteto de esta tarde en FENAVIN».
Se está sumando al consumo del vino un perfil de mujer interesante
Buscó Díaz el debate al preguntar por qué en España hacemos los mejores vinos del mundo, y es donde menos consumimos, y no tuvo mucha respuesta. Mariano García le dio la réplica, asegurando que «En España tenemos la mejor relación calidad/precio, y además se está sumando, cada vez más, un perfil de mujer muy interesante a su consumo, dándole un impulso muy bueno, pero no sabría decir a quién corresponde incentivar aún más el consumo para llegar a niveles como los de Francia o Italia».
Estas leyendas de la enología y protagonistas del momento dorado que atraviesa el vino español, marcan el camino a otros bodegueros, y su trabajo se ha convertido en referencia de los grandes vinos españoles, indicaron Ribagorda y Díaz, como en el caso de la Garnacha y el gallego Raúl Pérez, por ejemplo.
A lo que añadía Palacios, «cuando alguien oye la palabra garnacha suena a España, y Pérez fue un visionario al darse cuenta de ello y apostar por esta variedad», a lo que puntualizaba el enólogo gallego: «Aquí hemos pasado de muchos años en los que no interesaban las variedades autóctonas, a ponerlas de moda».
Mucha fe, el mundo y el mercado internacional nos están esperando
También fueron invitados a dar una serie de consejos a un ficticio viticultor castella-manchego que quiera hacer su propio vino y si tiene que saber de vinos. Mariano García les pidió que comiencen con pasión y con humildad, con un proyecto pequeño, «porque hasta ahora parece que todo se quería hacer a lo grande, con macrocosechas; yo empecé elaborando 4.000 botellas, y ahora estamos en más de 300.000».
Alvaro Palacios, quien se autodefinió como soñador, le aconsejó mucha fe y buena tierra, porque «el mundo y el mercado internacional nos están esperando». Raúl Pérez dijo que «para beber y cultivar vinos no es necesario saber ni entender de vinos, es una cuestión de sensaciones, de buscar lo que te gusta».
Los tres grandes nombres de los medios de comunicación, Díaz, Villanueva y Ribagorda, destacan la eficiente labor de FENAVIN desde su lanzamiento hasta ahora y la puntúan con un sobresaliente. Lorenzo Díaz y José Ribagorda son grandes conocedores de la Feria ciudadrealeña, a la que visitan sin excepción. Ambos consideran que ha venido a más a lo largo de sus ocho ediciones, una evolución espectacular que la ha convertido en la Feria indiscutible del Vino en España, contribuyendo a la buena imagen de nuestro país.
Ribagorda recuerda sus orígenes: «es todo un acierto que caló en importadores y exportadores. Tras estos años se ha convertido en la gran feria del negocio del vino, con un altísimo nivel de actividad comercial, que muestra la amplia oferta de los vinos españoles», en su opinión con una relación calidad-precio entre los mejores del mundo.