Por qué soy de Podemos

Pedro Vozmediano es miembro del Consejo Ciudadano de Podemos Castilla-La Mancha.- Recuerdo cuando era niño oír decir a mi padre, socialista de pro, “este país necesita un cambio político”. Era el año 1992, quizás, y tras haber superado ya en esa fase de democracia alguna que otra huelga general. Por aquella época aún andaba estudiando y entre libros y prácticas de taller, sacaba algunos ratos para escuchar un programa que se llamaba La Ventana en la Ser, protagonizado por aquellos años por Javier Sardá.

En esos momentos oía tras las ondas de la imaginación un hombre seguro de aspecto mayor, al cual decían señor “Casamajor”. Éste hombre de aspecto mayor fuese ya hacía algunas crónicas políticas llevadas al humor de la ironía de una manera inteligente y elegante, pero quería aún más. Me tragaba análisis políticos de aquella época, analizaba las medidas que presentaban unos y otros, escuchaba algún crítico político, y entre medias me acompañaba de algún libro que reflejara la economía y la política de nuestro país.

A la medida que fui creciendo, andaba más interesado si cabe aún en todo lo relacionado a la defensa de los Derechos Humanos, en la igualdad entre personas y géneros, en cómo aplicar medidas políticas auténticas para un pueblo que por aquel entonces no vivía en una profunda crisis, pero si existían y empezaba apuntillarse los flecos que nos han llevado a una crisis profunda. El Gobierno de Aznar centralizó su crecimiento económico en el ladrillo, Zapatero lo continuó hasta que le explotó en su propia cara. Entre medias de toda esta aventura surgieron aún numerosos casos de corrupción de la clase política que orientaban las instituciones públicas hacía el negociazo. La economía crecía entorno del 3,5% allá por el año 2002, pero las grandes jugadas de las diferentes élites bancarias como la adhesión de Argentaria y BBV, dejando al descubierto ya cuentas secretas destinadas al pago de consejeros, iban reflejando las políticas que aún a día de hoy se siguen ejercitando en éste país. No alejados de los diferentes casos de corrupción de aquella época dorada para algunos economistas, ( casofilesa, Mario Conde, Rumasa, Ibercop, Kio, Roldán…) son semejantes a los actuales de ahora ( Bárcenas, caso Gürtel, Caso Noos, Eres, Palma Arena, caso pokémon, cuentas en suiza…).

Durante éstos últimos años tanto mi padre y yo, hemos visto echar de sus casas a familias a la calle, hemos visto cómo saquean un país (tanto a mi pueblo cómo a nuestras instituciones), he visto llorar a trabajadores y autónomos, hemos visto desangrar a las economías de nuestros mayores para sacar a sus hijos de mas de los treinta y con responsabilidades hacía adelante, vemos cómo una parte de la clase política aprovecha sus cargos para hacer negocios con empresas amigas, hemos visto crecer los números del paro, he visto cómo desindustrializan una región como la nuestra (un reflejo de lo que pasa en el resto de autonomías). También hemos visto mucha gente en comedores sociales, veo gente que no puede subsistir si encienden el gas, la luz, o que incluso se tienen que duchar menos para no gastar agua. Vemos cómo el negocio de las eléctricas se vinculan directamente con la clase política, a través de sus puertas giratorias, vemos cómo hay enfermos en pasillos, pacientes sin medicinas, y profesores con CV en mano, Veo gente, mi gente haciendo maletas para irse de aquí y buscar una oportunidad fuera, vemos tantas cosas y me pregunto ¿qué ha cambiado?…

Mi padre, que como he dicho es un socialista de pro, un luchador contra elrégimen franquista, que vivió la Transición y colocó carteles en el 82, me mira y nos decimos “ahora entendemos porqué somos de Podemos”.