La inclusión este año de un apartado de productos de la tierra en la Feria Nacional del Vino, está siendo muy valorada no solo por los compradores que se acercarán a FENAVIN los próximos 12, 13 y 14 de mayo, sino también por los ponentes y profesionales que vienen participando activamente en el evento comercial.
Uno de ellos es el presidente del Aula del Vino de Córdoba, Manuel María López Alejandre, que ha apoyado con su presencia la Feria Nacional del Vino desde su primera edición, y que en la de 2015, aprecia especialmente que la labor realizada por el equipo de organización de abrir una ventana a los productos originales de la tierra, -dando cabida al espíritu de la feria «España Original», que se dejó de celebrar el pasado año- se materialice en un espacio que «le dará aún más interés a la feria”, afirma.
«FENAVIN es un éxito porque está muy bien dirigida y pensada, y es una feria que ayuda mucho a la comercialización de las bodegas con unos costes mínimos para los participantes. La organización no sé si llegará a cubrir costes pero aseguro que ha convertido a Ciudad Real en la capital enológica que merece ser”, opina.
El presidente del Aula del Vino de Córdoba impartirá una cata de los vinos manchegos premiados en el certamen «Premios Mezquita- Córdoba» junto con el empresario Celestino Gómez Parra. Según López Alejandre, «tradicionalmente he hablado de vinos del sur, finos, amontillados, manzanillas… Pero este año en vez de andaluces lo haré con vinos de Castilla-La Mancha porque están adquiriendo unas calidades impresionantes», argumenta.
Los vinos escogidos para la cata son el Solmayor Sauvignon Blanc de Uclés, el rosado de Pago del Vicario, el Antares tinto Roble Syrac 2012 de Manchuela y el Yugo Crianza tinto 2010 de La Mancha. Todos ellos estarán maridados con anchoa Rezumar, Laredo, y jamones y otros productos de cerdo ibérico de bellota de la firma Celestino Gómez del Valle de los Pedroches.
La cata: la mejor herramienta publicitaria
«La cata dirigida, la presentación de los vinos a los consumidores por este procedimiento, es el sistema más directo y rentable para dar a conocer las virtudes del vino”, argumenta convencido Manuel María López Alejandre, que lleva impartiendo catas desde hace más de 30 años. Por su propia experiencia, ha podido observar la evolución de la comercialización de vinos muy localizados, como el Pedro Ximénez, que ahora se encuentran en cualquier bar, restaurante o superficie comercial, «está en las nubes en estos momentos porque se hizo un gran esfuerzo en darlo a conocer a través de las catas dirigidas», recuerda, un sistema de conocimiento «más directo que una imagen en un televisor».
El presidente del Aula del Vino de Córdoba expresa que un aficionado al vino recuerda mejor aquel que prueba que aquel que ve, para que «en un futuro pueda conocerlo y saber cómo es para pedirlo en un restaurante o supermercado».
La cata es una herramienta de conocimiento, según Manuel María López Alejandre, que se ha convertido en experiencia para bares y restaurantes, donde se organizan cada vez con mayor asiduidad. «Están creando más afición y más consumo, porque meten a principiantes en el mundo del vino», recalca el experto en vino. Una ventana que él mismo abrirá en FENAVIN con cuatro vinos escogidos manchegos y que han conseguido ser reconocidos en la tierra de los finos y manzanillas.