Ejecutiva local del PSOE de Ciudad Real.- ¿Qué va a ocurrir? A menos de dos meses de las elecciones municipales, Rosa Romero, la alcaldesa ausente, en un alarde de escaparate, dice que va a realizar inversiones en la ciudad por primera vez en cuatro años.
Ahora sí, comenta la Sra. Romero, se va a invertir en la policía local, es decir en nuestra seguridad; se van a acometer obras en determinadas calles y barrios e incluso dice que se debe terminar el teatro auditorio, sarcófago en el que ya se han enterrado quince millones de euros. Un monumento faraónico al despilfarro, presupuestado en sus orígenes en diez millones, y que, al parecer, se necesitarían otros quince para su finalización.
Por primera vez en cuatro años, Rosa Romero, ausente de Ciudad Real durante toda la legislatura – y seguirá estándolo, al menos, hasta noviembre próximo, si no dimite antes de su cargo de diputada nacional – sale a la palestra de los medios o comprando vallas publicitarias con el dinero de todos y, sin pudor alguno, nos habla de la smart city, de la ciudad de la infancia, de la ciudad de la transparencia, de la ciudad con mejor calidad de vida de España.
Hasta hace cuatro días había un contencioso con los representantes sindicales de la policía local que venían denunciando de manera reiterada la “inmensa frustración” de los integrantes de la plantilla “porque no se les facilitan los medios más elementales para poder atender a los ciudadanos como merecen”. Que por carecer, carecen hasta de vestuario adecuado. Al parecer, ahora, en periodo electoral, Rosa Romero dice escucharlos; pero del dicho al hecho… Probablemente, después del 24 de mayo, la Sra. Romero ya no tendrá que tomar decisiones de ese tipo.
Por primera vez en cuatro años habla de inversiones en los barrios con el desconocimiento propio por haber estado ausente. ¿ Dónde estaba cuando el barrio de la Plaza de Toros denunciaba la situación de las deficiencias en calles, acerados, accesos, iluminación, y limpieza por excrementos de animales, así como la necesidad de colocar contenedores soterrados en varias calles ? ¿Por qué no ha escuchado antes el clamor de los vecinos de Larache cuando solicitaban del ayuntamiento una mejor ordenación del tráfico y solucionar los problemas de aparcamiento, iluminación, seguridad, así como solucionar, de una vez por todas, la situación del teatro auditorio y del Quijote Arena? ¿Por qué no atendió a los vecinos de La Morería cuando solicitaban solucionar los problemas de movilidad, limpieza, tráfico o la escasa iluminación de la zona? O del barrio de la Granja, cuyos vecinos se quejan reiteradamente de falta de limpieza viaria, de paradas de autobuses sin marquesina, de que la mayor parte de los contenedores de reciclaje no están soterrados, de aceras levantadas y sueltas, de ratas corriendo por las calles, así como de falta de vigilancia policial. O del barrio del Pilar, donde la iluminación es escasa, calles y aceras en mal estado, donde llegan mal y tarde los servicios municipales de limpieza y es también necesaria una mayor presencia policial.
¿Acaso ha tenido en cuanta durante estos cuatro años los problemas que afectan a los vecinos del barrio del Torreón? Se vienen quejando de ruidos, de actos vandálicos contra el mobiliario urbano, jardines no cuidados adecuadamente, de la zona azul innecesaria y de un agujero eterno y sucio como es el parking no construido y sus aledaños.
¿Y qué decir del barrio del Perchel? Aceras estrechas y en mal estado, problemas de alumbrado público, de accesibilidad, de asfaltado de calles, con un colegio público que es el cuento de nunca acabar.
¿Conoce Rosa Romero los problemas de los vecinos del barrio de los Rosales? ¿De la situación de las calles Lentisco, Caracuel o Mejorana? ¿De la escasa fluidez del transporte público en esta zona? Y así podríamos seguir barrio tras barrio, pedanía tras pedanía; del problema de Valverde con el agua, de Las Casas con la depuradora de aguas residuales. Es necesario un plan integral para reordenar la ciudad. Pero Rosa Romero nos vende eso de la Smart City.
Y por vender, nos vende lo de ciudad amiga de la infancia, algo que ha comprado a golpe del talonario de todos, al igual que antaño se compraban las indulgencias. Pero lo cierto es que, durante estos cuatro años, Rosa Romero ha retirado becas de comedor para niños más necesitados, ha rebajado la cuantía de las ayudas al material escolar, ha recortado el plan de ayuda alimentaria a familias, ha recortado las posibilidades del cheque bebé… Para Rosa Romero lo de ciudad amiga de la infancia se limita a colocar cuatro “Chapas azules” en lugares visibles.
Rosa Romero nos está vendiendo humo.
Rosa Romero no vende humo, «es» humo.