Miguel Ángel Mora Cuesta.- Desde la campaña al Parlamento Europeo se han multiplicado las encuestas sobre intención de voto con resultados de lo más variopinto según el momento y el “cocinero” que las guise en cualquier sentido.
Aunque la única encuesta válida es la de las urnas, todas ellas señalan un reparto tal del voto que parece inevitable el pacto entre distintas fuerzas a todos los niveles: local, autonómico y nacional. En ese juego de pactos a posteriori ya aparecen augures de todo tipo demonizando a unos o bendiciendo a otros.
En ese marco debemos hablar del Ayuntamiento de Ciudad Real, de la actitud del Partido Socialista Obrero Español y de la futura Alcaldesa Pilar Zamora. El espíritu que mueve la candidatura encabezada por Pilar es el del continuo diálogo entre todos los vecinos a título individual y como colectivos. Dentro de esta premisa de diálogo se incluye el acuerdo y, si es necesario, el pacto con todas las fuerzas políticas que obtengan representación el 24 de mayo.
Si hay algo imprescindible para el diálogo es la apertura al mismo. Hemos oído a Pilar Zamora, en las primarias de su Agrupación, definir la barrera de los pactos de gobierno con el Partido Popular. Igualmente lo ha hecho una vez confirmada como Candidata del PSOE: “NO PACTARÉ CON EL PP”.
¿Por qué decir no?, ¿cuál es el por qué de esa negativa? La respuesta es muy sencilla: para dialogar hemos de relacionarnos como iguales, oír al que tenemos al lado, confiar mínimamente en la voluntad del otro, tener el convencimiento de que todos somos capaces de sumar. Esto no ha sido así con el equipo de Rosa Romero desde que ocupa la Alcaldía. Al amparo de una amplia mayoría absoluta han sido continuas las descalificaciones a los dos grupos de oposición y a sus componentes a título individual, el NO ha sido la respuesta a cualquier tipo de propuesta que no saliera del equipo de gobierno, en algún caso para presentar algo similar meses después, las dificultades para poder ejercer el control han sido grandes…
No existen razones para pensar que el PP, cuando pierda en mayo la mayoría, va a cambiar su forma de ser, va abandonar su prepotencia, va dejar de mirar con sentimiento de superioridad al resto de los mortales, va a ser capaz de trabajar en equipo aportando y no restando o escuchar al que tenga distintos planteamientos, sean grupos políticos, vecinos, asociaciones o plataformas vecinales.
Estos son los motivos por los que cuando Pilar Zamora y su equipo socialista se encuentren en mayo en disposición de gobernar, con mayoría deseable o sin ella, hablarán con todos igual que ahora, con todos porque todos somos importantes.
Sí, con todos. Con todos menos con el PP.
