El filósofo y educador José Antonio Marina hizo una llamada a la movilización educativa de la sociedad para que los gobiernos, en lugar de perder el tiempo cambiando leyes de Educación desde la “burbuja” del despacho de un ministerio, apuesten por modelos que funcionan en otros países basados en enseñar a usar bien la inteligencia, que no requieren más presupuesto ni nuevas leyes y con los que se conseguiría un sistema educativo de alto rendimiento en un plazo de cinco años.
“La educación del talento” fue el título de la clase magistral que impartió en la noche del viernes dentro del VII Curso de la Escuela de Ciudadanos de Manzanares.
Con mucho público en pie e incluso desde las balconadas, unas 350 personas llenaron el patio del Castillo de Pilas Bonas de Manzanares para ver la conferencia de José Antonio Marina, que también fue seguida en directo desde el canal de Youtube de la Escuela de Ciudadanos. El prestigioso filósofo, educador, ensayista y articulista, autor de cerca de cuarenta libros, habló de educación en una conferencia aderezada de citas, historias y ejemplos que hicieron reflexionar a los asistentes durante de una hora y media, tiempo que pasó como un suspiro, según reconocieron.
Marina habló de la importancia de desarrollar el talento, como gran riqueza de las personas y para las sociedades, en un mundo cada vez más complejo, cambiante e imprevisible que requiere de un continuo proceso de formación, por lo que abogó por la necesidad de despertar la pasión por aprender a cualquier edad. Durante siglos, las sociedades han cambiado muy lentamente y lo que se aprendía en un corto periodo de formación servía para toda la vida. Pero eso no nos vale hoy día “y si no educamos a nuestros chicos para que sean capaces de enfrentarse a este problema, les vamos a dejar en muy malas condiciones”, afirmó el filósofo toledano.
Según el conferenciante, la gran inteligencia no es la que resuelve problemas teóricos, es la que soluciona problemas prácticos. Por ello cree que lo que interesa en la educación es desarrollar el talento, enseñar a que se use bien la inteligencia que se tenga. Una persona con altas capacidades puede hacer un uso muy estúpido de su mucha inteligencia y acabar mal. “En el póquer, como en la vida, no gana siempre quien tiene mejores cartas, sino quien las juega mejor”, puso como ejemplo.
Los avances en neurología, “la única ciencia optimista que hay”, corroboran los estudios de Marina sobre la inteligencia y, a su juicio, abren una nueva era del aprendizaje. “Se pueden enseñar cosas como la creatividad y la gestión de las emociones, se puede ampliar la inteligencia, que antes se creía innata, y todo eso hay que aprenderlo para llevarlo a las aulas”, afirmó José Antonio Marina en la Escuela de Ciudadanos.
Por ello establece en cuatro puntos la hoja de ruta a seguir para conseguir en nuestro país, en un plazo de tres a cinco años, un sistema educativo de alto rendimiento sin necesidad de nuevas leyes -porque cada cambio paraliza la escuela una o dos legislaturas- y con el mismo presupuesto que se tenía en Educación, “un 5% del PIB, que es sostenible para España”. Aboga por cambiar y mejorar los equipos directivos de los centros; por la formación continua y evaluación del profesorado; por mayor autonomía de los centros para amoldarse a su entorno; y por hacer una educación más diferenciada en la que no se descuelguen quienes, aun siendo muy inteligentes, aprenden más lentamente, ni quienes tienen altas capacidades y aprenden más rápido.
“Es cuestión de gestión y no de dinero”, en opinión de Marina. Sin embargo, el reputado filósofo y educador cree, por la experiencia reciente, que este reto educativo no lo asumirá ningún gobierno pese a estar probado en otros países. “Todos los gobiernos piensan que para mejorar la educación hay que cambiar la ley, y ese no es el camino”, contestó a preguntas de los asistentes.
El ponente citó un proverbio africano -“para educar a un niño hace falta la tribu entera”- para hacernos entender que la educación nos compete a todos y que ver crecer a un niño es de las experiencias más maravillosas que existen por su capacidad de aprender. Por ello dijo que los educadores, además de en enseñar, deben ser especialistas en que sus alumnos aprendan, mejoren la comprensión lectora, la capacidad de esfuerzo y de mantener la tenacidad, de aplazar la recompensa y tengan motivación para el estudio.
Nuevas tecnologías
José Antonio Marina dijo que las nuevas tecnologías pueden ser una ayuda extraordinaria en la educación, pero que se están utilizando muy mal en la escuela, sólo como fuente de información. “Hay que introducir las nuevas tecnologías en los procesos de aprendizaje y es un elemento fantástico para acomodarse a la velocidad de aprendizaje de cada alumno”, respondió a otro ciudadano. También aclaró que no se trata de tener el libro de texto en formato electrónico, “debe ser un programa general con distintos grados de acceso”.
Recomendó estar el menor tiempo posible ante la pantalla del ordenador, móvil o tablet y a no introducir en el cuarto del niño estos elementos hasta cierta edad. “No hay que mezclar la pantalla con los momentos de estudio porque se pierde la capacidad de atención y memoria”, advirtió Marina tras dar a conocer estudios que cifran en un 40% la información que dejamos de procesar si, por ejemplo, mientras hacemos una cosa estamos mirando el washtapp o mensajes en las redes sociales.
“Es mejor ponerse veinte minutos sin pantallas y luego mirar los mensajes cinco minutos”, consejo que dio para todas las edades ante las situaciones de hiperactividad física que genera la atención a estímulos que impiden la concentración, y la hiperactividad cognitiva que se produce cuando no tenemos un nuevo impulso. Frente al exceso de socialización virtual, cuyos efectos aún desconocemos, pidió que se fomente la sociabilidad directa.
La Escuela de Ciudadanos, que dirige el periodista Román Orozco, celebrará su próxima sesión el 24 de abril. El ponente será Miguel Lorente, profesor de Medicina Legal de la Universidad de Granada y exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad.