Ejecutiva local del PSOE de Ciudad Real.- El 22 de diciembre de 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, de acuerdo con las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, con la finalidad de concienciar a los estados para que generasen las políticas necesarias que garantizaran que el agua y la energía sostenibles estén al alcance de todos, y no solo de unos pocos.
Y aprovechando la cercanía de esa fecha, nos gustaría valorar la importancia del agua para la vida; para la vida en todos los aspectos, desde el biológico al de la posibilidad de desarrollo, pasando por el medio ambiente. Estamos cansados de escuchar que el agua es un bien de primerísima necesidad que no puede tener un precio excluyente para los ciudadanos, como no lo puede tener el oxigeno que inhalamos.
Y es aquí donde se platea el problema, cuando observamos que las políticas municipales, las que nos afectan directamente, no tienen en cuenta este axioma capital y encarecen el precio de un producto básico como es el agua. Si el PP pudiera, también entregaría el aire que respiramos a empresas privadas con afán de lucro. Esa es la diferencia entre quienes creen que todo debe ser privatizado y quienes pensamos que existen productos y servicios que son bienes generales y que, por lo tanto, no son susceptibles de ser tratados con ánimo especulativo. Si se continúa en esta dinámica privatizadora, días vendrán en los que los ciudadanos solamente tendremos que decidir sobre qué empresa gestionará los distintos servicios que recibimos, no nos hará falta votar para elegir alcaldes o concejales que nos representen.
La organización de consumidores Facua sitúa, una y otra vez, a Ciudad Real como una de las ciudades donde más se ha encarecido el agua en los últimos cuatro años. Ciudad Real ha registrado un aumento del precio del agua de un 128% durante este periodo. El equipo de gobierno de la ausente Rosa Romero se ampara para justificar este atropello en las amortizaciones que hay que realizar por las obras de saneamiento y depuración. Efectivamente habrá que pagarlas, pero el Ayuntamiento, haciendo dejación de sus funciones, deja que sea la empresa quien fije el porcentaje del incremento de los costes; y lo hizo en un 25,30% en el 2014.
La necesidad de dinero rápido para sanear la mala gestión municipal planteada por la alcaldesa ausente ha traído esta situación. Todos estamos pagando las consecuencias de una hipoteca de más de tres millones de euros en forma de canon recibido por la gestión del agua que consumimos. Gestión que no se encuentra bajo el control del equipo de gobierno, sino supeditada a las condiciones que la empresa adjudicataria quiera establecer. ¿Cómo justificar el rosario de roturas en las distintas tuberías de la ciudad? Algo está fallando en el mantenimiento. Nuestra red de agua potable y de alcantarillado está obsoleta, necesita una renovación urgente, pero Rosa Romero, la ausente, se ha gastado el canon solicitado a la empresa adjudicataria en otros menesteres de menor importancia social y de más escaparate para su propaganda electoral.
El Partido Socialista, a través de su grupo municipal, ha venido denunciando una y otra vez esta situación, para intentar que los vecinos y vecinas de Ciudad Real no pagasen un bien necesario, como es el agua, a precio de artículo de lujo.
Igualmente, hemos solicitado un trato especial mediante la aprobación de bonificaciones en esta tarifa para aquellas familias que tuvieran todos sus miembros en paro o que sus rentas estuvieran por debajo del IPREM.
¡Como si oyen llover! Rosa Romero, la alcaldesa ausente que, ahora, cercanas las elecciones, se desvive por tener presencia en los medios, no ha sabido ni contestado.