El comienzo de las controvertidas obras de reordenación de la Plaza Cervantes llevan más de un año de retraso, desde que la alcaldesa de Ciudad Real anunciara que comenzarían al concluir la pasada Semana Santa. Hoy, el portavoz municipal, preguntado en rueda de prensa por este asunto, ha asegurado que «en breve» comenzarán los contactos con vecinos, comerciantes y hosteleros de la plaza para decidir el proyecto que se llevará a cabo.
«En breve», según Pedro Martín, comenzarán los contactos con vecinos, comerciantes y hosteleros de la Plaza Cervantes para decidir el proyecto final de reordenación que llevará a cabo el Ayuntamiento en esta zona céntrica de la ciudad. Están preparados los diferentes proyectos, planos y opciones, ha asegurado. «Habrá que elegir si las motocicletas se cambian a otro sitio, si las calles se hacen con aparcamiento en un solo lado, en los dos o en ninguno, si se peatonaliza la calle Alfonso X El Sabio, si se cambia la estatua de Cervantes o si se cambian de sitio los bancos». Todas estas opciones estarían sobre la mesa y se decidirá, tal y como ha indicado el portavoz municipal, «en una reunión abierta a personas de la ciudad, a profesionales o asociaciones. Es una plaza muy importante de la ciudad, una inversión a largo plazo y hay que buscar el consenso», concluía.
Un año esperando las obras
El pasado mes de abril la alcaldesa de Ciudad Real anunció que, tras la celebración de la Semana Santa, comenzaría la remodelación de la Plaza Cervantes, una obra para “reordenar” los elementos de la plaza, incluida la estatua de Cervantes, con el fin de mejorar y garantizar la accesibilidad de la zona y “embellecer” esta emblemática plaza del centro de la ciudad. Además, se procedería a inyectar cemento en el subsuelo, tal y comorecomendaba el informe elaborado por la empresa Geonoze tras en el estudio tomográfico realizado a principios de año. Dos semanas después, el concejal de Urbanismo, Pedro Martín, aclaraba que lo que había sobre la mesa eran “unas ideas generales” y que la reordenación comenzaría en el momento en que se causase un menor daño a los hosteleros, sin precisar una fecha determinada. Varios meses después, ya en septiembre, tanto la alcaldesa como el concejal de Urbanismo comunicaban que el proyecto de reordenación de la Plaza Cervantes se llevaría a cabo con el consenso de vecinos, comerciantes y hosteleros. El plazo que marcó portavoz del equipo de gobierno fue de dos meses, pero el Ayuntamiento ni siquiera se ha reunido aún con las partes interesadas. En octubre, cuando el Consistorio se encontraba todavía inmerso en la fase de elaboración de propuestas, Martín anunció que las obras no empezarían hasta pasadas las navidades.
Anda que vaya manera de tomarnos el pelo, un mes tras otro .
¡Que buscarán el consenso entre todos!¡Que habrá que analizar que calles se tocan! esto es lo que se llama marear la perdiz y no hacer na de na.
Un año después… aquí estamos esperando esa reunión que no llega y una obra que es el cuento de nunca acabar, dando largas para que pasen las elecciones y quede de nuevo la Plaza en el olvido y mientras los edificios bloqueados por los armazones y sus plásticos.
Hala a votar para botarlos.
Si al final se hace la obra con el acuerdo entre los interesados bueno está el retraso, más vale eso que cualquier chapuza de las que nos tienen acostumbrados.
El acuerdo debe ser relativamente fácil…, espacio libre para ciudadanos en general y vecinos en particular de los bloques con acceso sin impedimentos de los servicios de urgencia en caso de necesitarlos, y recolocación de terrazas hosteleras a imagen y semejanza de cómo están las de la Plaza Mayor, (sin cerramientos).