Miguel Ramírez Muñoz, coordinador provincial de IU Ciudad Real.- Estamos en días claves y transcendentales para terminar de conformar los procesos de encuentro político iniciados después del verano pasado, que en su mayoría se configuraban con el genérico de GANEMOS. A lo largo y ancho de toda España, miles de personas, partidos políticos, movimientos sociales y ciudadanos venimos hablando de como forjar una alternativa sólida, creíble y sobretodo que sea capaz de movilizar a un electorado que desconfía de la política y de los políticos.
No es fácil, prejuicios e inercias de todo tipo, arrogancias, tacticismos, etc… siembran un camino de minas para conseguir el mayor proceso de confluencia política y social de la reciente historia democrática española, un reto impresionante con un reloj electoral que marcha a todo trapo.
La militancia de IU y la gente de la calle nos demanda UNIDAD, y que sólo con esa unidad se romperían las barreras y pucherazos electorales, y solamente así se pueden traer otras políticas, porque para hacer más de lo mismo ya hay partidos de sobra.
Colocar a la DIGNIDAD de las personas como eje fundamental de toda una acción de gobierno, significa estar dispuestos a encontrar y afrontar muchas dificultades, ya lo estamos viendo en Grecia o en Andalucía con el veto de Rajoy a la primera ley española que se pone del lado del más débil, como era la política de Vivienda de IU en la Junta.
Si además queremos arreglar la estafa de la luz, de la energía, la financiera-inmobiliaria, o crear una Banca pública para ayudar a pymes, cooperativas y familias para una salida justa de la crisis, tenemos que ser conscientes de que se encontrarán serias resistencias del poder real, las grandes empresas y sus puertas giratorias.
Pero éste país no puede esperar más, millones de personas en paro, pensionistas y trabajadores empobrecidos, una juventud condenada a la precariedad o la emigración, todos y todas necesitamos que se abran paso definitivamente esas políticas alternativas al neo-liberalismo imperante.
En abril del año pasado, hicimos un acto de IU con un dirigente de SIRYZA en Alcázar de San Juan, y cuando le pregunté cuál era su secreto para haber pasado en apenas un lustro del 4% de los votos a ganar las elecciones europeas, y después las generales, el compañero Stavros me dijo algo impactante; ellos no habían cambiado nada, tenían el mismo programa electoral, el mismo tipo de organización política (los Estatutos de IU), la continuidad de un discurso rompedor con la troika desde la serenidad, etc… el único cambio había sido que la sociedad griega era la que había ido evolucionando hacia posiciones políticas e ideológicas más cercanas a SIRYZA. Lo acabamos de ver con miles de personas manifestándose en apoyo del nuevo Gobierno de Tsipras frente a las amenazas y chantajes de la UE.
Ese es el momento en el que nos encontramos en España, ¿está dispuesta la sociedad española a aceptar el reto de la transformación social, o simplemente busca el mesías redentor?
Los procesos de Unidad Popular en marcha buscan eso, elevar la conciencia de la gente desde la movilización y la denuncia social, elaborar una alternativa de programa y de métodos, y poner todas las organizaciones a funcionar con el mismo objetivo, ganar democráticamente todas las Instituciones, Gobiernos de la gente, con la gente y para la gente.
Pretender el cambio dejando las Diputaciones Provinciales al bipartidismo, menospreciando a las personas, organizaciones y movimientos que han venido plantando cara a los recortes laborales, sociales o democráticos, o a la corrupción en la época dorada del ladrillo, es sacrificar la oportunidad real de la alternativa y defraudar a la sociedad.
Esa es la responsabilidad que nos toca, UNIDAD sobre lo concreto, maximizar las posibilidades y no desencantar a una sociedad para la que el cambio es una necesidad inmediata.