Impulsar el Carnaval popular en Ciudad Real

opinionEjecutiva local del PSOE de Ciudad Real.- Los carnavales son un tiempo en el calendario para el gozo y disfrute de Don Carnal; si ustedes quieren, del desenfado y la fina ironía. Hubo una época en que estuvieron prohibidos, como todas las libertades en España; pero la política trajo la democracia y reconquistó las libertades que estaban arrinconadas en la penumbra y los silencios. ¡Se venció el miedo!

Algunos dicen ahora que ellos solos representan la indignación, incluso una nueva democracia inconformista. Afortunadamente, son hijos de las libertades reconquistadas por aquellos que no pudieron disfrutar del carnaval nada más que a escondidas, como fiestas de invierno, con la cara destapada por orden del gobierno. La disciplina pública de la autoridad sin legitimidad no podía ser transgredida ni siquiera para que reinara el humor y la chanza burlesca del pueblo que, con su inteligencia popular, sabe hacer la crítica política más aguda y ácida que se pueda imaginar.

En aquellos primeros años de la democracia reconquistada en nuestro municipio de Ciudad Real, las peñas de carnaval tuvieron fuerza y las charangas con sus disfraces supieron llenar la gran Carpa del Carnaval en esas noches de frío invierno. Pero, desde hace unos cuantos años nos están secuestrando el carnaval, llegando a estar tan muerto como esa “sardina de cuerpo presente”. Parece que estamos condenados, casi en exclusiva, a ese larguísimo desfile del domingo de Piñata, montado a base de premios y seguridad, cuyo coste se suma a una cantidad de 50.000 euros.

Entendemos que, de vez en cuando, nos debemos dar una satisfacción, una alegría, pero no se nos debe olvidar que esos cincuenta mil euros los pagamos todos; nadie nos los regala con condescendencia. Es preciso hacer un ejercicio de reflexión y de responsabilidad. La cantidad total presupuestada por el ayuntamiento para planes de empleo en la ciudad ha sido de cien mil euros en el 2014.

Muchos añoran las fiestas carnavaleras de otros pueblos cercanos. Es todo un diagnóstico popular del fracaso propio por mor de aquellos responsables de programar desde el Ayuntamiento una parte del tiempo de ocio de sus vecinos al margen de los vecinos. Para este 2015 se nos anuncia, a bombo y platillo, esa sabrosa novedad de los disfraces perrunos.

Hay que impulsar el carnaval “culipardo” con toda la imaginación que la ciudad encierra, para lo que es necesario permitir la participación en la organización de sus actos a todos los colectivos que, de una u otra manera, se implican en el mismo. Este Ayuntamiento organiza unas fiestas de carnaval institucionales pero no populares. Esa es la diferencia.

El carnaval es un tiempo para disfrutar de una atmósfera mágica; esos días previstos para reírnos del mundo y de nosotros mismos. Una fiesta popular disfrazada de humor, de irreverencia y de crítica en libertad.

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2 COMENTARIOS

  1. Es mentira que las peñas de carnaval sacaran a la calle el carnaval en las fechas de las que aquí se habla.En el año79 no estaban, fue un bar de la ciudad en concreto La Gramola el que propicio el arranque, luego vinieron las peñas para desvirtuarlo.Continuará.

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