Pilar Zamora. Candidata del PSOE a la Alcaldía de Ciudad Real.- Este fin de semana se está desarrollando FITUR, la Feria Internacional de Turismo que se celebra cada año en Madrid. Este sábado es el día de la provincia de Ciudad Real. Nuestra ciudad acude sin mucho entusiasmo, no se sabe si para exhibir un buen escaparate o para servir de escaparate a las autoridades municipales varias que por allí se citen.
El turismo es un parámetro importantísimo del desarrollo económico y puede convertirse en una palanca esencial de superación de la crisis que estamos padeciendo en el panorama nacional y en el territorial más próximo. Los datos son elocuentes, la presencia de turistas extranjeros en España en 2014, sus pernoctaciones y los gastos crecientes efectuados invitan al optimismo. Sin duda, la situación geoestratégica española, la depreciación del euro y la inestabilidad política en zonas geográficas del Mediterráneo genuinamente turísticas están haciendo posible que esta actividad sea puntera.
Los municipios deben tomarse en serio el turismo, debería ser un referente y un eje central de su actividad. Así será en bastantes de ellos, y podríamos dar muchos datos de poblaciones de Castilla-La Mancha. No sucede lo mismo con Ciudad Real capital a pesar de los pomposos datos que nos ofrece la actual alcaldesa Rosa Romero cuando habla de 30.000 turistas al año o algo más de 4.000 referido a turismo de congresos, cifras no contrastadas y ridículas de las que deberían estar avergonzados en vez de vanagloriarse de esa gestión. Algo parecido al millón de turistas chinos que prometió traer a esta ciudad anualmente el anterior alcalde, Francisco Gil-Ortega.
Me parece que la política turística que nos muestran es decepcionante, conformista y autocomplaciente. Nada que ver con la realidad.
Se necesita una estrategia más ambiciosa que permita de verdad aportar un valor añadido, aprovechando para ello las potencialidades de nuestro municipio. Es evidente que el turismo en Ciudad Real puede aportar a nuestro desarrollo local mucho más de lo que aporta, y se equivocan los gobernantes actuales por darnos determinadas cifras que son bastante débiles.
El turismo no puede tratarse como años atrás, esperando que vengan los visitantes y turistas; hay que traerlos y atraerlos definiendo verdaderos productos turísticos. Tenemos que apostar por ‘pescar’ en el turismo internacional que, en parte, busca un turismo cultural que no terminamos de especificar. Además, el turismo de eventos, empresas y congresos debería ser otro objetivo básico para nosotros.
Un futuro plan de calidad turística para Ciudad Real, discutido en el Consejo Local de Desarrollo y en cooperación con el sector hotelero y hostelero de la capital, va a ser uno de mis objetivos prioritarios para convertir al sector turístico en una de las referencias de mi futura gestión municipal.