Más de seis años después de la paralización de las obras del sector IV-Abulagar tras el gran fiasco urbanístico que supuso a quiebra de Teconsa, el Ayuntamiento de Puertollano ha instalado por fin un total de 140 tapas de hormigón para «proteger la red de saneamiento». El Consistorio explica que la actuación tiene como fin «ponerlo más difícil a posibles actos vandálicos en los trabajos ya realizados en la urbanización de esta zona».
Los vecinos han denunciado a lo largo de estos años las «trampas mortales» de decenas de colectores sin cubrimiento que salpicaban lo que fuera el proyecto urbanístico estrella del Ayuntamiento presidido por Joaquín Hermoso Murillo.
El concejal de urbanismo, Manuel Martín Grande, sostiene que «las anteriores tapas que protegían la red de saneamiento de agua fueron deterioradas o eliminadas, por lo que desde la concejalía se optó por una opción más duradera mediante la realización de unos bloques de hormigón en los propios talleres municipales, que taponan las salidas de alcantarillado y evite su retirada con facilidad, robo o destrucción».
Según informa el Ayuntamiento en una nota, la actuación «también tiene un fin preventivo de que los diversos huecos en este amplio perímetro estuvieran taponados de forma conveniente y evitar cualquier posibilidad de accidente de las personas que transiten por este espacio».
Miciudadreal.es ya denunció en octubre de 2009 el gigantesco fiasco que supuso la paralización de las obras tras la quiebra de las empresas del grupo Martínez Núñez, las constructoras que ejecutaban las obras de esta gran urbanización en el marco de la operación de permuta que permitió iniciar la construcción del campo de fútbol del nuevo Cerrú (Ciudad de Puertollano).
Aunque el Ayuntamiento pudo finalizar las obras de la instalación deportiva, presupuestada en unos siete millones de euros, con cargo a los fondos del Plan E de Zapatero, la urbanización sigue desde entonces paralizada, lo que ha convertido durante años a la barriada del Abulagar en un escenario lunar repleto de colectores descubiertos, algunos con una profundidad de más de dos metros, o tapados ridículamente con frágiles capas de cemento o yeso.
Hay que recordar que el resultado de las elecciones municipales y autonómicas dio al traste con el desarrollo de un “protocolo” acordado entre Ayuntamiento y Junta de Comunidades, por el cual, en principio, el Gobierno regional compraría terrenos por valor de cinco millones de euros a la Empresa Municipal del Suelo, expresamente creada al efecto, que se encargaría de desarrollarlos.
Pasado el tiempo, es improbable que el “protocolo” se formalice y, consecuentemente, que se cicatricen las heridas de este gran fracaso urbanístico y especulativo.
Al no haber presupuestos, la dejadez y desidia de un ayuntamiento regido por … ¿?