La cabalgata de los Reyes Magos llenó de ilusión las calles almagreñas. Puntuales, Melchor, Gaspar y Baltasar partieron desde el Palacio de los Fúcares en dirección a la Plaza Mayor donde les esperan niños y niñas de todas las edades. En primer lugar, sus Majestades ofrecieron oro, incienso y mirra al Niño Jesús del belén viviente.
Un año más la asociación Globos de colores en colaboración con la ludoteca La Comedia recrearon un pueblo con sus castañeras, panaderos, pastores y la adoración de los Reyes Magos.
Tras este emotivo instante, los de Oriente se dirigieron hacía el consistorio encajero, dónde fueron recibidos por Luis Maldonado, alcalde de la localidad que les agradeció en nombre de todos los almagreños que un año más el séquito real haya tenido a bien pasar unas horas en la localidad. Desde lo alto del balcón del Ayuntamiento transmitieron un mensaje a los miles de niños que atentamente les miraban. Los consejos fueron claros irse a dormir pronto, ser buenos, compartir y recordad a los niños y niñas que tienen menos cosas. Después lanzaron 600 kilos de caramelos y globos.
A continuación, sus Majestades ocuparon los tronos de sus respectivas carrozas para recorrer las principales calles de Almagro y repartir los caramelos que entidades bancarias han donado para la ocasión. Poco a poco, la Plaza Mayor fue quedándose vacía ya que los niños almagreños muy obedientes se fueron retirando a sus casas para dormir en una larga noche, sin duda la noche más mágica del año.
Los Reyes Magos visitaron la residencia de ancianos
Antes de llegar a la Plaza Mayor, los Reyes Magos visitaron la residencia de ancianos. Acompañados de su séquito y de un grupo de músicos de la banda de música de Almagro repartieron un regalo para cada uno de los residentes que recibieron con la misma ilusión que los pequeños horas más tarde.
Los pajes reales reparten más de mil balones antes de la llegada de sus Majestades los Reyes de Oriente
Como ya es tradición, los pajes reales llegaron unas horas antes a la ciudad de Almagro para recoger las últimas cartas y preguntar si se han portado bien los más pequeños del municipio. Durante dos horas, sin parar, las pajes han charlado con niños y niñas de todas las edades en el Centro de Ocio y les entregaron una regalo. La espera fue larga, algo más que otros años, porque la afluencia de pequeños fue superior a otros años que incluso los ayudantes de los pajes tuvieron que ir al almacén de los juguetes para traer más balones que inflaron con la ayuda de varios concejales del Ayuntamiento de Almagro.
La fila llegó en la mañana de hoy, lunes, hasta la calle Bernardas y el Centro de Ocio fue un ir y venir de niños, padres, abuelos y demás familiares hasta pasadas las dos de la tarde. Además de peluches, coches, pizarras, los pajes repartieron más de mil balones de todos los colores, casi trescientos más que otros años.