Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las calles de Manzanares antes de la noche mágica del 5 de enero, en una cabalgata que este año concluyó en la carpa municipal de “La Pérgola”, donde la Asociación de Vecinos Divina Pastora ha instalado un Belén viviente, que fue visitado por Sus Majestades para adorar al Niño Jesús.
Personajes de fantasía y carrozas inspiradas en cuentos infantiles acompañaron a los Reyes Magos en una cabalgata en la que se entregaron miles de caramelos y chucherías.
Los Reyes Magos no faltaron a su cita con los niños de Manzanares, este 5 de enero. Este año la cabalgata llegó repleta de fantasía, con carrozas ambientadas en cuentos infantiles y un pasacalles del musical “El Rey León” que anunciaba la llegada de Sus Majestades de Oriente por las calles de la localidad. Antes, los Reyes Magos pasaron por las residencias de ancianos “La Milagrosa” y “Los Jardines”, a donde llevaron presentes a los mayores, como también hicieron en el Hospital “Virgen de Altagracia”.
A las siete de la tarde, se puso en marcha la comitiva desde la Estación de Autobuses de la localidad y recorrió las calles Toledo, Virgen de la Paz -en cuya ermita se situó el habitual Belén Viviente-, Jesús del Perdón y Mayorazgo, hacia los Paseos Príncipe de Asturias, entre una multitud de gente que acompañó a los Reyes Magos a lo largo del recorrido que este año se prolongó durante más de hora y media.
La carpa instalada en “La Pérgola” fue la parada final de la cabalgata este año en lugar de la Plaza de la Constitución, actualmente en obras. En la carpa del auditorio municipal, los Reyes Magos regalaron al Niño Jesús sus cofres con oro, incienso y mirra, y saludaron a los niños y niñas de Manzanares.
Una cabalgata de cuento
La cabalgata se abrió con los bailes del grupo “Crash”, un ‘bloco’ de batucada formado una treintena de jóvenes de Manzanares que ataviados con gorros de Papá Noel anunciaban la llegada de Sus Majestades de Oriente a ritmo de batuca. Les acompañaba un tren neumático de madera desde donde repartían caramelos un grupo de usuarios del Centro Ocupacional disfrazados de duendes del bosque.
Un pasacalles ambientado en el musical de “El Rey León” puso el colorido a la Cabalgata. Unos veinte bailarines, pertenecientes a la Asociación Juvenil “Rompehielos” de Daimiel, daban vida a Simba, su amiga Nala, los divertidos Timón y Pumba, el gran Mufasa y el malvado Scar, así como a diversos animales sacados de esta historia llevada a la gran pantalla por Disney.
Tampoco faltaron en esta cabalgara conocidos personajes de dibujos animados como Bob Esponja, Patricio y sus amigos, que repartieron risas a todo el mundo por las calles de Manzanares.
A continuación, siguieron la carrozas que este año estaban dedicadas a cuentos infantiles. De esta forma, “Blancanieves y los siete enanitos” ambientaban la carroza de la Zagala Mayor y Zagalillas de las Fiestas de Manzanares, pajes de lujo de esta cabalgata que no pararon de repartir caramelos y chucherías a los niños.
La Hermandad de la Virgen de los Dolores fue la encargada de confeccionar esta carroza, al igual que la carroza del Rey Baltasar, que estaba decorada con personajes y figuras de “Alicia en el País de las Maravillas”.
El Rey Melchor, que se daba un aire al actual regidor de las Jornadas Medievales de Manzanares, Juan Criado Carrera, desfiló en la carroza de “La Cenicienta”, una bella calesa tirada por caballos blancos y confeccionada por la Peña “Desbarajuste”.
Esta misma peña fue la encargada de decorar la carroza del Rey Gaspar, aunque en esta ocasión fueron Peter Pan y sus compañeros de aventuras los que acompañaban al rey mago y sus pajes. El Rey Gaspar recordaba en su aspecto a José López Araque, alcalde elegido por los pecheros en las pasadas Jornadas “Manzanares Medieval”.
Durante la cabalgata, se repartieron 700 kilos de caramelos adquiridos por el Ayuntamiento, a los que se sumaron varios centenares de kilos más donados por distintas entidades financieras de la localidad y cientos de bolsitas de gominolas y chuches, donados por la empresa Tosfrit.