La Asociación Provincial de Empresarios de Siderometalurgia (APES), ante la próxima obligatoriedad de realizar la factura electrónica ante todas las Administraciones Públicas (Estatal, Autonómica y Local) y que estén comprendidas en el ámbito de aplicación de la ley 25/2013, ha celebrado una jornada informativa y formativa, con el objeto de conocer todo el alcance que tendrá para aquellas empresas del sector que sean proveedores de dichas administraciones.
La presidenta, Maite Rodríguez, ha destacado que con este tipo de jornadas APES pretende cumplir uno de sus fines, que es que los asociados tengan y obtengan toda la información necesaria en todos los campos, y que repercute directamente en su quehacer diario de sus empresas.
La ponencia de la jornada, que corrió a cargo de Antonio López Sánchez, responsable de la empresa ACI Castilla-La Mancha, con una experiencia de más de 20 años en el área laboral y fiscal-contable, estuvo estructurada en dos partes, abordó, en primer lugar, sobre los cambios en los impuestos del IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades y, la segunda, sobre la factura electrónica.
En la primera parte ha realizado un recorrido por las principales modificaciones como son la rebaja de los tramos y tipos de la escala general en IRPF, la indemnización por despido y exención por entrega de acciones de una empresa a sus trabajadores, además de capítulos como el concepto de actividad económica, autónomos, modificación en la base imponible y reducción del tipo de gravamen, así como de las deducciones en el impuesto de sociedades, impuesto sobre el valor añadido, entre otros asuntos.
La segunda parte ha abordado temas sobre la obligatoriedad que las facturas emitidas, a partir del próximo 15 de enero de 2015 por los proveedores de bienes y/o servicios de las administraciones públicas, deberán ser electrónicas y podrán ser presentadas en el Punto General de Entrada habilitado a los efectos.
La implantación de la factura electrónica ofrece claras ventajas económicas y de gestión según se ha estudiado en esta jornadas de APES. Por un lado, se acortan los ciclos de tramitación, incluido el cobro, y se eliminan los costes de papel, impresión y envío postal, con el consiguiente beneficio para el medio ambiente. Además se facilita un acceso más rápido y fácil a las facturas almacenadas, se reduce de forma drástica el espacio de archivo que requiere su almacenamiento y se mejora el servicio al cliente.
Otros beneficios añadidos son que facilita la lucha contra el fraude, incluye el proceso de facturación en los sistemas informáticos empresariales, mejorando su gestión, y, sobre todo, contribuye a la modernización de la economía y el desarrollo de la sociedad de la información.