Cristina Acevedo Luna.- Señores y señoras mandatarios, aunque sé que por desgracia no les llegará este comunicado, escribo esta carta para que les llegue a todos aquellos que dediquen unos minutos a leerla. Desde hace unos meses que nos comunicaron la noticia del cierre de elcogas mi familia no es la misma, la preocupación y la incertidumbre se ha apoderado de nosotros.
Mientras ustedes están sentados en sus lujosos despachos y cobrando un sueldo, que en ocasiones no se merecen, en Puertollano hay cientos familias colgando de un hilo que ustedes elegirán cortalo o que siga balanceándose como hasta ahora.
Les pediría que fuesen objetivos y pensarán no solo en la rentabilidad de la empresa, que a mi juicio es bastante productiva e inovadora.
También que pensaran en las familias, padres, madres, hijos e hijas que conviven con esta incertidumbre día a día desde que ustedes decidieron tomar la decisión más cobarde en vez de hacerle frente a la situación y pelear hasta el final.
Les pediría que meditaran por el futuro educativo de esos hijos e hijas de los trabajadores de Elcogas, que si sus padres y madres se quedan sin trabajo no podrán gozar de los estudios que durante su vida han deseado realizar.
A nivel personal es probable que mi opinión no les interese, pero una cosa si les quiero dedicar, al menos a todos aquellos que me lean sientan la situación que estamos viviendo. Imagínense señores y señoras mandatarios que de un día para otro se quedaran sin trabajo y nadie de sus superiores luchara por ese puesto… ¿Cómo se sentirían?, reflexionen y piensen en el daño que nos hace una decisión tan cobarde como la que ustedes han tomado.
Por último sepan que durante estas últimas 3 semanas nuestros padres, madres, maridos, mujeres y familiares trabajadores de Elcogas están encerrados reivindicando lo que es suyo, su puesto de trabajo, y mientras las familias sufrimos su ausencia y la preocupación de saber cómo estarán fuera de casa.
Deseo que ustedes disfruten de estas Navidades de sus familias, nosotros los hijos y familiares de los trabajadores de Elcogas, tendremos un trozo de nuestro corazón en la Central, encerrados por sus malas políticas energéticas.
Espero que esto llegue a alguien que tenga el valor suficiente de hacer frente a esta situación.
Atentamente, la hija de un trabajador de Elcogas.
Mi más sincera solidaridad, por la situación que estaís sufriendo, pero tu carta llena de sensibilidad personal y familiar, no cala entre los que, deciden, de una manera mercantilista los sufrimientos que va a causar el cierre de Elcogas.
El silencio por parte del Ministerio, de la Empresa, y de otros interpretés de esta función, no da esperanzas, sobre el futuro.
Deseo que, no se paralice esta empresa, por todo lo que va a representar a nivel familiar y social, en un Pueblo tan castigado por el paro.
Parece que todas las nubes, se han puesto de acuerdo, para descargar su tormenta en este Pueblo.
Malditas multinacionales, que solo velan por sus interes y su deslocalización, malditos recortes y malditos todos aquellos que creén que las cosas no pueden ser de otra manera.
Otra sociedad es posible, pero tenemos que ser nosotros los que empujemos para que se hagan las cosas de otra manera. Mucha, mucha suerte, nos vemos en las calles.