Natural de Membrilla pero residente en Manzanares la autora une estudios lingüísticos y topográficos en una publicación que pone en valor las gentes y los pueblos por los que pasa el río que baña la localidad. Hay que remontarse a la llegada de la comunidad musulmana a la península Ibérica en el siglo VIII para conocer los orígenes y la evolución de la palabra Azuer.
Podría decirse que «El Río Azuer desde el origen de su nombre» es el resultado de una ardua investigación lingüística y topográfica, pero sería quedarse cortos. El libro que presentaba en la tarde del viernes en la casa de Cultura la poeta, escritora y filóloga de Membrilla Isabel Villalta nace también de una «inmensa necesidad de conocer el origen de nuestras raíces y un gran respeto por nuestra tierra y toda su historia». Todo ello unido a las «grandes inquietudes» de esta mente impaciente, actualmente residente en Manzanares, que quería conocer la influencia del Azuer en esta localidad y en todas las que baña como Villahermosa, Carrizosa, Fuenllana, Alhambra, La Solana, Membrilla y Daimiel.
El estudio, que bien podría enmarcarse dentro de algunas de las Jornadas de Historia que durante los pasados meses se han realizado en el Museo Comarcal de Daimiel, ha tenido como una de sus principales fuentes de información las Relaciones topográficas de Felipe II, tal y como explicaba Isabel Villalta, que estuvo acompañada en esta presentación por su compañera Rosa Fernández Espartero, de la Asociación Cultural Bolote y por la concejal de Cultura Pepi Lourdes González Mohíno. «El Río Azuer desde el origen de su nombre» se completa además con una colección de fotografías que ilustran el cauce del río así como las peculiaridades de su caudal desde su nacimiento en Villahermosa hasta su desembocadura en el Guadiana.
Azud, Azuel, Azuer
Durante una intervención de más de 50 minutos y valiéndose de una pizarra, la autora explicó al público la procedencia de palabras como Azuer o Daimiel. En ese sentido su estudio destaca la influencia de la llegada de la comunidad musulmana a la Península Ibérica en el siglo VIII, momento en el que el «aprovechamiento de los ríos y de sus aguas cobró máxima importancia». De ahí que Azuer proceda de Azud, palabra de origen árabe que significa «barrera, construcción realizada para elevar el nivel de un caudal o un río para derivar parte de dicho caudal a las acequias». Una asignación al río que fue modificándose ligeramente con el paso de los años y de los diferentes pobladores a otras variantes como Azuel hasta llegar al Azuer que conocemos hoy en día.
«El Río Azuer desde el origen de su nombre» se puede adquirir en las imprentas de la localidad. Además, añadía la autora, el Ayuntamiento de Daimiel ha comprado algunos ejemplares del mismo modo que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se ha hecho cargo de la publicación del libro en formato digital.
