En apenas un par de semanas se habrá completado el cambio de estética en la calle Darro de Almodóvar del Campo, una importante renovación que más allá del acabado de los nuevos acerados va a entrañar importantes ventajas de accesibilidad y trasiego peatonal, así como en la distribución de la red de agua potable para los residentes en esta vía principal y en las calles que tienen en ella su confluencia.
Unos trabajos que están suponiendo la movilización de numerosos operarios y maquinaria, tanto por parte de la empresa que realiza la sustitución de acerados y excavación de zanjas hasta las obsoletas tuberías de agua, como por parte de la concesionaria del Ciclo Integral del Agua, bajo la coordinación y supervisión de los servicios municipales del Ayuntamiento para que los vecinos sufran el menor número de molestias.
Precisamente el concejal de Obras, Manuel Soria, acompañado por el también edil Fernando Torres, comprobaban esta semana la evolución de unas obras que, en lo tocante a obra civil supone una inversión de 35.000 euros que son sufragadas con fondos propios y con una subvención cuya solicitud fue gestionada por el equipo de Gobierno en la Diputación Provincial. A ello se han de sumar los 55.000 euros que supone la renovación de la red de agua en este eje, una inversión que se ajusta a lo estipulado en la licitación del servicio que en su día ganó Acciona Agua.
Sobre este particular, Soria señala que con la sustitución de las deterioradas conducciones de cemento, “que sumaban ya casi media centuria de uso, conseguiremos reducir los problemas de roturas y fugas que se están produciendo en la zona en estos últimos meses con el consiguiente perjuicio para los abonados”. Las nuevas canalizaciones son de fundición dúctil con revestimiento interior termoplástico y un excelente revestimiento exterior, lo que ofrece una vida útil garantizada de 100 años y una robustez en sus 110 milímetros de diámetro capaz de soportar presiones de 25 atmósferas.
Nuevas y modernas tuberías en ambas márgenes de Darro que, gracias al mallado con los ramales que hasta ahora eran terminales en las calles perpendiculares, resolverán el problema de turbidez que se venían detectando en Huertas, Olivo, Ancha o Pascual Solís por la acumulación sedimentaria provocada por roturas en otros puntos de la red.
Accesibilidad
A simple vista lo que comprobarán los ciudadanos será la posibilidad de caminar holgadamente por esta vía vertebral y comercial que discurre a lo largo del corazón del casco urbano. Fernando Torres indica que esta nueva accesibilidad será posible porque “estamos ampliando acerados hasta 1,80 metros como mínimo, pero hay tramos que tendrán hasta tres metros en función de lineaciones y retranqueos de fachadas”.
Anchos complementados con la dotación oportuna de rebajes en todos los cruces y que beneficiará, particularmente, a las personas con discapacidad que se desplazan en silla de ruedas. “Rompemos las barreras arquitectónicas que existían para que perfectamente puedan transitar si lo quieren o necesitan entre el Recinto Ferial y el Centro de Salud”, abunda el edil.