Trilogía de Ciudad Real narra las peripecias de tres personas que fueron incapaces de atreverse a hacer lo que querían y que acaban por no saber ni lo que quieren. Un limbo vital que les conduce irremediablemente al espejismo del alcohol para imaginar que viven. Uno de los personajes tropieza con el amor e inicia una relación sentimental sin demasiada pasión. Este hecho, en principio irrelevante, desencadena una serie de acontecimientos que acaba por cambiarlo todo.
Carlos Barba Salvador (Ciudad Real, 1979), estudió derecho en la Universidad de Castilla-La Mancha. Tras vivir en Nápoles y Madrid se traslada definitivamente a Toledo en 2007. Es funcionario de la Administración de Justicia y compagina su actividad literaria con la musical como batería de varias formaciones de jazz. «Trilogía de Ciudad Real», editada por Falsaria, es su primera novela, pues hasta el momento solo había escrito teatro.
Sinopsis
Trilogía de Ciudad Real en una historia sincera y sin pretensiones escrita en presente continuo y en la que se combina el humor con la filosofía y la poesía con lo chabacano, intentando avanzar un paso más en la definición del ser humano afrontando sus miedos y sus vilezas pero sin darle la espalda a sus virtudes.
Es una obra ágil que se lee sin esfuerzo sin que por ello pierda contenido y que huye de convencionalismos y de la tentación de plagiar otros modos de contar historias, sobreponiendo los personajes a la propia trama y eligiendo, de entre los distintos modos de narrar, el que más facilita en cada caso concreto la tarea de introducir al lector en el complejo universo de la ciudad pequeña.
Pero es ante todo un relato que rinde homenaje a los inadaptados, entendiendo por tales los que son incapaces de sobreponerse a sus limitaciones y sufren para llegar al final de cada día sin distorsionar intencionadamente sus sentidos. Gente incapaz de enfrentarse a una sociedad cada vez más exigente donde nos han convencido de que preocuparse únicamente por uno mismo en un acto de supremacía intelectual y donde cada vez queda menos espacio para los que no quieren ser víctima ni verdugo.
No creo que pueda decir de una historia que no tiene pretensiones, si combina el humor y la filosofía y la poesía con la vulgaridad. El problema a evitar es que confundan los términos. ¡Suerte!