Jesús M.C. Miembro de Ganemos Valdepeñas y de Equo Ciudad Real.- Lo quieren llamar gobernanza (gobierno de calidad) pero lo que se aplica en mi pueblo, por ejemplo, y supongo que en la mayoría de las ciudades del Estado español, deja a la sociedad civil fuera del proceso de toma de decisiones, es decir, los procesos en la toma de decisiones importantes que nos afectan a todos no son consensuados con la ciudadanía.
Un ejemplo claro son los Presupuestos Municipales que se aprueban en un Pleno donde están los representantes de la ciudadanía, pero no la sociedad civil ( bien por no crear tensiones, o por no estar organizada, o por no existir conciencia, o por no tener cultura política…) ,esa sociedad civil (que es el otro gran actor de la gobernanza) no está presente, ni se le toma en consideración . Esta situación va más allá de la mera participación ciudadana que los ayuntamientos tienen en cuenta sólo como mera apariencia por imposición de la agenda política autonómica, estatal o europea, pero que no constituye una realidad participativa real, carencia que se suma y se agrava con la nula cultura política de la inmensa ciudadanía. Y, por supuesto, de forma más acentuada aún en los territorios donde no hubo ningún clima de revueltas 15M, donde no se vislumbra un proceso siquiera mínimo en participación ciudadana. La culpa, por supuesto, no es de los ciudadan@s, es del sistema, pero hace falta un empuje para elaborar la ruta de los procesos participativos y, sobre todo, corregir la incapacidad deliberativa de la sociedad civil para poder intervenir en la gestión de una ciudad. Polis viene de ciudadanía, y no de ciudad –estado, como muchos han querido referirse, de lo público, de lo común .
¿Es posible creer que en Valdepeñas, por ejemplo, pueda haber un cambio de paradigma, ejemplo, modelo de gobierno? ¿Cómo actuar consecuentemente, para influir en la ciudadanía acomodada, domesticada y sin capacidad de confrontación , por no decir, sin la intención de cuestionar al grupo de gobierno, a través de un colectivo socio-político definido por su escala de valores que plantea la transición hacia otros modelos económicos? ; o, por lo menos, ¿se podrían crear tensiones con el poder en las tomas de decisiones de manera representativa y no exclusiva?
Un intento de poder ciudadano se basaría en la toma de decisiones para construir la ciudad que quieren. Dado que la judicialización del territorio y la monetarización del suelo ya está dispuesta y en clave desarrollista, a través de los planes de ordenación del territorio, la ciudadanía tendría que tener cabida en los proyectos que se fueran realizando en su territorio de los bienes comunes, ya sean públicos, comunes o relacionales…Pero esto no existe, como tampoco observamos niveles potentes de tensión ciudadana ni de organización civil ante los poderes públicos, y, en cambio, sí existe la pereza tradicional (y antropológica) del territorio en sí, con las miles de subjetividades y sensibilidades que lo atomizan socialmente y, por supuesto, la mala praxis de gobernanza del o los partidos políticos.
¡Para qué vamos a hablar de consensos y transparencia en las tomas de decisiones de los gobernantes!