Un pique de tuits desde el pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real protagoniza una sesión anodina

Las anécdotas han destacado en un pleno anodino que ha vuelto a incidir en cuestiones ya debatidas hasta la saciedad y en el que el equipo de gobierno ha sacado adelante, con la abstención de los grupos de la oposición, la Ordenanza reguladora de la administración electrónica del Ayuntamiento de Ciudad Real.

La cuenta de Twitter de Izquierda Unida de Ciudad Real ha soliviantado una sesión que invitaba a la siesta. El secretario del grupo municipal de Izquierda Unida publicó varios tuits referidos a los concejales del equipo de gobierno, incluyendo fotos de varios de ellos, como Pedro Martín, Juan Manuel Gallardo, Rosario Roncero o Miguel Ángel Poveda. Algunas de las imágenes mostraban a los ediles utilizando el teléfono móvil. Carlos Gutiérrez respondió a uno de estos tuits publicando a su vez una fotografía del secretario de Izquierda Unida, a quien, Pedro Martín, documentación en mano durante una de sus intervenciones, le invitaba a retratarlo.

En el orden del día del pleno figuraba un punto dedicado a debatir un manifiesto del grupo socialista sobe el Día Internacional contra la violencia de género, y sendas mociones de los grupos socialista y popular relativas a esta conmemoración. La alcaldesa propuso debatir conjuntamente primero el manifiesto con una de las mociones y luego las dos mociones. A la primera propuesta se encontró con el no del PSOE, que aceptó la segunda. Al acuerdo puso el pero Carmen Soánez que, aunque no era parte proponente, manifestó su disconformidad. Tampoco hubo consenso a la hora de decidir la duración de las intervenciones, que Rosa Romero sugirió que se redujeran a dos minutos. Ya en materia, la violencia de género sirvió de excusa para intercambiar andanadas de reproches a discreción que acertadamente la alcaldesa abortó cuando la concejala de Igualdad de Género, Helena López, amenazaba con poner sobre la mesa el convenio de Estambul. Antes, ya había acusado al PSOE de maniqueísmo y de pretender buscar el consenso en un texto que no era sino una retahíla de críticas. Además, criticó la falta de colaboración y el oportunismo de la oposición. «Llevo 20 trabajando en una soledad infinita y cuando llega el 25 de noviembre aparece todo el mundo con las pancartas». Finalmente resultó probada la moción defendida por el equipo de gobierno.

Se guardó un minuto de silencio cuando la alcaldesa estimó oportuno, aunque fue la concejala socialista Prado Martínez quien lo sugirió tras la lectura del manifiesto elaborado por su partido.

El resto de mociones presentadas por la oposición fueron rechazas por el pleno. Otra de las anécdotas de la sesión fue el tono con que el concejal de Juan Manuel Gallardo respondió a la propuesta del grupo socialista acerca de las actas y la transparencia. Una iniciativa que, como adelantaba la portavoz socialista, Fátima Serrano, carecía de «tendencia política», quizá esperando que fuera a ser bien considerada por el equipo de gobierno. Entre otras cosas, proponía la implantación de las viodeoactas de los plenos y que se publicaran en la web municipal. Muy al contrario, Gallardo le espetó que la moción era «repugnante» y «una estafa», acusando entre medias al grupo municipal socialista de presentar mociones sin ton ni son solo para justificar su trabajo del mes. Recriminaba además, que gran parte de las propuestas ya habían sido planteadas por parte del equipo de gobierno. La bancada de la oposición asistía perpleja a un derroche de vehemencia desbocada que mereció la reprobación de la portavoz socialista, que le pidió respeto y que moderara las formas.

Las mociones de IU, sobre una moratoria y auditoría de la deuda municipal o la creación de una comisión de vigilancia de los contratos con empresas privadas fueron rechazadas con los votos en contra del PP y del PSOE. Y donde las dan las toman, porque a continuación IU votó que no a la moción contra la pobreza energética planteada por el grupo socialista. Pedro Martín, molesto con las continuas acusaciones públicas de la concejala de Izquierda Unida acerca de los contratos firmados por el Ayuntamiento con empresas privadas, le advertía que no iba a permitir que sembrara dudas sobre una supuesta dejación de funciones del equipo de gobierno. A continuación sugirió que el empeño de la concejala no sería otro que el de postularse como candidata en las primarias de su formación o en Ganemos. Ironizaba al sugerirle que creara un «Soanemos». Un chiste al que la concejal de Izquierda Unida le respondía pidiéndole que se dejara de «sandeces». Sobre la comisión de vigilancia, Martín le sugería a Soánez que se la planteara a su compañera de filas Tania Sánchez, a lo que la concejala de IU contestaba que, «precisamente, de Rivas Vaciamadrid es de donde viene esta moción».