Luis Mario Sobrino Simal.- El salón de grados de la Facultad de Derecho de Ciudad Real ha acogido una charla sobre la educación pública y la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), enmarcada en la semana de lucha de las Marchas de la dignidad. Una ley que, según Matilde Castilla, delegada del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, «se ha impuesto a la comunidad educativa».
«Una ley segregadora, porque permite segregar a niños y niñas, a centros élite de centros ‘gueto’ y también las materias, quitándole valor a las asignaturas de humanidades y reforzando otras materias como el emprendimiento», explicaba Castilla.
Otra de las cuestiones abordada durante la charla ha sido la gestión de los centros que, para la delegada del STE, se equiparan una empresa privada. «El director se ha convertido en un gerente y puede decidir tanto sobre los recursos personales, el profesorado, como los recursos pedagógicos. Una persona decidirá el perfil del centro que quiere, cómo tiene que ser la enseñanza en ese centro, con lo cual se desplaza de la toma de decisiones al resto de la comunidad educativa».
«Esta ley con fines mercantilistas busca sacar al mercado mano de obra barata, poco formada, por eso en tercero de la ESO ya segrega a los alumnos», añadía. «Después, se separa a una pequeña élite que se corresponderá con las clases socioeconómicas más altas que podrán llegar a acceder a la universidad, con lo que la brecha entre ricos y pobres se va a aumentar cada día más».
Matilde Castilla señalaba que el efecto de estas medidas se notará a largo plazo. «Entonces, los hijos de la clase trabajadora no podrán acceder a la universidad», aseguraba.
Por último, respecto al real decreto de especialidades, indicaba que abre la puerta a que un profesor pueda impartir cualquier materia. «Por ejemplo, la materia de filosofía van a poder impartir espíritu emprendedor, o lengua y literatura profesores de inglés». Esto, además de un «deterioro» de las condiciones laborales del profesorado, que se tiene que preparar materias de las que no es especialista, implica un «deterioro» en la calidad de la educación.
