Ricardo Chamorro.- Hace un año el político del Partido Popular, Gonzalez Pons, escribió un ambiguo decálogo donde definía “que es ser de derechas”.
Según Pons “Ser de derechas” es, entre otras cosas:
-Situarse en el centro, aceptar que cada uno tiene su parte de razón, su porción de verdad política
-Democracia de consensos y no de mayorías y minorías.
-Hacer patria de la Constitución.
-¿Qué es situarse en el Centro como dice Pons?
Según relata Pedro Carlos González Cuevas, profesor de políticas en la UNED:
“La opción centrista carece de entidad desde el punto de vista estrictamente político. Como señaló en su día Julien Freund, es «una manera de anular, en nombre de una idea no «conflictual» de la sociedad no sólo al enemigo interior, sino a las opiniones divergentes». «Desde este punto de vista –continuaba el politólogo belga– el centrismo es históricamente el agente latente que, con frecuencia, favorece la génesis y la formación de conflictos que pueden degenerar, ocasionalmente, en enfrentamientos violentos». En el mismo sentido se expresa Chantal Mouffe cuando afirma que el «centrismo», al impedir la distinción entre izquierda y derecha, socava «la creación de identidades colectivas en torno a posturas claramente diferenciadas, así como la posibilidad de escoger entre auténticas alternativas». Y concluye esta autora: «Si este marco no existe o se ve desdibujado, el proceso de transformación del antagonismo en agonismo es entorpecido, y eso puede tener graves consecuencias para la democracia». Desde la perspectiva de Thomas Sowell, el «centro» es una «visión» híbrida o incongruente.”
-¿Patria de la Constitución como dice Pons o en la Constitución?
Lo de la patria de la Constitución es curioso cuando el fundamento de la Constitución es la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. El patriotismo Constitucional español no puede ser otra cosa que un patriotismo en la Constitución, no un patriotismo de la Constitución, sencillamente porque la patria, la nación española, es previa y fundamenta nuestra Carta Magna como dice su artículo 2.
En el 1978 se recupero la titularidad de la soberanía en el pueblo español, pero la Nación ya existía históricamente aunque tuviera otros titulares de la soberanía como la Corona. La Constitución no crea la Nación Española, la Nación española es previa.
Carlos Ruiz Miguel, catedrático de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela dice:
«En España el «patriotismo constitucional» tiene su núcleo sustantivo en la propia Nación. Ahora bien, ese «patriotismo constitucional» no sólo reivindica un pasado, una historia, la Nación, sino que también reivindica un presente y un futuro que son los que aporta la Constitución. Así es en tanto en cuanto se considera que la Constitución mejora la Nación, contiene aportaciones va liosas al acervo histórico de la Nación, siendo quizás la más relevante el sistema de derechos y libertades».
Luis Miguez Macho, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago escribía en un artículo de opinión:
«Lo que el centroderecha español, desde su base social hasta sus dirigentes, considera patriotismo constitucional es simplemente la expresión del patriotismo español dentro de los cauces constitucionales: no un patriotismo de la Constitución, sino en la Constitución.
Esta constitucionalización del patriotismo es algo imprescindible. Aunque el sentimiento natural de amor por la patria no cambie porque lo hagan los regímenes políticos, sus manifestaciones concretas se tienen que adaptar a esos cambios para no devenir obsoletas e improponibles.
En democracia, la lealtad a la Constitución, como máxima expresión de una comunidad nacional que se autodetermina política y jurídicamente, forma parte del sentimiento patriótico. Esto, que sólo recientemente ha sido comprendido por el centroderecha, siempre lo han sabido los nacionalistas, que rechazan la Constitución de 1978 no porque sea mala, sino porque es la Constitución de la Nación española.»
-El consenso puntual es positivo, el consenso permanente o sin trasparencia no es democrático.
El consenso en democracia, desde la diferencia política, es positivo en situaciones concretas, por ejemplo el consenso del PP y el PSOE para que los tentáculos de ETA fueran ilegalizados por la Ley de Partidos fue un acierto.
Pero no hay que olvidar que en democracia, el consenso debe respetar el principio de la democracia representativa, este principio, desde que Edmund Burke lo enunciara en su discurso de Bristol en el Siglo XVIII, significa que en democracia la representatividad se basa precisamente en eso, en que estás ostentando el interés de tus votantes a través de tu programa, ese es el vínculo que nos une y el único que hace que esa relación entre elector y elegible exista.
Olvidar lo anterior, de manera poco trasparente, haciendo pactos al margen de las instituciones o de la representación que se ostenta, es profundamente antidemocrático.
Otras definiciones de derechas
Realmente de la definición de este término se lleva hablando mucho tiempo.
En el mismo partido de Pons PP, su anterior presidente, Jose Maria Aznar, definió en su momento a la derecha de esta manera:
“La Nueva Derecha tiene que ser una derecha ofensiva en el plano ideológico y de la práctica política, y no defensiva; dialogante y no ausente; reformista y no reaccionaria; y joven que rompa barreras de edad, y no vetusta ni caciquil”. “La derecha española tiene que encontrar de una vez por todas el camino de la normalidad y modernidad”.
Mariano Rajoy creo que se encuadra más en un pensamiento económico tecnocrático al margen de ideologías. Estas son sus palabras la semana pasada «los grandes políticos dejan a un lado una ideología para gobernar según las exigencias del momento»
¿Qué es la derecha?
La derecha desde un punto de vista sociológico la conforman “una pluralidad de gentes de diversas identidades y temperamentos: liberales y conservadores; algunos post-franquistas, antifranquistas de los pocos que realmente lo fueron, y muchos a los que Franco ni les va ni les viene; católicos, agnósticos y ateos; militantes pro-vida e indiferentes en cuestiones morales; españolistas de pro y liberales de mirada económica un tanto estrecha; estudiantes, empresarios, trabajadores y pensionistas;
A todos ellos les unen algunas ideas y valores comunes: una percepción positiva de la nación española y su historia; ciertas creencias –al menos en origen- enraizadas en los principios cristianos; una vocación militante y de presencia social; un inconformismo cultural y vital; cierto desapego del Estado y un particular sentido de la responsabilidad individual y social.”
Las ideas claves de una derecha democratica española serian:
-Defender los valores y principios de la Sociedad Occidental
-Defender la Soberanía Nacional
-Defender España, su unidad y su vigencia histórica a través del tiempo.
-Defender la libertad individual frente al Estado
-Defender la propiedad privada
-Reducir el gasto público y los impuestos.
-La administración al servicio del ciudadano y no los ciudadanos al servicio del Estado
-Defensa de la vida desde su concepción y defensa de la dignidad del ser humano.
-Defender a la familia como una realidad anterior al Estado
-Buscar la separación de poderes. Una justicia verdaderamente independiente.
-Abominar de la corrupción, en todos los ámbitos.
-Los valores políticos deben dominar sobre las estructuras económicas
– Rechazar la dictadura del número, de la cantidad y de las masas anónimas.
– Frente a la imposición de una igualdad nominal por lo bajo, la igualdad de oportunidades hacia lo alto. A cada uno según su valía, es decir una equitativa desigualdad cualitativa.
Para concluir y tomando una idea del periodista italiano Filippo Ceccarelli, la «derecha» es esa acumulación compleja de liberales e intervencionistas, de proamericanos y antiamericanos, de europeístas y nacionalistas, de católicos tradicionales, anticlericales, laicos y paganos, de moderados y de integristas, de güelfos y gibelinos, de tradicionales y progresistas.
Un sujeto para algunos imposible e indefinible, que causa más miedo a sus propios componentes –especialmente a los que niegan serlo, claro- que a la izquierda.
Me sigue sorprendiendo que con la que está cayendo en la vida real, todavía haya gente preocupada de estas cosas y de hablar todo el día del sexo de los ángeles. Imagino que alguno habrá que te lea con atención, porque madre mía….
[…] otro relato. Por eso yo afirmo y afirmé en un artículo en este digital que es ser de derechas(http://www.miciudadreal.es/2014/11/25/que-es-ser-de-derechas/ […]
[…] Una derecha que ya definí en esta bitácora http://www.miciudadreal.es/2014/11/25/que-es-ser-de-derechas/ […]