Ramón Aguirre bautizaba su primera novela “El Pueblo de Nilyaé” en el Centro Cultural de Puertollano, acompañado de la concejal de personal, Pepi Amaro y de la editora, Victoria Maroto. Pepi Amaro en su introducción dijo que ha seguido la trayectoria de Aguirre desde sus “Sueños de Ultratumba” y desde entonces el escritor puertollanense ha luchado día tras día por sus sueños.
Por su parte , Victoria Maroto, en representación de editorial Atlantis, dijo que se ha apostado por esta novela de terror expresada con un lenguaje sencillo, directo y cercano narrada en primera persona.
La novela «El Pueblo de Nilyaé» se inicia con el protagonista de la misma a los mandos de su coche deportivo, bajo una intensa tormenta y a horas intempestivas. Lleva más de seis horas sin detenerse a descansar ni a reponer fuerzas y la conducción se torna cada vez más temeraria y arriesgada. Por tanto, al llegar a un pueblo, decide pasar la noche en él y continuar su viaje a la mañana siguiente.
Se hospedará en una extraña pensión y, pronto, se verá envuelto en una vorágine de acontecimientos truculentos y oscuros, que intentarán retenerlo allí. Dos mujeres completamente diferentes, pero con un objetivo común, serán sus únicas aliadas.
Juntos tratarán de escapar de aquel «Pueblo Maldito» antes de que llegue el día de su «Celebración Negra» en la que Nilyaé, el líder instaurado de aquel lugar, intente convertirlos en sus esclavos para el resto de su vida; como ya sucede con el resto de los habitantes de aquel peculiar pueblo.
Nilyaé controla a toda la población adscrita a su territorio como si de un simple juego se tratara, un juego que él mismo ha creado y en el que todos están de su parte y le obedecen con insana obcecación.