Rosa Romero nos mintió y se pluriempleó

Ejecutiva local del PSOE en Ciudad Real.- Ciudad Real necesita de toda la atención, de todo el esfuerzo que sus regidores puedan dedicarle. Esta ciudad, como muchas, tiene problemas en estos tiempos de crisis, necesita soluciones y éstas no pueden darse si quien tiene la obligación de hacerlo no tiene tiempo para trabajar en ellas.

Es sabido que Rosa Romero pasa una buena parte de su tiempo en Madrid, en el Congreso de los Diputados. Diputada y vicepresidenta primera de la comisión de Hacienda. También en el Congreso ejerce de vocal de la comisión de igualdad, de la de seguimiento del Pacto de Toledo y de la de relaciones con el Defensor del Pueblo. Incluso, estos últimos días, la hemos visto sirviendo agua al ministro Montoro, aquel que dijo “que se caiga España, que ya la levantaremos nosotros”; y ¡vaya si la han levantado!

Ser representante de la ciudadanía en el Congreso de los Diputados es un honor y una gran responsabilidad; tratar temas como los presupuestos generales, la igualdad, las pensiones fruto de los acuerdos del Pacto de Toledo, o las garantías para los ciudadanos que tramita el Defensor del Pueblo, es importante. Pero, ser la primera edil también supone un gran compromiso frente a los ciudadanos.

Suponemos que esta labor tan intensa en el Congreso le ha de completar la totalidad o parte de su jornada laboral de la semana. Y el problema es que todo ello se realiza a expensas del tiempo que le debiera dedicar a su primera obligación como alcaldesa de nuestra ciudad. Evidentemente, como Rosa Romero todavía no tiene el don de la ubicuidad, no puede repicar y estar en misa, lo que hace que desatienda los asuntos municipales y los nacionales. Al parecer, un pluriempleo de lujo que le impide, al menos, dar solución a los problemas que en esta ciudad se presentan; aunque su tele particular, que pagamos todos, se empeñe en sacarla adornada una y otra vez en sus telerosarios. Así, da la sensación de que está, pero en plasma. Ya no sabemos para quien trabaja, pero sí sabemos a quién defrauda; fundamentalmente, a los ciudadanos de Ciudad Real.

Pero esto no es casual, no ha sido el destino quien ha situado a Rosa Romero en dos trabajos a la vez, en dos responsabilidades importantes. No es accidental, es premeditado. Rosa Romero debía diversificar riesgos para garantizarse una posición retribuida y se presentó a la alcaldía y a diputada regional.

Cinco meses después, se convocaron elecciones generales y, nuevamente, Rosa Romero encabezó las listas del Partido Popular a la Carrera de San Jerónimo, despreciando, una vez más, a los habitantes de Ciudad Real. En cinco meses fue en tres listas electorales; en cinco meses renegó de los vecinos de Ciudad Real en dos ocasiones. Y todo ello ocurría siendo la máxima responsable de su partido en la provincia y, por tanto, con capacidad para definir las listas electorales. Así, pues, no es casual, ¡si muchos de sus compañeros hablaran!

La promoción particular de Rosa Romero, sus servicios de camarera le cuestan. Sus plácidos paseos por los pasillos del Congreso – no se conoce ninguna intervención suya en el Pleno – se hacen a costa de desatender la ciudad de la que es alcaldesa, defraudando la confianza que sus votantes le otorgaron y no respondiendo a la responsabilidad que se debe tener cuando se solicita el voto. Es un ejercicio de falta de compromiso, de aprovechamiento de su posición personal para su mayor gloria, independientemente de las necesidades de la ciudad.

Insistimos, Ciudad Real necesita dedicación total, al cien por cien, no media jornada; Ciudad Real necesita todo el esfuerzo, la jornada completa. Rosa Romero es una pluriempleada de lujo y ello le impide responder a los problemas que esta ciudad tiene. Cuando se acerque el próximo mayo volverá a mentir y decirnos que va a dedicar todo su tiempo a Ciudad Real y a sus habitantes si es elegida de nuevo; pero ya la conocemos.