Roberto Sabrido (Consejero de Sanidad)
En materia de salud pública como en asistencia sanitaria es muy importante hacer las cosas sin prisa pero si pausa, ya que de esta manera se garantiza siempre que las actuaciones que se llevan a cabo o las decisiones que se adoptan en cada momento se hacen con el rigor y la seriedad que se requiere cuando hablamos de asuntos que tienen una repercusión directa en nuestra salud, como es el caso de la diabetes, una enfermedad que afecta al 5% de la población y que preocupa, como no puede ser de otra manera, al Gobierno de Castilla-La Mancha.
Unas 80.000 personas son atendidas aproximadamente cada año en los programas de atención a diabéticos crónicos de nuestros centros de salud. Son 80.000 familias que conviven diariamente y de por vida con esta enfermedad y que necesitan muchas respuestas a sus demandas en el ámbito de la investigación, la asistencia, y la educación sanitaria. La diabetes, además, es una enfermedad que tiene cada vez más una mayor prevalencia en el mundo de la infancia y la adolescencia, asociado este hecho al fuerte incremento de la obesidad en edades tempranas.
Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha continuamos cada año con nuestra política decida en materia de prevención y educación sanitaria, en colaboración con las asociaciones de diabéticos de la región, porque creemos que un buen consejo puede convertirse en el mejor medicamento contra la diabetes.
Me gustaría destacar también el tesón y la dedicación de estas asociaciones para conseguir que las personas que la padecen puedan aprender a autocontrolarse y prevenir sus secuelas, ya que el cuidado de la salud es el primer paso que deben dar estos enfermos cuando contraen la diabetes desde muy joven, porque conocer la enfermedad, entenderla y saber convivir con ella permite mejorar su calidad de vida diaria.
Por otro lado, la puesta en marcha de la Fundación para la Diabetes, cuyo patronato preside el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha supuesto un impulso importante al abordaje integral de esta enfermedad y una apuesta clara por los proyectos investigadores que se llevan a cabo en nuestra región para resolver o mitigar los efectos negativos de este problema de salud, como se refleja en la entrega la semana pasada de los primeros premios regionales que concede esta fundación en materia de investigación,
Seguimos avanzando, con el apoyo y la colaboración de las asociaciones de diabéticos en la prevención, la investigación y el tratamiento de esta enfermedad, y lo hacemos, como he dicho al principio, sin prisa pero sin pausa, porque más que hacer las cosas, lo que importa es hacerlas bien.