Agustín Espinosa, candidato a las primarias del PSOE de Ciudad Real: «Lo importante no es que uno sea nuevo, sino que sea novedoso»

Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Agustín Espinosa Romero, de 49 años, licenciado en Ciencias políticas y sociología, funcionario del Cuerpo Superior de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y profesor-tutor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) es, de momento, el único candidato a las primarias del PSOE para optar a la Alcaldía de Ciudad Real. Fue, durante ocho años -entre 2003 y 2011- concejal del PSOE, responsable de cultura, festejos y turismo. MiCiudadReal.es ha charlado con él para conocer cuáles son las claves de su proyecto político y social para esta ciudad.

Pregunta.- En el anuncio de tu candidatura señalas que hay un amplio grupo de militantes detrás de la alternativa que manejas ¿Podemos poner nombres sobre la mesa?
Respuesta.- Realmente son un grupo amplio y prefiero no aludir a nadie para que no se confunda con posibles listas electorales. Simplemente somos un grupo de socialistas que, desde hace tiempo, venimos reflexionando sobre temas de la ciudad.

P.- Aseguras que tienes «una idea de ciudad diferente a la que está llevando a cabo en estos momentos el PP» ¿Puedes adelantarnos las líneas maestras de tu proyecto?
R.- Lo importante del proyecto es que queremos innovar o ser novedosos en nuestra forma de entender la ciudad. Ciudad Real ha sido tratada tradicionalmente como una ciudad administrativa, política o, incluso, de corte comercial. La innovación que tenemos que introducir es que nuestra ciudad sea reconocida porque haya personas de fuera que quieran venir a desarrollar proyectos empresariales o proyectos de investigación de la mano de la universidad en los que el Ayuntamiento colabore poniendo medios a su disposición.

Es necesario que la universidad empiece a tener más protagonismo, que las personas que vienen a estudiar y a vivir a aquí encuentren una auténtica ciudad pensada para ellos. Las personas que se han formado aquí deberían poder desarrollar sus proyectos de empresa o proyectos profesionales en nuestra ciudad.

En lugar de ser simplemente una estructura en la que la gente vive, habría que poner de manera activa la ciudad en beneficio de todas estas personas que trabajan o que quieren desarrollar su actividad social, cultural, empresarial. Habría que enfocar la ciudad hacia las necesidades de estos colectivos. Ciudad Real es una ciudad comercial pero tenemos que ser proactivos y hacer reconocer a nuestra ciudad como ciudad universitaria.

P. – ¿Desde el Ayuntamiento cómo se puede promover todo eso?
R.- No hace falta hacer grandes inversiones. Lo que no hay que hacer es no caer en el error de gastarse 12 millones de euros en un teatro-auditorio que después no funciona por una mala gestión. Para hacer una gran ciudad cultural no es necesario construir un teatro-auditorio, sino que los colectivos con capacidad de creación cultural de Ciudad Real encuentren las infraestructuras y los apoyos necesarios para hacerlo. El Teatro Municipal Quijano, que tiene actividad, puede llegar a tener más y el edificio de la Casa de la Cultura debe tener un proyecto de carácter cultural específico.

Si queremos que nuestra ciudad sea reconocida por la innovación empresarial tenemos que poner la bases para ello. No basta con poner unas oficinas a disposición de los jóvenes emprendedores. Hay que promocionar que la gente tenga una oportunidad de empleo y de desarrollar sus ideas en la ciudad.

Y para esto no hacen falta grandes inversiones. Lo que es necesario es gestionar bien el dinero que tengamos, porque no hablamos simplemente de subvenciones. El Ayuntamiento debe pasar de ser un ente pasivo a ser un ente activo. En lugar de hacer publicidad y protocolo para autobombo de quien gobierna, que se gaste ese dinero en protocolo y publicidad para las personas que quieren desarrollar su actividad en la ciudad.

P.- Como concejal fuiste responsable de cultura, festejos y turismo ¿Cuáles son tus propuestas en estas materias?
R.- En materia turística hay ciertas complicaciones que tiene Ciudad Real, como que su patrimonio haya sido masacrado constantemente. Tenemos que acabar con esto. Empezaría por hacer que los centros culturales y patrimoniales de nuestra ciudad puedan ser visitables. Que la Iglesia de San Pedro, que la Iglesia de Santiago, que la Catedral puedan visitarse, así como los museos que aún permanecen cerrados. A Alarcos hay que empezar a darle valor y promocionarlo para que la gente venga a conocer uno de los yacimientos ibéricos más importantes de España.

Y luego, dejarse de inventos como la Ciudad Real Card, cuya repercusión es nula, porque las tarjetas turísticas deben servir para obtener servicios. Si en Ciudad Real no tenemos servicios para ofrecer, si el servicio de transporte no va incluido, si la entrada a museos, teatros u otros eventos no va incluida, no tiene utilidad.

Desde el punto de vista cultural quiero recuperar el valor cultural que se ha ido perdiendo en Ciudad Real por inacción del Ayuntamiento. Aquí había un festival de jazz maravilloso, tenemos un festival de cine que se ha hecho gracias a los productores y directores locales que debe potenciarse y otra serie de eventos. Los fines de semana la oferta cultural es escasa. Los domingos en Ciudad Real son tortuosos.

P.- ¿Qué fin le darías a la Casa de la Cultura?
R.- Existe la demanda de una espacio de gestión de asociaciones de carácter cultural. La Casa de la Cultura tenía un pequeño auditorio, podría contar con aulas de formación, y podría tener otras bibliotecas además de la infantil que se va a abrir ahora. Puede ser el lugar donde asociaciones de carácter cultural reciban servicios administrativos y, además, disponer de un apartado expositivo, una zona de formación y un pequeño auditorio. Esto, unido al Antiguo Casino, que está al lado, convierte la zona en un auténtico entorno de carácter cultural y a cuyo alrededor puede desarrollarse una actividad comercial específica.

P.- Una de las críticas habituales del grupo municipal socialista a la gestión de Rosa Romero es la referida a la privatización de los servicios municipales ¿Eres partidario de la remunicipalización de estos servicios? ¿Sería posible deshacer esos contratos o supondría un coste demasiado elevado?
R.- El problema de la remunicipalización de los servicios es que cuando uno hace un contrato a muchos años es tremendamente complejo, por no decir imposible, revertirlos a lo público. Hay unos servicios que pueden complementar, como la zona azul o el transporte urbano, donde sí que hay que lanzar una propuesta innovadora.

Siempre soy partidario del ser servicio público. Se deberían prestar desde el ámbito privado cuando fuera necesario y con carácter temporal, pero, evidentemente, el valor que tiene prestar un servicio público no lo quiero perder.

P.- La innovación en el transporte público no tendrá nada que ver con un tranvía ¿verdad?
R.- No se puede tardar más tiempo en ir a los sitios en autobús que andando. Yo plantearía un servicio de transporte público de ámbito supramunicipal. Tenemos pueblos alrededor nuestro y debemos empezar a plantearnos esto con otras localidades. Pero primero necesitamos arreglar el que tenemos aquí. Necesitamos un transporte ágil que, de verdad, disuada a la gente de Ciudad Real de coger el coche. No podemos hablar de una ciudad para el peatón, de una ciudad para bicicletas o de evitar el transporte privado si no tenemos resuelto un transporte público ágil, rápido y barato.

P.- Respecto a la polémica zona azul ¿qué medidas tomarías?
R.- Lo primero que habría que estudiar es en qué condiciones nos dejan los contratos de la zona azul. Pero se pueden tomar medidas como que, para las personas de Ciudad Real, algunos lugares no sean de pago. Pagarían los vehículos de personas que vengan de fuera. El residente, más allá de que tenga una zona concreta para dejar el coche, debería poder aparcar donde lo necesitara.

Se ha dado muchas vueltas a la zona azul con el afán de ampliar contratos y recaudar más. Desde luego no la ampliaríamos y, si se puede reducir, se reduciría. Hay zonas que se consideran barrios y no deberían ser de zona azul. No tienen ni los servicios necesarios para que haya problemas de aparcamiento y la zona azul provoca problemas en las zonas adyacentes más que soluciones.

P. – ¿Qué proyectos urbanísticos necesita, si es que los necesita, esta ciudad?
R.- Esta ciudad tiene un problema urbanístico enorme, ésa sí que es una herencia recibida. Tenemos que retomar desde cero el Plan General de Ordenación Municipal Urbana. Esta ciudad creció y se planificó a golpe de boom inmobiliario. Y eso nos ha costado dinero y no ha servido para nada. Hay grandes avenidas y espacios vacíos que hay que mantener por culpa de que no se ha previsto el crecimiento real. Toca pedir las responsabilidades del dinero que se ha gastado en eso y del tiempo perdido en esa planificación.

P.- ¿Habría que tratar de concluir el teatro-auditorio o es una infraestructura que debe esperar?
R.- A mí me gustaría que los ciudadanos tomaran parte en decisiones tan costosas e importantes como la del teatro-auditorio. Haría unas propuestas a los ciudadanos para que pudieran manifestarse, no mediante un referéndum al uso, sino haciendo una exposición pública y preguntándole a los ciudadanos qué hacemos con él. Porque hay varias opciones. Una es terminarlo, que nos va a costar entre 5 y 10 millones de euros; dejarlo como está y otra es terminar una parte, lo más básico, y dejar el resto sin hacer, que pudiera ser lo más probable, siempre y cuando tuviéramos necesidad un nuevo espacio cuando el Quijano y otros espacios estuvieran sobrecargados de actividad cultural. Es un tema en el que los ciudadanos pueden empezar a opinar.

P.- En tu presentación a los medios has utilizado términos como eficacia, honestidad, experiencia, honradez o solvencia, éste en varias ocasiones, ¿son los rasgos con los que te identificas?
R.- Hay muchas formas de identificarse con un político. Están los políticos carismáticos al uso pero yo prefiero que se me identifique como una persona que tiene sentido común a la hora pensar en cómo hacer las cosas y, sobre todo, con una persona eficaz. La eficacia a veces es tan sencilla como que, si la Plaza Cervantes se está hundiendo, pues tomar una decisión al respecto y dejar de mirar para otro lado.

En cuanto a la solvencia, he estado gestionando programas y dinero público y nunca he tenido ningún problema como gestor público. Conozco cómo funciona la administración porque soy funcionario y, por tanto, conozco cuándo una administración puede ser eficaz, honesta, y cuando puede gestionar bien el dinero.

Eficacia también en la ideología. El Ayuntamiento debe intervenir para que haya empleo en la ciudad, pero haciendo planes eficaces para que una persona tenga un trabajo en un momento determinado y pueda buscarse un empleo después, no simplemente que vayan rotando por planes de empleo. Hay que ser eficaces con la política pública porque es dinero de los ciudadanos.

P. -Hablas de recuperar los valores en la política ¿Los ha perdido el PSOE?
R.- No, los han perdido todos los partidos. La socialdemocracia para mí es que tengamos un gobierno activo en promover el desarrollo personal y social. Tenemos que procurar que eso sea el punto de partida de cualquier política que hagamos. Es decir, que los ciudadanos de Ciudad Real, con los márgenes que tiene una ciudad pequeña, encuentren en el Ayuntamiento esa ayuda que les va a permitir desarrollar su vida adecuadamente en la ciudad. Y no solamente estar en función de si esto me va a facilitar más votos o no.

La sanidad, el empleo o la educación han sido nuestros puntales y siguen siéndolo. Lo que queremos es recuperarlo y no perderlo. Con un ejemplo: cuando se habla de urbanismo y ayuntamiento se piensa en corrupción. Yo quiero que, cuando se hable de urbanismo en una ciudad, se piense en bienestar. Que piensen en calles arregladas, en farolas que funcionan, en tráfico que marcha, en transporte público que va, en crecimiento ordenado y en transparencia. Eso es recuperar valores.

P.- Después de haber sido concejal durante 8 años ¿Qué le dirías a los ciudadanos que puedan pensar que eres más de lo mismo o que el PSOE no se renueva?
R.- Lo importante no es que uno sea nuevo, sino que sea novedoso. Yo ofrezco innovación. No soy nuevo, pero sí evoluciono. No me he quedado estancado en mi época de cuando fui concejal, sino que aprendí esa etapa para ponerme en condiciones de ofrecer novedades. Novedades son lo que la gente está esperando. La ciudad va para abajo y los servicios cada vez van a menos y queremos innovar para volver a crecer.

P.- Hablas también de tener en cuenta las opiniones de los vecinos, de participación y de que los ciudadrealeños sean protagonistas de un nuevo proyecto de ciudad ¿Cómo piensas articular esa participación y hasta dónde va a llegar?
R.- Hay una cuestión que está en el trámite administrativo pero que no se usa como yo lo pienso que se debería hacer y es la exposición pública. Cada vez que haya un proyecto, exponerlo públicamente para que la gente pueda ver qué es lo que tiene previsto el Ayuntamiento y éste comprobar lo que dicen los ciudadanos antes de mover un piedra. Darles a conocer los proyectos y no como hace el equipo de Rosa Romero, que lo llevan todo en secreto para luego dar la «gran sorpresa» a los ciudadanos. Vamos a hacer partícipes a los ciudadanos de lo que se vaya a cambiar, y esto en materia deportiva, en materia cultural, etc. en cualquier actividad se pueda hacer.

P.- Te presentaste a las últimas elecciones para renovar la Ejecutiva Local Socialista de 2012  aunque finalmente fue elegido secretario general Emilio Villarino. ¿En qué habría cambiado el PSOE en estos años de haber ganado entonces?
R.- Son versiones distintas del PSOE. La versión de Emilio es más arraigada en unas raíces y quizá con un carácter menos abierto de cara a la ciudad. He colaborado con ellos tratando de hacer alguna apertura más a la ciudad. Aunque se han hecho esfuerzos de cara a dar información al ciudadano, quizá hubiera puesto unas formas de acción mucho más enfocadas a convivir diariamente con la ciudad y no solamente a organizar un partido desde dentro.

P.- La intención de voto, tanto a nivel nacional como local, cada vez es menos halagüeña con el PSOE ¿crees que se ha tocado fondo y cómo piensas que se puede romper esa inercia?
R.- La inercia se puede romper cuando el ciudadano visualice opciones claras. Hoy en día el ciudadano solo tiene expectativas y ante éstas es difícil que se manifiesten con claridad. Cuando haya opciones claras, el ciudadano podrá elegir y comprobar si se ha innovado o si se le plantean las mismas cosas que en el pasado.

Cuando el PSOE sufre una derrota electoral junto con una crisis económica, social y política tan importante como la que estamos pasando es normal que al PSOE le cueste trabajo recuperarse. Pero realmente podemos desde dentro, desde el PSOE. Tenemos la capacidad de ofrecer novedad, renovación de ideas y, cuando los proyectos estén encima de la mesa de forma clara y no solo como elementos de debate con ideas genéricas, el ciudadano va a volver a confiar en nosotros.

P.-¿Podemos está fagocitando el electorado tradicionalmente socialista?
R.- Fagocitándolo no. El electorado del PSOE es bastante crítico, lo cual es bueno para el partido, porque enriquece mucho el debate interno. Puede haber personas del PSOE que hayan querido confiar en otras opciones de izquierdas. Podemos, de momento, son ideas, que veremos cómo cuajan cuando definan su estructura. Pero fagocitar no, quizá fagocitan más a otras opciones que a nosotros.

P.-Tiempo atrás reclamabas consenso social e institucional en torno al aeropuerto, referido a las duras críticas que se lanzaban desde el PP ¿Hubiera cambiado en algo las cosas?
R.- Creo que sí. No sé si el aeropuerto estaría abierto o cerrado porque eso dependería de la cuestión económica, del mercado, de la crisis, que también afectó, etc. Pero por lo menos hubiera dejado de ser un arma arrojadiza del Partido Popular contra los que apoyaban el aeropuerto. Hay que recordar que el propio PP ha tenido vaivenes, «ahora me gusta, ahora no me gusta…» Si hubiera habido consenso por lo menos habríamos tenido claro qué hacer con él en el futuro. Habrá que tratar de retomar ese consenso, sin olvidar que el aeropuerto sigue siendo una infraestructura privada.

P.- En el Foro Ciudad Real 2014 asegurabas que Ciudad Real es una ciudad política y reclamabas construir un nuevo modelo de ciudad basado en la ideología. ¿Puedes explicarnos esto?
R.- Las ciudades administrativas son muy neutras e introducir novedades puede costar trabajo. La socialdemocracia tiene pensado un modelo específico de ciudad. Para nuestra ideología, gobernar un ayuntamiento quiere decir que éste actúe de manera activa en la promoción de los ciudadanos, que el Ayuntamiento no sea un mero administrador de la ciudad. De esta forma, activamente promocionaremos la cultura, el empleo, el empresariado, los servicios sociales. Esto es aplicar la ideología frente una ciudad que se mueve a golpe administrativo o esperando a ver qué nos cae de las decisiones políticas de más arriba.

Además, si la participación ciudadana es para nosotros importante, tenemos que ser proactivos y conseguir que el ciudadano esté pendiente de su ciudad.

P.- Afirmabas también que la desaparición del tejido social obedecía a decisiones políticas y considerabas imprescindible impulsar la dinámica social. ¿En qué beneficia al PP una supuesta estrategia de destrucción del tejido social y cómo se puede recuperarse sin fomentar el clientelismo?
R.- Al PP le beneficia desde el momento en que elimina cualquier necesidad de consultar nada con el tejido social. Es decir, le deja las manos libres para hacer lo que quiera porque se garantiza que nadie canalice demandas. Eso es lo que beneficia a cualquier partido que aborrezca la participación ciudadana, como es el caso del Partido Popular.

No podemos consultar con todos los ciudadanos al mismo tiempo, pero sí podemos consultar con representantes de grupos de interés. Te mueves por clientelismo si se les subvenciona y se les paga las cosas a demanda.  Pero no si lo que se les dice es  que queremos que se organicen porque nos interesa lo que pasa en su barrio.

P.- ¿Desde el Ayuntamiento se ha castigado al tejido social crítico y beneficiado, por contra, al afín?
R.- El tejido social debe ser un reflejo de la propia sociedad. Yo entiendo que haya asociaciones que defiendan sus propios intereses, pero lo que no podemos hacer eliminar parte del tejido social y quedarnos solo con el clientelista y el que no rechista. Porque en el fondo todos viven en la misma ciudad. Sin tejido social tendremos ciudadanos individuales que miren hacia otro lado ante las decisiones del gobierno y que no comprenderán por qué están pagando sus impuestos. El ciudadano tiene que exigir que se hagan bien las cosas y para ello es fundamental un tejido que represente de verdad a la ciudadanía.