Manuel Artiñano. Concejal del Grupo Municipal Socialista Ayuntamiento de Ciudad Real.- El Consejo de Ciudad, la “joya de la corona” de Rosa Romero para justificar la participación ciudadana en Ciudad Real, le ha dado la espalda. El martes día 21 de octubre, se había convocado, en sesión ordinaria, a los consejeros que constituyen el Consejo de Ciudad, para debatir la modificación de las tasas, precios públicos para el año 2015 y proyecto de ordenanza de la Administración electrónica del Ayuntamiento de Ciudad Real.
El resultado es que no se ha podido celebrar, debido a la falta del número mínimo de Consejeros necesario para el desarrollo del citado Consejo de Ciudad.
Y es que una vez más, se pretendía convocar a los Consejeros de este nuevo órgano consultivo de la ciudad, no para aconsejar (función principal de un consejero), sino para utilizarlos en beneficio del gobierno local del PP en el Ayuntamiento en su intento de perpetuar su “apoltronamiento” en el poder. El Equipo de Gobierno de Rosa Romero, no siente pudor al querer manejar a quienes ejercen como representantes de los colectivos de los empresarios, sindicatos, asociaciones, colegio de abogados, farmacéuticos, médicos y consejo escolar.
Si de verdad la alcaldesa de Ciudad Real quiere dignificar esta figura y hacer un buen uso de ella en beneficio del interés general de la ciudadanía de la capital, hubiera seguido un itinerario distinto al empleado: no se puede enviar un contenido documental complejo y numeroso unos días antes de celebrar el Consejo de Ciudad, (hecho este que viene repitiendo desde los inicios del mismo), obstaculizando así el preceptivo estudio, reflexión y posterior puesta en común de los temas a debatir con las personas a las que se representan y entre los propios consejeros.
Es una falta de consideración por parte de la máxima autoridad municipal, olvidar la verdadera función de los miembros del Consejo, que no es otra que opinar en beneficio de la vecindad y colaborar en la gestión municipal. Entiendo que estos no se quieren enredar en falacias, ni patrañas verbalizadas por la máxima regidora de la ciudad, que vienen siendo habituales en su conducta y ahora más, que se acercan las elecciones municipales.
Prueba de la complejidad e importancia de los temas objeto del Consejo, es el estudio de las ordenanzas municipales para 2015. Sorprende observar como el equipo de gobierno puede, ahora sí, saltarse a la torera el Plan de Ajuste, aprobando un “desajuste” en los ingresos y precio de coste por las tasas de 3.903.716,95€ para este año 2015, cuando hace unos años, cuando la crisis hacía sangre (como si ahora no), era imposible; resulta que ahora, entrando en elecciones, si es oportuno.
Si al menos estas actuaciones obedecieran a algún plan para disminuir el desempleo, para activar la economía empresarial, para que esta ciudad coja el impulso necesario para cambiar de rumbo en el que se encuentra inmersa, podrían tener un sentido favorable para los ciudadrealeños, pero esto no es así. Los consejeros no se han dejado embaucar por los mensajes trasladados por la alcaldesa en estos últimos días, y le han respondido como se debe, no presentándose en la convocatoria del Consejo de Ciudad celebrada en el día de hoy.