GAS NATURAL FENOSA impulsará el uso del gas natural como combustible en transporte de mercancías por carretera en España. Para facilitar el desarrollo de este mercado, la multinacional energética ha aprobado un plan para construir, en una primera fase, y en un plazo aproximado de dos años, ocho nuevas estaciones de servicio, que se situarán en los principales corredores de la península Ibérica. La inversión en esta primera fase se acercará a los siete millones de euros.
Las nuevas estaciones se sumarán a las siete que la compañía ya tiene operativas en esos corredores y a las dos que actualmente están en fase de desarrollo, con lo que se conformará una red capaz de cubrir las rutas de mayor tránsito de vehículos pesados. El despliegue de esta red de estaciones está alineado con los objetivos europeos reflejados en la Directiva de Combustibles Alternativos aprobada por el Consejo de la UE el pasado 29 de septiembre.
Las estaciones suministrarán gas natural licuado (GNL), empleado en vehículos pesados que recorren largas distancias. El GNL es una alternativa técnicamente contrastada a los combustibles tradicionales y ofrece grandes ventajas desde el punto de vista medioambiental y económico. Además, su uso ayuda a reducir la dependencia del petróleo.
Nueve estaciones en la segunda fase
La segunda fase del plan, en el horizonte de 2019/2020, prevé la construcción de nueve estaciones adicionales. Estas infraestructuras se acometerán tras la evaluación de los resultados obtenidos en la primera fase y teniendo en cuenta el desarrollo de la tecnología en Europa. La inversión prevista para esta segunda fase se acerca a los ocho millones de euros.
La compañía además, en función de la evolución de la demanda, analizará el desarrollo de nuevas ubicaciones para aumentar la capilaridad y mejorar el acceso de los clientes al gas natural licuado.
Demanda creciente
Actualmente circulan en España cerca de 4.000 vehículos que consumen gas natural. La mayor parte, taxis, flotas de empresas, autobuses urbanos y camiones de la basura, se alimentan de gas natural comprimido (GNC).
La tecnología GNL, que proporciona una autonomía de más de 1.000 kilómetros a los vehículos pesados, se encuentra en plena fase de expansión. En la actualidad, en torno a 150 camiones utilizan este combustible, pero las previsiones apuntan a que en 2028 circularán por la península cerca de 5.000 vehículos que utilizarán GNL, es decir el 3% del parque total. Las ventas de combustible se acercarán en ese año a los 640 GWh.
Una alternativa viable para el transporte por carretera
El uso del gas natural como combustible para el transporte contribuye a mejorar la calidad del aire, ya que reduce en más de un 85% las emisiones de óxidos de nitrógeno y de partículas en suspensión, principales contaminantes que afectan a la salud humana. Además, reduce hasta el 20% las emisiones de CO2, principal gas de efecto invernadero. El gas natural disminuye la contaminación acústica, debido a que en un vehículo de gas natural se reduce hasta el 50% del ruido que genera el motor.
El gas natural es un combustible muy competitivo desde el punto de vista económico si se compara con el gasóleo, la gasolina y el gas licuado del petróleo (GLP), ya que se pueden lograr ahorros de hasta el 30%, 50% y 25%, respectivamente.