Ricardo Chamorro.- Las legislaturas de Zapatero fueron una auténtica pesadilla para la base social de centro-derecha de este país.
Después de un cruento atentado, Zapatero ganó las elecciones y en solo seis meses retiro las tropas de Irak, puso en marcha varias leyes ideológicas (Ideología de género, matrimonio gay, memoria histórica, aborto…), comenzó la negociación con ETA, se apoyó en una visión del consenso representada en el tripartito catalán, con ERC e IU, arrinconando políticamente a la derecha representada, entonces, por el PP heredero de Aznar.
Ante la pequeña revolución a la izquierda emprendida por Zapatero, con un PP noqueado, salieron a la calle millones de personas contra ETA, a favor de la familia… Surgieron medios de comunicación independientes haciendo frente a la supuesta superioridad de la izquierda social y cultural, medios como la COPE, con Losantos a la cabeza, mantuvieron la llama de la esperanza en otra España y de la no resignación ante los dogmas de la izquierda. Esa derecha social que salió a la calle y se movilizo fue el salvavidas al que se agarró el PP ante su debacle electoral.
En esos años algunos creímos que la derecha política española había superado sus defectos históricos, la nostalgia, la falta de elaboración doctrinal y el personalismo, la pasividad, la tradición «institucionalista, providencialista, mesiánica y pasiva», los complejos ante la supuesta superioridad moral de la izquierda. La izquierda siempre había dominado las calles y sus rivales -incluso siendo mayoría- siempre habían permanecido callados y sumisos hasta esos años.
La España actual
Hoy estamos en otros tiempos, hoy gobierna el PP, pero hoy continuamos con la Ley Aído después de tres años, con la Ley de Memoria Histórica, la ideología de género por todas partes, Bolinaga en la calle y Bildu-Amaiur en las instituciones.
Estábamos equivocados en relación a algunos de nuestros políticos.
No obstante la derecha social que salió a la calle aun sigue viva, aun existe, aun unos pocos defienden principios y convicciones. La sociedad civil aun tiene fuerza y no quiere asumir el consenso socialdemócrata en el que nos tienen acogotados PP-PSOE.
Esa derecha social también rechaza experimentos políticos de Universidad Complutense como Podemos que son más de lo mismo, hoy con coleta ayer con chaqueta de pana.
Hoy, después de la retirada de la Ley del aborto de Rajoy-Gallardón, hoy que sabemos que tendremos un nuevo ministro que es «partidario de realizar ajustes de la Constitución para reconocer la singularidad catalana» frente al resto de ciudadanos y territorios españoles en la línea de PSOE -Duran i Lleida, hoy que los votantes de centro-derecha están claramente frustrados, hoy pensemos que lo importante, lo que saco a la gente a la calle frente a ZP no fue ningún partido sino una sociedad civil con convicciones que no estaba dispuesta ser pisoteada y que esta vez tampoco lo está.
Que no se hagan ilusiones, esto acaba de empezar y el centro-derecha sociológico ya no está dispuesta a servir de felpudo.
Asusta leerte en este artículo tan faltón y huero, pero echar un vistazo a tu twiter es como zambullirse en la España más ultra de la que muchos creíamos que nos habíamos librado en 1975.
Menudo elemento estás hecho!!!
Por cierto, deja de vomitar que te vas a quemar el esófago. Que en el twiter no paras de tener náuseas por todo lo que huela a «progre» el insulto rancio por excelencia de la rancia derechona. Casi lo mismo que me ha pasado a mi leyéndote durante no más de 30 segundos.
Ascazo da leer a alguien que vomita por la Ley de igualdad de hombres y mujeres, por que los españoles tengan a sus muertos en sus tumbas o por que se eduque a los niños en los colegios para que no sean como Bárcenas o Blesa. Pero vamos, viendo tu perfil no me extraña nada de lo que publicas.
Mira que me gusta poco o NADA Zapatero en lo económico, pero ha sido y será de cara a la historia el presidente con las mejores leyes sociales de la democracia (sociales, que no ideológicas como os gusta a los de derechas). Y eso es así te joda a tí, a los provida o al sursum corda.
De hecho, no eres más que una mala copia de tu amadísimo Losantos, y de eso estamos ya jarticos.