Nuevo caso de maltrato animal: La protectora de Ciudad Real rescata a un perro con una cadena incrustada en el cuello

¿Hasta dónde llega la crueldad de las personas? se preguntan en la Asociación Protectora La Bienvenida de Ciudad Real tras difundir la historia de Wolf, un perro que encontraron con la las orejas y el rabo mutilados y medio eslabón de un collar metálico incrustado en el cuello.perro cadena3

El perro, según el relato de la protectora, apareció hace una semana en la puerta de un chalé. Las personas que lo encontraron pensaron que había sido abandonado, porque nunca antes lo habían visto. El animal se mostraba muy asustadizo y huidizo, ladraba cuando intentan acercarse a él para acariciarlo, y siempre que veía un coche se levantaba y no paraba de ladrar.

Como el perro no se separaba de la puerta del chalé, no dudaron en ofrecerle agua y comida. Pasaron varios días y Wolf no se movía de allí. Poco a poco, los vecinos fueron ganándose su confianza y el animal se fue mostrando más sociable y confiado.

La sorpresa llegó cuando recibió las primeras caricias. A primera vista, debido al estado de su pelaje, los vecinos no se percataron, pero al tocar al perro descubrieron que llevaba una cadena de metal que estaba ahogándolo. La cortaron sin dudarlo, pero el collar no terminó de caer, y entonces vieron que uno de los eslabones estaba totalmente incrustado dentro del cuello del animal.

Finalmente, viendo que el perro no se movía de allí, los vecinos de la zona decidieron llevarlo a la protectora. En La Bienvenida examinaron el estado de la herida, practicaron algunas curas para desinfectarla y comprobaron el estado en el que se encontraba el eslabón, totalmente incrustado en el cuello.

Inmediatamente se intervino al perro para quitarle definitivamente el collar. «Los veterinarios no daban crédito a lo que veían, el eslabón había sido incrustado a propósito por alguna persona. El responsable tuvo que rajar el cuello de Wolf, introducir el eslabón y luego dejar que la herida se cerrase con el eslabón dentro. Además de esto, le habían mutilado las orejas y el rabo de mala manera, seguramente con unas tijeras», señalan desde La Bienvenida.perro cadena2

«Después de todo el sufrimiento que ha tenido que pasar en su corta edad, Wolf es un perro estupendo», añaden. «El pobre se deja curar sin ningún problema, aunque en ocasiones se hace pis encima. Al principio es un poco tímido pero es totalmente comprensible después de lo que ha sufrido, pero en cuanto te huele y te conoce no para de moverte el rabito para que le prestes atención».

Desde la protectora de Ciudad Real explican que es una historia más de como el ser humano es capaz de comportarse con un ser indefenso. «No dejemos que la historia de Wolf quede en el olvido e intentemos buscar una nueva vida para este lobito, ¡Es lo menos que se merece!», reclaman.

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6 COMENTARIOS

    • Por entender (y compartir) perfectamente el sentido de tu frase y por que coincidimos en muchos temas me atrevo a darte mi opinión: nunca me ha gustado la frase: «hijo p…» para insultar ya que parece que a quien se insulta es a la madre de quien hace eso…
      Un cordial saludo, Perseguidor.

      • Luis Mario, aunque llevas razón, en España sabes que se utiliza este insulto para definir a alguien que no tiene perdón por el daño que ocasiona…, eso sí, siempre podremos apostillar «aunque tu madre sea una santa»… que bien es cierto que la madre desde luego bastante tendrá con haber parido semejante «bestia».

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