Daimiel Noticias.- El salón de plenos del Ayuntamiento de Daimiel acogía en la mañana del sábado a las asociaciones de daimieleños ausentes residentes en Madrid, Valencia y Vilassar del Mar. Previamente se realizaba la ofrenda floral a la Virgen de la Cruces en la Iglesia de Santa María la Mayor.
Con el objetivo de estrechar lazos y poner en reconocimiento las raíces que unen a los diferentes daimieleños que por unos motivos u otros abandonaron la localidad en algún momento de sus vidas, en la mañana del sábado el salón de actos del Ayuntamiento de Daimiel acogía el ya tradicional recibimiento de las asociaciones de daimieleños ausentes residentes en Madrid, Valencia y Vilassar del Mar. Un encuentro que aunque otros años ha servido para dar el pistoletazo de salida a la Feria y Fiestas, este 2014 ha sido la excusa para poner fin a los actos en torno a las fiestas patronales. La corporación municipal encabezada por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, y Paulino García de la Camacha, presidente de la Hermandad Virgen de las Cruces, recibió a Juan Blanco y Tarsicio González, presidentes de las asociaciones de Madrid y Valencia. También a Francisca Núñez representante de la asociación de Vilassar del Mar, en nombre de su presidente Tobías Díaz que no pudo estar presente en el acto por motivos familiares.
El alcalde de Daimiel incidió en la importancia de estos daimieleños ausentes que son los «mejores embajadores que podríamos tener de nuestra localidad», al mismo tiempo que mostró su agradecimiento por la labor que hacen y por «llevar tan dentro a la localidad y tener siempre tiempo para visitarla». Un mensaje común que también se manifestó durante la ofrenda floral a la Virgen de las Cruces, que regresará a su santuario el próximo 14 de septiembre, desarrollada unos minutos antes en la Iglesia de Santa María y que tuvo como principales protagonistas a los miembros de estas hermandades. Por otro lado, Sierra recalcó el «buen entendimiento» que siempre hay entre consistorio y asociaciones, «sin importar el color político que haya habido en cada momento en el ayuntamiento de la localidad, la colaboración siempre ha sido mutua, y así debe seguir siendo», concluía.
Por su parte, Paulino García resaltó el «toque especial» que tienen los daimieleños y que los hace diferentes de cualquier otras personas. Una unidad que, aseguraba, «hay que seguir trabajando y más teniendo siempre presente a la patrona de la localidad, la Virgen de las Cruces porque cuanto más y mejor nos pongamos a disposición de la Virgen, más y mejor nos irá a todos los daimieleños allá dónde estemos».
Entre los daimieleños ausentes que se tuvieron más presentes en esta «emotiva y necesaria ceremonia», como la denominaba Sierra, hubo tiempo para la Medalla de Honor Ciudad de Daimiel 2014, Antonio Astillero. Se recalcó la labor como daimieleño ausente «pero sobre todo como daimieleño», del que fuera hasta hace dos años deán de la Catedral de la Almudena de Madrid y su «duro trabajo por llevar a la Virgen de las Cruces a lo más alto». Asimismo Sierra anunciaba que próximamente en una ceremonia «íntima y pequeña» se hará entrega de este galardón a Antonio Astillero.
Hubo un recuerdo también para el sacerdote daimieleño Antonio Rodríguez, conocido como ‘Padre Toño’, que ha sido condenado en El Salvador a dos años y medio por ayudar a pandilleros y que regresará a la localidad en los próximos días. Paulino García resaltó la labor humanitaria de Toño y manifestó su alegría por la puesta en libertad de este «daimieleño ausente que afortunadamente pronto vamos a volver a tener entre nosotros».